051 – El Espacio interior – Caminando al Despertar
Te invito a hacer este ejercicio, guiado por Eckhart Tolle, antes de continuar leyendo,.. toma menos de 3 minutos.
Reconocer, que toda manifestación en nuestra experiencia pasara,.. (sea dolorosa o placentera).., e integrar este concepto en nuestra “creencia”.. nos libera del apego a la forma (las cosas, personas, estatus,..etc.); abriendo la puerta al espacio interior, que es lo único que no pasara, pues esa dimensión del espacio interior.. es la atemporalidad.
La “consciencia”.. lo que realmente somos.. ha estado atrapada o perdida entre las formas, y cuando nos desidentificamos de la forma.. nos liberamos, descubrimos el “espacio interior” .. la consciencia despierta y la Paz es una realidad en nuestra experiencia, aun aunque estemos en un área de conflictos sociales y/o bélicos,.. pues, ¡La paz es un estado del ser!.
Y desde ese estado del ser … de Paz… es desde donde es posible resolver los problemas sociales;.. así que primero llega la paz,.. y luego se resuelven las injusticias sociales. Pretender resolver primero las injusticias,.. para luego alcanzar la paz,.. es como colocar el arado delante del buey,.. para que el arado impulse al buey.
Cuando encontramos la dimensión del espacio interior, podemos disfrutar de todas las cosas, placeres y experiencias,.. sin perdernos en ello.. Dice Eckhart:
“A fin de que la cordura reine nuevamente en nuestro planeta, debemos equilibrar la conciencia del objeto con la conciencia del espacio. El surgimiento de la conciencia del espacio es la etapa siguiente en la evolución de la humanidad.”
El espacio interior.. “es una dimensión que está presente en todos nosotros, pero que pasa inadvertida para la mayoría de las personas.”_____ ¿Puedes sentir tu propia Presencia?
¿Puedes sentir tu propia Presencia?
del Capitulo 8 – El descubrimiento del espacio interior
del libro de Eckhart Tolle “Una nueva Tierra”
Como reconocer el “espacio interior”
El espacio entre los pensamientos probablemente se haya manifestado esporádicamente en su vida sin que usted se haya percatado. Para la conciencia obnubilada por las experiencias y condicionada para identificarse exclusivamente con la forma, es decir, para la conciencia del objeto, es casi imposible reconocer el espacio en un principio. Esto implica que es imposible tomar conciencia de nosotros mismos porque siempre estamos conscientes de alguna otra cosa. La forma nos distrae continuamente. Hasta en los momentos en que nos parece estar conscientes de nosotros mismos nos hemos convertido en un objeto, una forma de pensamiento, de modo que tomamos conciencia de un pensamiento, no de nosotros mismos.
Al oír hablar del espacio interior quizás usted se disponga a buscarlo, pero si lo busca como si se tratara de un objeto o una experiencia, no podrá encontrarlo. Ese es el dilema de todas las personas que buscan la realización espiritual o la iluminación. Jesús dijo, “El reino de Dios no vendrá con señales que puedan observarse; tampoco dirán, ‘Ha llegado’ o ‘Aquí está, porque el reino de Dios está entre ustedes”.
Cuando no pasamos la vida insatisfechos, preocupados, nerviosos, desesperados o agobiados por otros estados negativos; cuando podemos disfrutar las cosas sencillas como el sonido de la lluvia o del viento; cuando podemos ver la belleza de las nubes deslizándose en el cielo o estar solos sin sentirnos abandonados o sin necesitar el estímulo mental del entretenimiento; cuando podemos tratar a los extraños con verdadera bondad sin esperar nada de ellos, es porque se ha abierto un espacio, aunque sea breve, en medio de ese torrente incesante de pensamientos que es la mente humana. Cuando eso sucede, nos invade una sensación de bienestar, de paz vívida, aunque sutil. La intensidad varía entre una sensación de contento escasamente perceptible y lo que los antiguos sabios de la India llamaron “ananda” (la dicha de Ser). Al haber sido condicionados a prestar atención a la forma únicamente, quizás no podamos notar esa sensación, salvo de manera indirecta. Por ejemplo, hay un elemento común entre la capacidad para ver la belleza, apreciar las cosas sencillas, disfrutar de la soledad o relacionarnos con otras personas con bondad. Ese elemento común es la sensación de tranquilidad, de paz y de estar realmente vivos. Es el telón de fondo invisible sin el cual esas experiencias serían imposibles.
Cada vez que sienta la belleza, la bondad, que reconozca la maravilla de las cosas sencillas de la vida, busque ese telón de fondo interior contra el cual se proyecta esa experiencia. Pero no lo busque como si buscara algo. No podría identificarlo y decir, “Lo tengo”, ni comprenderlo o definirlo mentalmente de alguna manera. Es como el cielo sin nubes. No tiene forma. Es espacio; es quietud; es la dulzura del Ser y mucho más que estas palabras, las cuales son apenas una guía. Cuando logre sentirlo directamente en su interior, se profundizará. Así, cuando aprecie algo sencillo, un sonido, una imagen, una textura, cuando vea la belleza, cuando sienta cariño y bondad por otra persona, sienta ese espacio interior de donde proviene y se proyecta esa experiencia.
Desde tiempos inmemoriales, muchos poetas y sabios han observado que la verdadera felicidad (a la que denomino la alegría de Ser) se encuentra en las cosas más sencillas y aparentemente ordinarias. La mayoría de las personas, en su búsqueda incesante de experiencias significativas, se pierden constantemente de lo insignificante, lo cual quizás no tenga nada de insignificante. Nietzsche, el filósofo, en un momento de profunda quietud, escribió: “¡Cuán poco es lo que se necesita para sentir la felicidad! … Precisamente la cosa más mínima, la cosa más suave, la cosa más liviana, el sonido de la lagartija al deslizarse, un suspiro, una brizna, una mirada, la mayor felicidad está hecha de lo mínimo. Es preciso mantener la quietud”.
¿Por qué es que la “mayor felicidad” está hecha de “lo mínimo”?
Porque la cosa o el suceso no son la causa de la felicidad..
..aunque así lo parezca en un principio. La cosa o el suceso es tan sutil, tan discreto que compone apenas una parte de nuestra conciencia. El resto es espacio interior, es la conciencia misma con la cual no interfiera la forma.
.. El espacio interior, ..
.. la conciencia y lo que somos realmente
.. en nuestra esencia ..son la misma cosa.
En otras palabras, la forma de las cosas pequeñas deja espacio para el espacio interior. Y es a partir del espacio interior, de la conciencia no condicionada, que emana la verdadera felicidad, la alegría de Ser.
Sin embargo, para tomar conciencia de las cosas pequeñas y quedas, ..
es necesario el silencio interior.
Se necesita un estado de alerta muy grande.
Mantenga la quietud. Mire. Oiga. Esté presente.
He aquí otra forma de encontrar el espacio interior:
tome conciencia de estar consciente. Diga o piense, “Yo Soy” sin agregar nada más.
Tome conciencia de la quietud que viene después del Yo Soy.
Sienta su presencia, el ser desnudo, sin velos, sin ropajes.
Es el Ser para el cual no hay juventud, vejez, riqueza..
.. o pobreza, bien o mal, ni ningún otro atributo.
Es la matriz espaciosa de toda la creación, de toda la forma.
..¡! DESPIERTA HERMANO¡!..
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EJERCICIOS
La modificación consciente de los pensamientos, emociones y hábitos… es el paso básico para el despertar. Es necesario integrar el conocimiento en la memoria celular.. no simplemente basta con que lo sepas a nivel intelectual.. Disciplínate con los ejercicios diarios.
RESPONSBILIZATE de ti mismo y transfórmate a ti mismo en el SER amoroso, inteligente y pacifico que subyace bajo la ilusión del ego… RESPONSABILIZATE de Tus pensamientos/emociones y “observa”.. ponte atento, siempre presente de instante en instante.
Continuamos los ejercicios diarios.
Nos reunimos en nuestro lugar metafórico habitual, formando un círculo.. siéntate cómodo, relajado, cierra los ojos, respira profundo y suave.. 7 veces, .. imagina, visualiza un anillo de luz de color dorado muy suave, casi blanco que nos envuelve, cierra los ojos, (no te enganches con pensamientos, déjalos pasar).. “focaliza” tu atención en tu respiración, mantente relajado ,.. siéntete bien.. así por unos 10 minutos.. y al final dices.. Gracias.
Adicionalmente, en la noche, antes de entregarte al sueño,.. ya acostado, cierra los ojos y haz 3 respiraciones profundas y suaves,.. imagina,.. visualiza una manta de de luz de color dorado muy suave, casi blanco que te envuelve, (no te enganches con pensamientos, déjalos pasar).. “focaliza” tu atención en tu respiración, mantente relajado ,.. siéntete bien.. y así hasta que te duermas.
¡¡ ESTAMOS DESPERTANDO ¡!!…. sigue adelante,..
NO TE DISTRAIGAS..
el mejor.. y mas efectivo trabajo es sobre si mismo.
(efectivo para el bien de toda la humanidad)