Recuerda: este símbolo indica una pausa. No sigas leyendo cuando llegues a esta pausa y dáte un tiempo de explorar tu propio darse cuenta, siguiendo las instrucciones.
A continuación le proponemos que intente algunos experimentos junto a otra persona. Estos experimentos serán más efectivos si usted los hace con alguien a quien no conoce bien, pero si ningún otro está disponible, hágalo con un amigo o con su pareja.
Contactando
Siéntese frente a frente de esta persona y no hable. Simplemente mire la cara de su compañero por un par de minutos y trate de realmente ver a esa otra persona.
No quiero que haga de esto una competencia de mirar fijo y no quiero que pierda su tiempo imaginando cómo es su compañero. Quiero que mire a su compañero y que simplemente se dé cuenta de todos los detalles de su cara. Dése cuenta de las reales características de sus rasgos: los colores, formas y texturas, cómo se mueve o no se mueve su boca, etc. Quiero que realmente se dé cuenta de esta otra persona. Trate de verla realmente
¿Le sucede algo que le dificulta centrar su atención en su compañero? Si alguna otra cosa le disputa la atención, tómese un tiempo para darse más cuenta de esto
Ensayar
Continúense mirando y al mismo tiempo imagine qué piensa, qué pasará y qué hará en los próximos minutos. De todos modos es probable que usted esté practicando algo de este ensayar, así que tómese cierto tiempo para dirigir su atención sobre sus fantasías y expectativas. Tome conciencia de ellas en detalle ¿Qué piensa que está a punto de suceder?
Ahora dese cuenta de lo que sucede en su cuerpo. Note cualquier sensación de tensión, excitamiento, nerviosismo, etc
¿En qué medida son estos síntomas una respuesta a sus fantasías y expectativas acerca del futuro, más que una respuesta a lo que realmente está sucediendo en este momento?
Retraerse
Tome ahora más contacto con su experiencia del momento. Cierre sus ojos y retráigase a su existencia física por un par de minutos dese cuenta de su cuerpo y de sus sensaciones físicas,.. Note cualquier tensión, nerviosismo o excitación, etc., y tome contacto con esto Enfoque su darse cuenta en cualquier incomodidad que encuentre y note como cambia a medida que usted contacta con ella
Abra ahora sus ojos y vuelva a mirar a esa otra persona ¿Es más fácil verlo ahora? Trate de descubrir aún más cosas acerca de esa persona ¿Qué puede ver ahora que no notó antes?
Hasta qué punto puede realmente VER a esa persona, y hasta qué punto está usted aún ocupado con sus fantasías, adivinaciones, imaginaciones o suposiciones acerca de cómo ella es, preguntándose qué verá en ella al mirarlo a usted, preguntándose cuánto rato durará esto, etc Siempre que se sorprenda haciendo esto, simplemente reenfoque su darse cuenta en el rostro y las expresiones de su compañero
Continúe mirando a su compañero, pero enfoque su atención en su propia existencia física
¿Qué está sucediendo en su cuerpo ahora? Note cualquier tensión, nerviosismo, incomodidad, tranquilidad o excitamiento que sienta y póngase más en contacto con ello. Dése cuenta de dónde exactamente siente y póngase más en contacto con ello. Dése cuenta de dónde exactamente percibe esas sensaciones y de cómo ellas son
En un momento más, quiero que se digan el uno al otro todos los detalles de cómo se sienten físicamente: donde sienten tensiones, nerviosismo, tranquilidad o excitamiento, etc., y exactamente cómo le parece eso a usted. No explique ni justifique su experiencia, descríbala simplemente con todos los detalles y tome conciencia de cómo la experiencia de su cuerpo se muda en tanto se la trasmite a su compañero. Tómese algunos minutos para hacerlo
Memoria Visual
Cierre nuevamente los ojos y retírese dentro de su cuerpo
Tome nuevamente contacto con !o que sucede debajo de su piel y note qué sucede cuando enfoca su atención sobre esas sensaciones en su cuerpo. Póngase realmente en contacto con su existencia física Mantenga sus ojos cerrados y visualice el rostro de su compañero que estaba mirando hace tan sólo unos minutos. ¿ Cuán completamente puede hacer esto? ¿Qué rasgos le son claros en su imaginación y qué rasgos son confusos o están ausentes?
¿Puede evocar la forma de su nariz, el color de sus ojos, la textura de su piel, etc.? Dése cuenta de dónde su imagen es distinta y dónde es incompleta o difusa. ¿Cuáles partes le son difíciles o imposibles de visualizar?
Dése cuenta de que gran cantidad de lo que escapó de su memoria, debe haber escapado también de su darse cuenta
Ahora abra sus ojos y compare su imagen con’ la realidad del rostro de su compañero ¿Qué detalles de su imagen eran incorrectos? Mire ahora las partes de su rostro que estaban ausentes o diluidas en su imagen y descubra cómo son esas partes. Descubra aún más acerca del rostro de esa persona
En un minuto más les voy a pedir que se cuenten el uno al otro qué es lo que ven, no lo que imaginan o suponen, sino aquello de lo que realmente se dan cuenta, ahora, que miran el rostro de su compañero. No recaigan en su memoria, en lo que vieron, y no expliquen por qué vieron eso o se disculpen por verlo, etc. Sólo digan de qué se dan cuenta ahora, de momento en momento y entreguen todos los detalles de lo que se dan cuenta. No digan «Ahora veo sus ojos», digan, «Ahora veo tus inmensos ojos marrones; ellos brillan y me gusta mirarlos», o lo que sea su experiencia. Empleen unos cinco minutos en esto
Censurar
Dejen ahora de hablar y miren a su compañero en silencio y tomen conciencia de lo que han estado censurando, las cosas que ustedes hayan visto en su compañero pero que no le han dicho por alguna razón
Dése cuenta que imagina alguna consecuencia desagradable; se pondría triste, se disgustaría, enojaría o lo rechazaría. Dense cuenta también de que esa fantasía inhibe o previene la total expresión de su darse cuenta y que esa retención es también una especie de deshonestidad; usted rehúsa revelar completamente su experiencia a su compañero. Enfoque nuevamente su darse cuenta sobre esas cosas que está censurando
y ahora cierre los ojos e imagine que le dice a su compañero algo acerca de esas cosas
¿Qué sucede ahora? Deje vagar su imaginación y descubra en detalle qué es lo que teme sucedería si le dijera a su compañero acerca de esas cosas
¿Cuáles son sus expectativas catastróficas y cómo se siente cuando imagina esa catástrofe?
Ahora abra sus ojos. En un momento más le pediré cuente a su compañero qué sucedería si le dijera las cosas que está censurando. Diga «Si te dijera lo que estoy censurando» y termine esta frase con lo que sea que piensa va a suceder. Después de que cada uno haya hecho esto, respondan a las expectativas catastróficas de su compañero y discutan si estas expectativas son verosímiles, y si son realmente desastres o meros inconvenientes. Luego, si lo desean, cuéntense por lo menos algunas de las cosas que se estaba censurando y compare sus expectativas con lo que realmente acontece mientras hace esto. Hágalo
Siéntese tranquilamente por un rato ahora, y absorba sus experiencias y lo que ha aprendido de estos experimentos
Tómense ahora cinco o diez minutos para contarse uno a otro lo que han aprendido y experimentado
Mientras han estado hablando durante los últimos minutos, ¿hasta qué punto han estado contactándose uno al otro y realmente comunicándose?
¿Se han estado mirando mientras han hablado, o han evitado el contacto mirando hacia otro lado o fijando la mirada en sus manos o en la pared?
¿Ha estado habiéndole directamente a esa persona, o ha estado transmitiendo sus palabras, o emitiendo generalidades?
Tómense algunos minutos más para discutir esto
Espero que haya experimentado lo difícil que es hacer aun una cosa tan simple: sólo mirar la cara de alguien, en la medida que esté preocupado con fantasías amenazantes sobre el futuro y con sus síntomas físicos de nerviosismo y excitación que responden a esas fantasías. Este nerviosismo y excitación son a menudo llamados angustia. Angustia es lo que «vivencia» cuando su cuerpo se prepara para un desafío que no existe realmente. Si el desafío realmente existe, su excitación y energía pueden fluir dentro de la actividad de hacerle frente. Puesto que el desafío sólo existe en la fantasía, no hay nada que usted pueda realmente hacer y toda su energía y excitación se disparan en temblar y en otros síntomas de angustia. Esto también sucede si el desafío realmente existe, pero usted no se atreve aún a enfrentarlo y continúa ocupado con ensayos y expectativas catastróficas.
Si pudiera darse cuenta de que está ocupado con fantasías y expectativas catastróficas y que esas fantasías no son reales, sólo eso podría ayudarle a tomar más contacto con lo que realmente está sucediendo. Más útil aún es una retirada temporal dentro de su cuerpo. Cuando cierra los ojos, rompe provisoriamente el contacto con la amenaza y a! enfocar su atención en las sensaciones corporales, retoma contacto con su realidad física. Mientras hace eso, también está alejando la atención de las fantasías y se siente menos comprometido con éstas.
Siempre que me enredo en fantasías, pierdo la capacidad de darme cuenta de la realidad y al mismo tiempo interfiero con mi funcionamiento. Cada cosa que mi cuerpo hace por sí mismo, requiere un darse cuenta, de modo que toda pérdida en la capacidad de darme cuenta, hace más inadecuado mi funcionamiento. Además, comienzo a responder físicamente a las fantasías en vez de a la realidad. Si en realidad estoy amenazado, un fuerte pulsar de mi corazón y un estómago tenso pueden resultarme útiles. Cuando no estoy amenazado, los mismos síntomas son un desgaste inútil de energía, y aun pueden interferir otras tareas que realmente necesito hacer. Además de estas dificultades, estas fantasías requieren la inversión de una gran cantidad de energía en inhibir y censurar la expresión de muchos aspectos de mi darme cuenta y de mis actividades.
Por ejemplo si le estoy hablando a usted y comienzo a imaginar que voy a cometer faltas y que usted me va a juzgar y criticar voy a experimentar lo que se llama «timidez» (auto-conciencia). El miedo a este desastre fantaseado me urge a correr y mi energía comenzará a fluir en excitación y movimiento. Pero mi temor a la crítica también requiere que yo oculte esos síntomas, de modo que tengo que emplear energía adicional para ocultar mi excitamiento y detener mi impulso de correr. Puedo ocupar tanta energía en este conflicto entre excitamiento e inhibición, que no queda suficiente para la tarea de hablar con usted. Además, tanto los síntomas y mis intentos de oponerme a ellos a menudo interfieren con mi hablar con usted — mi voz puede volverse temblorosa, puedo tartamudear y puedo darme cuenta tan profundamente de esto, que pierdo conciencia de lo que quería decirle.
Estos trastornos de mi funcionamiento me dejan más y más confuso y disperso. Mi alerta se divide entre fantasías y realidad. Respondo en parte a lo que es real y en parte a lo que es irreal y mis respuestas a las fantasías interfieren además con mis actividades de la realidad. Mi energía se ve dividida entre las tareas que exige la realidad y las tareas que requieren mi fantasía. Mi energía se ve también dividida entre expresarme a mí mismo e inhibir esa expresión. Me he desintegrado: ya no funciono como una totalidad integrada, sino que en vez de eso disperso mi capacidad de darme cuenta, mis respuestas, mis actividades y mi energía. Me vuelvo confuso, frustrado e inefectivo y todos nosotros sufrimos de esto en alguna medida.
Si puede explorar su darse cuenta en detalle y aprender más acerca de él, puede trabajar en dirección a volverse menos disperso y menos confuso y más íntegro e integrado. Esto es más que nada un asunto de dejarse ir, de aprender a no interferir con su propio funcionamiento y a aprender a no obstruirse su propio camino.