018 – Amatista – Cristaloterapia
«Piedra del Sentimiento»
Es una de las piedras preciosas más antiguas que se conoce. Compuesta por hidrosilicato de magnesio y hierro, los cristales de amatista se encuentran originariamente en el interior de geodas de variados tamaños, desde 10 cm hasta más de 1 mt de diámetro.
Su color violeta se debe a la presencia de óxido de hierro, y va desde el violeta oscuro casi negro, hasta el violeta pálido, pasando por toda la gama del color.
Debido a su rareza, en la Edad Media, era pesada en oro.
Las amatistas más bellas proceden de Montezuma, Minas Gerais (Brasil); y se encuentran en el interior de rocas volcánicas. Otros lugares de extracción son: Sri Lanka, Madagascar, Norte de Africa, Francia, Montes Urales.
Los principales yacimientos de Amatista están en Brasil, Uruguay, África, México, Bolivia y Canadá. La Amatista canadiense de Thunder Bay, Ontario, es distinta, a efectos sanadores, de la Amatista brasileña más común, pues contiene mayores niveles de energía roja. La Amatista de Groenlandia es de un azul intenso. A la Amatista entreverada de franjas blancas de calcedonia se le llama cuarzo Amatista, y se pueden encontrar en Francia, Alemania, Brasil, Namibia y Estados Unidos. Cuando se presenta en cristales, sus puntas suelen ser más pequeñas y también más oscuras. Purifícala por medios distintos a la luz solar, puesto que el color de la Amatista se desvanece.
PROPIEDADES
Actualmente el hombre moderno la necesita para que nuestro planeta pueda ser armonizado nuevamente y devuelto a su equilibrio natural.
Posee efectos tanto sobre el cuerpo como sobre el alma, ayudándonos en la búsqueda de talentos interiores y agudizando nuestro poder espiritual.
Con sus intensas vibraciones, es capaz de conducirnos a un sueño armonioso, alejándonos de las pesadillas.
También aleja temores, fastidios domésticos y favorece el crecimiento de las plantas.
Es la piedra por excelencia de la meditación ya que refleja rayos púrpuras, y está relacionada con la glándula pineal y pituitaria y el chakra coronario.
Usos Magicos
Colocada debajo de la almohada o usada en la cama, la Amatista aleja el insomnio y las pesadillas. Produce un sueño pacífico y sueños agradables, curativos y hasta proféticos. Sin embargo, también asegurará que quien la usa no se quede dormido en caso de necesidad.
La Amatista es la piedra de la paz. Cuando las tensiones de la vida cotidiana desbordan en tu interior, sostén una Amatista en tu mano izquierda (en la derecha si eres zurdo/a). Deja que sus vibraciones calmantes, destensionantes, relajantes y pacíficas te invadan. O mejor aún, usa una Amatista de manera que te toque la piel para evitar esos estados tan perturbadores.
La Amatista calma los miedos, eleva las esperanzas, levanta el espíritu y fomenta pensamientos de la realidad espiritual detrás de nuestras vidas. Usarla significa alejar la culpa y el autoengaño, ayuda a superar adicciones como el alcoholismo, pone freno al exceso de indulgencia y otorga buen juicio, calma las tormentas emocionales. Aun en situaciones de posible peligro, la Amatista acudirá en tu ayuda.
La Amatista también brinda coraje a quién la usa y es un poderoso amuleto para los viajeros. Quien la usa está protegido contra los ladrones, el daño, la enfermedad y el peligro.
Gracias a que es una piedra espiritual, la Amatista se usa con frecuencia durante la contemplación o se coloca en simples altares de meditación. Una pieza puesta delante de una vela blanca y un incensario dentro del que arde algo calmante y de elevadas vibraciones, como el sándalo, es favorable para las prácticas de meditación.
Los baños previos a la meditación pueden ser una poderosa forma de ponerte en armonía. Mientras te bañas, haz arder una vela de color púrpura claro y rodea la vela con Amatistas.
La Amatista también se usa para aumentar la conciencia psíquica y para agudizar el «sexto sentido». Naturalmente, se usa durante sesiones psíquicas o adivinatorias. Como también es una piedra de sabiduría, permite que la información recibida a través de la mente psíquica sea utilizada adecuadamente.
Esta bella piedra también agudiza la mente consciente, estimulando el ingenio y aumentando los poderes mentales. Se utiliza para mejorar la memoria, para aliviar las jaquecas y para mantener los pensamientos de acuerdo con los objetivos de la vida.
Piedra de amor puro y verdaderamente emocional, muchas veces los amantes se las intercambian para fortalecer su compromiso.
Aquellos envueltos en juicios legales usan la Amatista para asegurarse de que se haga el bien. También se utiliza en la magia para la prosperidad y hace mucho que se cree que trae el éxito a los negocios, quizá porque Júpiter la gobierna.
Tener una Amatista en una habitación la protege y la convierte en una estancia relajante, pero apártala cuando hagas el amor (aunque esto me parece un tópico pero en varios libros insisten en ese detalle).
En esta fotografía que he tomado, pueden apreciar una geoda de Amatista hallada en el suelo de la mina, en su estado completamente natural.
Usos curativos
Hace treinta años, la Amatista se humedecía con saliva y se refregaba en el rostro para hacer desaparecer los granos y la piel áspera. En la actualidad, se usa en conjuros destinados a aumentar la belleza.
La combinación de colores que forman el violeta-rojo e índigo, equilibra el chakra de la raíz con el de la frente y el de la corona, es decir, los cuerpos espirituales del aura con los cuerpos físicos. Utiliza la Amatista para la curación de dolencias nerviosas y mentales, jaquecas y dolores de cabeza, estrés, temor, serenidad emocional, para los ojos, los pulmones y el sistema respiratorio, el asma y las alergias, molestias en los senos frontales y glaucoma. Utilízala como purificadora y para las enfermedades de la circulación, coágulos sanguíneos, gota, formación de glóbulos blancos, contra las pesadillas y para inhibir la sexualidad.
La Amatista es una equilibradora del aura e integradora de los niveles físico, mental, emocional y espiritual. Eleva las vibraciones desde el plano físico al espiritual, y al hacerlo así incluye y armoniza todos los cuerpos del aura, con el resultado de la transformación y la limpieza espiritual, la estabilización y protección de todo el aura.
La Amatista es una importante sanadora de neurosis y psicosis, combate la depresión, la ansiedad y actúa sobre el sistema nervioso central, debido a esta capacidad integradora. Promueve la curación general y eleva las vibraciones de las moléculas para curar desde la fuente celular y los niveles invisibles. Es útil contra parálisis, esclerosis múltiple, Parkinson, enfermedades degenerativas de los nervios y tumores cerebrales.
En la imposición de piedras, aplícala en el lugar donde sientes el dolor o en una zona que necesite equilibrio, sobre todo el plexo solar y los chakras espirituales. Después del cristal de cuarzo transparente y el lapislázuli, la Amatista es la piedra más importante de la curación.
En meditación se la usa para encontrar el yo interno, favorecer la comprensión y persuasión.
Permite con su uso, la captación y eliminación de nuestros problemas más profundos.
Se programa para el abandono de vicios, ayuda a las parturientas en partos difíciles.
Sirve para tratar problemas de la piel, enfermedades del aparato reproductor, migrañas, adicciones y espasmos de toda clase.
Se la asocia con la humildad; pues encamina a quien la usa hacia el sendero de la visión objetiva.
Puede llevar de la mano a neófitos en el terreno de la comprensión profunda del Yo, y a los elevados por el camino de la sabiduría, pues conduce a la búsqueda de la verdad sin prejuicios ni preconceptos.
Llamada la «Piedra del Sentimiento», indicada para entregar a personas que hayan perdido a un ser querido, o que se encuentren sufriendo una grave enfermedad, y para emplear en uno mismo en un trance similar.
También ayuda a los que se sienten abandonados a sobreponerse de su aflicción y tratar de recuperar su equilibrio.
Muy recomendable para tratar el estrés.