Actualizado el 25 diciembre, 2013 a las 01:38 pm
030 – EL FALSO YO – CAMINANDO AL DESPERTAR
Respira profundo y suave 3 veces, usa audífonos, observa esta imagen y sumérgete en este ambiente de paz y sonido.. y vive una experiencia de Ser Tu real.. aquieta tu mente y solamente observa, escucha la música,.. sin pensamientos.. por lo menos 3 minutos.
Lo que experimentamos,.. percibimos y sentimos con los cinco sentidos y también con el pensamiento/emoción es tan solo la forma externa de la realidad, en la que percibimos formas aisladas; pero mas allá de esta visión parcial, todo está conectado entre sí, y con la Fuente de la vida de la cual provino.
Cuando simplemente observamos sin etiquetar mentalmente, con nombres y sustantivos, .. algo silencioso despierta en nosotros y abre nuestra “visión” a una realidad subyacente más plena y maravillosa.
Vivimos inconscientemente en un mundo de ilusión, donde pensamientos inconscientes bullen como abejas en nuestra mente, activando la química del cerebro que produce los estados emocionales que nos dan placer y dolor.
El deseo de producir mas y mas,.. de crecer continuamente, es una disfunción y una enfermedad. Es el mismo crecimiento desbordado que presentan las células cancerosas cuya única finalidad es multiplicarse sin darse cuenta de que están provocando su propia extinción al destruir al organismo del que son parte.
¿Porque y para que la especie humana tiene que crecer más y más?.. ¿Para que crezca la demanda de alimentos y cosas y más cosas.. que al ser producidas y usadas generan mas y mas basura… mas contaminación, mas enfermedad. El planeta tierra es un hábitat y como tal tiene una capacidad limitada para albergar personas, animales, plantas y cosas.
Definitivamente .. ¡Estamos locos¡.. con diferentes grados de inconsciencia y locura. Y en esta locura estamos destruyendo nuestro planeta y colaborando inconscientemente para la autodestrucción de la especie humana.
Cuando logramos reconocer la ilusión por lo que es, ésta se desvanece. La ilusión llega a su fin cuando la reconocemos. Cuando vemos lo que no somos, la realidad de lo que somos emerge espontáneamente. Esto es lo que sucederá a medida que usted lee lenta y cuidadosamente este capítulo y el siguiente, los cuales tratan sobre la mecánica del falso yo al cual llamamos ego.
Cuando hablamos de “yo” generalmente no nos referimos a lo que somos. Por un acto monstruoso de reduccionismo, la profundidad infinita de lo que somos se confunde con el sonido emitido por las cuerdas vocales o con el pensamiento del yo que tengamos en nuestra mente y lo que sea con lo cual éste se identifique. ¿Entonces a qué se refieren normalmente el yo, el mi y lo mío?
La mayoría de las personas continúa identificándose con el torrente incesante de la mente, el pensamiento compulsivo, principalmente repetitivo y banal. No hay un yo aparte de los procesos de pensamiento y de las emociones que los acompañan. Eso es lo que significa vivir en la inconciencia espiritual. Cuando se les dice que tienen una voz en la cabeza que no calla nunca, preguntan, “¿cuál voz?” o la niegan airadamente, obviamente con esa voz, desde quien piensa, desde la mente no observada. A esa voz casi podría considerársela como la entidad que ha tomado posesión de las personas.
Uno de los supuestos inconscientes es que al identificarnos con un objeto a través de la ficción de la propiedad, la aparente solidez y permanencia de ese objeto material nos proporcionará un sentido de ser más sólido y permanente. Esto se aplica en particular a las edificaciones y todavía más a la tierra porque son las únicas cosas que podemos poseer y de las cuales pensamos que no se destruyen. El absurdo de la propiedad se manifiesta más claramente en el caso de la tierra. En los días de los colonos blancos, para los nativos de Norteamérica el concepto de la propiedad de la tierra era incomprensible. Entonces la perdieron cuando los europeos los obligaron a firmar unos documentos igualmente incomprensibles. Ellos sentían que pertenecían a la tierra y no que la tierra les pertenecía.
Para el ego, tener es lo mismo que Ser: tengo, luego existo. Y mientras más tengo, más soy. El ego vive a través de la comparación.
Necesitamos de los demás para conseguir la sensación de ser, y si vivimos en una cultura en donde el valor de la persona es igual en gran medida a lo que se tiene, y si no podemos reconocer la falacia de ese engaño colectivo, terminamos condenados a perseguir las cosas durante el resto de nuestra existencia con la vana esperanza de encontrar nuestro valor y la realización del ser.
¿Cómo desprendernos del apego a las cosas? Ni siquiera hay que intentarlo. Es imposible. El apego a las cosas se desvanece por sí solo cuando renunciamos a identificarnos con ellas. Entretanto, lo importante es tomar conciencia del apego a las cosas. Algunas veces quizás no sepamos que estamos apegados a algo, es decir identificados con algo, sino hasta que lo perdemos o sentimos la amenaza de la pérdida. Si entonces nos desesperamos y sentimos ansiedad, es porque hay apego. Si reconocemos estar identificados con algo, la identificación deja inmediatamente de ser total. “Soy la conciencia que está consciente de que hay apego“. Ahí comienza la transformación de la conciencia.
EJERCICIOS
La modificación consciente de los pensamientos, emociones y hábitos… es el paso básico para el despertar. Es necesario integrar el conocimiento en la memoria celular.. no simplemente basta con que lo sepas a nivel intelectual.. Disciplínate con los ejercicios diarios.
RESPONSABILÍZATE de ti mismo y transfórmate a ti mismo en el SER amoroso, inteligente y pacifico que subyace bajo la ilusión del cuerpo y el pensamiento/emoción.
Conscientemente Dirige tus pensamientos inteligente y amorosamente hacia todos los aspectos positivos,.. céntrate en la GRATITUD.
Aplica este ejercicio indicado por Eckhart… hazlo de manera continua durante los siguientes 30 dias.
A manera de práctica espiritual, te sugiero investigar tu relación con el mundo de las cosas observándote a ti mismo y, en particular, observando las cosas designadas con la palabra “mi”. Debes mantenerte alerta y ver honestamente si tu sentido de valía está ligado a tus posesiones.
¿Hay cosas que inducen una sensación sutil de importancia o superioridad? ¿Acaso la falta de esas cosas te hacen sentir inferior a otras personas que poseen más que tu? ¿Menciona casualmente las cosas que posees o haces alarde de ellas para aparecer superior a los ojos de otra persona y, a través de ella, a tus propios ojos? ¿Sientes ira o resentimiento cuando alguien tiene más que tu o cuando pierdes un bien preciado?
Adicionalmente,.. limpia y pon orden en tu casa,.. tira todo lo que no sirve,.. regala todo aquello que ya no usas.. Libérate de los apegos a cosas,.. ¡suelta!
Continuamos los ejercicios diarios.
Nos reunimos en nuestro lugar metafórico habitual, formando un círculo.. siéntate cómodo, relajado, cierra los ojos, respira profundo y suave.. 7 veces, .. imagina, visualiza un anillo de luz rosa brillante que nos envuelve a quienes estamos sentados formando un circulo .. Visualiza en el centro de este círculo al planeta tierra. Centra tu atención “amorosa” en tu corazón .. no te enganches con pensamientos, déjalos pasar..…. mantente así 10 minutos.. máximo 30,.. y al final extiendes tus manos hacia la tierra que flota en el centro del circulo y dices mentalmente o con palabras.. Gracias. Gaia (o tierra, si lo prefieres así)… Te Amo.
¡¡ ESTAMOS DESPERTANDO ¡!!…. sigue adelante,..
NO TE DISTRAIGAS.. el mayor trabajo es sobre si mismo.
