016 – Aguamarina – Cristaloterapia
«Joya de la Sirena»
Piedra de los navegantes
La roca madre es pegmatita y granito.
Se trata de una mutación del Berilo esmeralda (Silicato de berilo) su nombre se lo debe a que la identifican como la piedra de los marinos.
A diferencia de los cristales de Esmeralda, el Aguamarina es a menudo limpia y de mayores dimensiones.
El cristal más grande válido como gema que se recuerda es el que se encontró en 1910 en Minas Gerais, que medía más de 41 cm. de ancho y 48,5 de largo, con un peso de 110 kg. Este cristal fue tallado y de él se extrajeron centenares de espléndidas piedras preciosas.
En la edad media era asociada con la Virgen María debido a su claridad.
Los ejemplares más bellos proceden del Brasil, los Urales, Rusia y Madagascar.
Su color varía entre el azul al verdoso y la más apreciada para la elaboración de joyería es la de color azul oscuro, puesto que es una excentricidad muy difícil de conseguir.
Miembro de la familia de los Berilos, adquiere el nombre aguamarina gracias a su coloración tan semejante al agua de mar. Los mitos cuentan que la energía oceánica se encuentra contenida dentro de ella y por esto se convirtió en la piedra de la suerte de los marinos, construyendo amuletos con ellas los cuales les brindaban una valentía supra humana y los protegían contra tempestades.
Los yacimientos de aguamarinas más importantes son los de Brasil: Minas Gerais, Bahía y Espirito Santo. Brasil es un país conocido por sus maravillosas playas de arenas blancas, su cálido mar y por supuesto su carnaval; no importa la ciudad costera que se visite, las gemas y piedras preciosas son tan fáciles de conseguir como el agua de coco. Pero no solo Brasil disfruta de la presencia de la aguamarina, también lo hacen algunos países africanos como Nigeria y Madagascar.
PROPIEDADES:
Altamente mística y de grandes efectos aclaradores.
Desde tiempos inmemoriales ha sido la piedra de la clarividencia.
Frecuentemente es obsequiada como una prenda de fidelidad o amistad. Se debe cargar energéticamente exponiéndola al sol sobre un trozo de lámina de cobre.
Las propiedades que se le atribuyen a la aguamarina son las de brindar esperanza, favorecer el reencuentro con los seres queridos (puesto que ayuda a reconocer y eliminar resentimientos) y otorgar paz y compañía espiritual a las personas que atraviesan momentos de soledad. Las relaciones humanas se ven beneficiadas con las energías de esta piedra, promoviendo un diálogo armónico tanto interno (a través de la reflexión y la meditación), como externo (a través de la comunicación sincera con los seres que nos rodean). Si en un hogar existen conflictos familiares causados por problemas en la comunicación con los seres queridos y por la falta de autorreflexión por parte de cada uno de los miembros, recomiendo colocar una aguamarina en la habitación que suelen compartir más frecuentemente. A su vez, es útil en consultorios de terapeutas, para ayudar al paciente en su proceso de curación.
Es relajante y tranquilizante, por lo cual resulta una piedra ideal en situaciones de stress. Debido a estas propiedades mencionadas, induce al sueño evitando el nerviosismo y los pensamientos rumiantes que nos acechan durante la noche impidiendo nuestro merecido descanso.
A su vez, alquimistas medievales sostenían que la aguamarina previene la retención excesiva de líquidos en el cuerpo y mejora las funciones digestivas y de eliminación. En los mapas de alquimia de la edad media, la aguamarina se muestra gobernando los riñones, la vesícula y la uretra.
En el área de la Bioenergía (estudio de las energías de los seres vivos) se relaciona a esta piedra con los siguientes chakras: primer chakra (también llamado base o básico), tercer chakra (también llamado del plexo solar), y quinto chakra (también llamado laríngeo o de la garganta).
Se ha mencionado anteriormente que esta gema regula la comunicación y la expresión personal, por eso la colocamos en la zona del quinto chakra (próxima a la garganta) para armonizar las energías que regulan a este área. Las enfermedades que se producen aquí (como la afonía, anginas, dolor al tragar, inflamación de las amígdalas, etc.) pueden deberse a una somatización debido a una situación que nos ha molestado por no poder decir «lo que realmente deseábamos decir» o por «quedarnos algo atragantado».
Louise Hay en su libro «Usted puede sanar su vida» nos explica cómo una laringitis puede deberse a una situación que pone a una persona tan furiosa que no le permite hablar, aquello que queda en la mente sin decir, termina afectando a nuestro cuerpo. Por ello es tan importante expresar nuestros sentimientos, y la aguamarina nos brindará la valentía para poder hacerlo, y la sabiduría para no lastimar a los otros mientras lo hacemos.
Narra la mitología que los romanos creían que la aguamarina había escapado del cofre de las sirenas, hijas del Dios Neptuno, regente poderoso de las aguas. Los griegos, a su vez, lo relacionaban con Poseidón.
A los seguidores del horóscopo y la astrología puedo decirles que esta piedra es recomendada a las personas que han nacido bajo los signos de Tauro, Libra y Piscis.