¿Liberarnos de la Mente?

A ésta altura de camino es absurdo que todavía queramos liberarnos de la mente.

El solo hecho de intentar forzar algo que de por sí no ocurre, se vuelve un problema, no una herramienta creada para expresar nuestra totalidad desde la individualidad.

Aquí es donde llega la ACEPTACIÓN a ayudarnos con el dilema y la paradoja de no “ser mente” sino saber hacer uso de ella.

Mas no crean que la aceptación total significa “resignación”….Nada de eso….ACEPTACIÓN….significa que estamos siendo conscientes de que todo está perfecto como está, mas en esa perfección entra la posibilidad de que podamos virar el rumbo de todo…dosificar, atenuar o acentuar la combinación de cada elemento.

Por eso… no tenemos que preocuparnos, ya que el preocuparnos se torna un agravante de algo que si existe es para la plena manifestación de nuestra maestría.

Primero…NUESTRA MENTE ES UNA MARAVILLA….no es un simple depósito de basura, como algunos dicen. Eso sería como decir que nuestro ordenador eso solo su papelera de reciclaje.

Segundo…el único inconveniente es que en algún momento perdimos la conexión con la verdadera fuente de conocimiento y sabiduría que utiliza a esa mente de manera correcta…nos sumergimos en la inconsciencia sin vivir el momento presente y al hacerlo…la mente asumió la tarea de tratar de manejar la situación, como pudo.

Y ese “como pudo” significó el tomar el mando ya que nosotros mismos nos desconectamos de la parte Divina que tiene ese privilegio.

Entonces ¿cómo librarnos de un recurso absolutamente necesario como la mente solo porque cambiamos la jerarquía de mando?

Recordemos que la mente individual es el puente necesario hacia la intuición.

La tarea : apelar a otro de los dones que parece que aun no manejamos demasiado bien…EL SILENCIO….sumado a una virtud que hay que desempolvar cada día LA OBSERVACIÓN precedida de la ATENCIÓN.

Con esa trilogía, nuestra mente comenzará de nuevo a ser la maravillosa ordenadora de nuestra vida…no la que da las órdenes, sino la que ordena todo cuanto vivenciamos y pasa por el pensamiento.

Vaciar la mente no es para todos…diría que para uno entre un millón….mas aquietarla es una tarea que día a día podemos incrementar sin forzar…y ese aquietamiento, logrado con la desaceleración de lo que transitamos, enriquecido con la observación y la atención…nos llevará a una vida coherente en que la sanación descenderá sin duda, y en la que podremos comenzar una nueva etapa en el camino de re-cordar nuestra maestría.

Una maestría que se logra, no castrando ni eliminando elementos como la mente o el ego, sino, simplemente reconectando con LO QUE SOMOS para que como Jardinero Maestro dé a cada una de las flores del campo de la consciencia un espacio adecuado en el cual florecer, sin desvitalizar a las demás….sino cooperando y combinando fragancias para realmente enaltecer la Divinidad en la que vivimos, nos movemos y tenemos el SER.

Mi fragancia se une a la suya en el eterno ahora!

Tahíta

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