Ser consciente de sí mismo es la habilidad más vital y fundamental de toda la existencia. Sin la autoconciencia espiritual, nuestros pensamientos, sentimientos y patrones de comportamiento están controlados completamente por creencias, suposiciones e instintos inconscientes. Cuando nos falta autoconciencia, creamos nuestro propio sufrimiento y lo perpetuamos en la vida de los demás, creando un dolor y un caos sin fin.
Sin embargo, cuando aprendemos a ser conscientes de nuestros pensamientos, creencias, ideales, suposiciones y elecciones primitivas y autodestructivas, nos convertimos en seres más pacíficos, amorosos e inteligentes. No solo dejamos de sufrir, sino que las personas en nuestras vidas dejan de reaccionar de la manera que lo hacia antes con nosotros.
Nuestros pensamientos literalmente crean nuestra realidad, razón por la cual las siguientes actividades de autoconciencia espiritual de este artículo son tan importantes para aprender y asimilar.
¿Te falta autoconciencia espiritual?… Si es así, podrás identificarte con los siguientes indicadores:
- Te cuesta entender lo que sientes.
- Te resulta difícil hablar sobre tus sentimientos y pensamientos con los demás.
- Estás constantemente perdido en tus pensamientos.
- Con frecuencia te enfurecen los demás.
- Tienes una baja autoestima.
- Tiene un sentido muy débil de tí mismo, o tienes una identidad muy rígida.
Al poner en práctica las actividades de autoconciencia de este artículo, encontrarás poco a poco más alegría y satisfacción en la vida diaria.

Tres actividades de autoconciencia espiritual iniciales
Si sientes que te falta una comprensión básica de usted mismo y de los demás, se beneficiará de las siguientes actividades de autoconciencia, pero solo si tiene el hábito habitual de hacerlas.
1. Aléjese de las personas, quédese quieto y no haga nada.
A menudo usamos «ocupaciones» como una forma de escapar de nuestros miedos, odio y dolor en la vida cotidiana. Sentimos la necesidad de «hacer algo» cuando a menudo la mejor manera de experimentar y apreciar la vida es estar quietos con nosotros mismos.
Para desarrollar la autoconciencia espiritual es necesario que comiences con un «lienzo vacío», y la soledad silenciosa es el mejor lugar para comenzar. Esto se debe a que la soledad te pone en la realidad, y aunque para algunas personas puede ser al principio aterrador, pasar tiempo solo cada día nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre nosotros mismos, lo que hemos hecho, lo que hemos dicho, lo que sentimos y lo que nos gustaría hacer. La soledad nos vuelve a alinear con nuestras necesidades y deseos más profundos en la vida y, por lo tanto, es un conducto perfecto de autoconciencia.
2. Meditación y auto-indagación.
Existen muchas formas diferentes de meditación, no solo la de sentarse en el suelo. Por ejemplo, podrías hacer una meditación dinámica que involucra una catarsis del cuerpo completo, o podrías hacer una meditación conmovedora como el Qigong, o tal vez una práctica constante de atención plena durante todo el día. Independientemente del tipo de meditación que elijas, es vital que aprendas a reducir la velocidad de tu mente y cuerpo. Esto te ayuda a ser más consciente de las charlas internas que a menudo pasan desapercibidas.
La auto indagación es otra forma brillante de aumentar su autoconciencia espiritual. Hacer preguntas como… ¿Por qué me siento así?… ¿De dónde vino ese pensamiento?… ¿Son ciertas estas suposiciones?… ¿Qué desencadenó ese comportamiento?… Son preguntas muy poderosas que profundizarán tu conciencia.
3. Manten un diario privado diario.
Registrar todos los pensamientos en un lugar seguro, te ayuda no solo a seguir tu progreso de crecimiento personal, sino que esta práctica también te ayuda a ser más auténtico contigo mismo. Cuando eres honesto acerca de tus pensamientos y sentimientos y cuando encuentras un lugar para poder expresarlos, ya no permanecen encerrados en tu mente, lo que tiende a crear mucha tensión y estrés. Escribir tus pensamientos te brinda la oportunidad de explorar y reflexionar sobre lo que realmente piensas y sientes, y lo que puedes hacer para sentirte mejor o remediar ciertos problemas. Es posible que desees guardar estos pensamientos en un lugar privado, o escribirlos y luego destruirlos.

Tres actividades de autoconciencia espiritual avanzadas
«A medida que los ríos pierden nombre y forma en el mar, los sabios pierden nombre y forma en Dios, brillando más allá de toda distancia.»
Mundaka Upanishad
Llega un momento en que la autoconciencia espiritual evoluciona desde la comprensión de la naturaleza del yo / identidad, hasta la comprensión de la naturaleza del Ser / Naturaleza Esencial, o la esencia espiritual de quienes somos.
Se hace evidente que la mente es un músculo muy limitado, y aunque nuestro intelecto es una herramienta compleja, solo comprende un fragmento diminuto de la realidad. Además, también se hace evidente que quien «crees» que eres no es realmente lo que eres.
Estas actividades de autoconciencia espiritual son para desarrollar una comprensión sobre uno mismo y sobre el Ser espiritual, o el Ser del que las personas «iluminadas» hablan a menudo.
1. Hazte las siguientes seis preguntas …
- ¿Soy esta emoción?…
- ¿Soy este pensamiento?…
- ¿Y esta sensación física?…
- ¿Soy esta circunstancia?…
- ¿Soy este cuerpo?…
- ¿Y esta personalidad?…
Si vas a reflexionar sobre tí mismo en la vida cotidiana, te darás cuenta de que la mayoría de tus pensamientos se centran en una identificación viciosa con tu personalidad, tu cuerpo, tus sentimientos, etc. Pero, ¿eres tú realmente todas estas cosas?… ¿Cómo puedes ser algo sujeto a crecimiento, cambio y descomposición?… Si no eres ninguno de estos fenómenos físicos, emocionales o mentales que son tan transitorios como el viento, ¿Quién eres?… Descubrirás algo increíble … ¡no eres nada!. Pero no un nada vacío o deprimente; un nada lleno, vibrante, puro, amoroso y eterno; una nada que es paradójicamente todo.
2. Señalamiento bidireccional
Mira y observa la escena que tienes justo delante de ti. Examina todas las formas, colores, objetos y detalles. Luego, enfócate hacia ti en dicha escena. ¿Qué puedes ver ahora?…. ¿Un yo, una persona, una identidad?…. Te darás cuenta de que la vista es completamente diferente: ¡no hay nada más que un espacio de conciencia!… ¡No hay cabeza, no hay cara, solo hay conciencia!
¿Cómo se puede aplicar esto en tu vida?… Cuando estés en cualquier situación, date cuenta de que eres el observador ; ese espacio de vacío vibrante. Recuerda que no eres la cabeza y el cuerpo que está sujeto a crecimiento, cambio y decadencia, sino ese espacio de conciencia siempre presente.
Como dijo el maestro iluminado Ramana Maharshi: «La respuesta a tu problema es ver quién lo tienes». Ser plenamente consciente no es un proceso de iluminados, sino una experiencia muy simple.
3. Experimento con ojos cerrados
Cierra tus ojos. Permítete descansar. Deja que tus pensamientos se desaceleren. Entonces preguntate:
«¿Qué tan grande soy?».
«¿Qué forma tengo?».
«¿Tengo algún límite?».
«¿Hay un lugar donde me detengo y el mundo comienza?».
«¿Hay algo que me separe del mundo?».
«¿Qué soy yo?».
Ten en cuenta que tu mente comenzará a recurrir a recuerdos pasados, experiencias pasadas, escenas visuales y sensaciones, rumores e imaginación. Deja que todos estos pensamientos, imágenes y sensaciones se alejen mientras te concentras por completo en tu experiencia del momento presente.
Es posible que desees escribir estas preguntas. Luego, cierra los ojos mientras contesta lentamente cada una.
A medida que abandonas todos los pensamientos, verás que cada pregunta no puede responderse de la misma manera que respondiste alguna vez. Verás que eres ilimitado: simplemente no puedes ser definido. ¿No es ese un descubrimiento sorprendente?

Cuando probé por primera vez muchas de estas actividades de autoconciencia espiritual, me sentí incómodo y con cierta incertidumbre. Mi consejo es que seas paciente contigo mismo. Es poco probable que seas perfecto desde el principio, y a menudo necesitarás un poco de práctica para sentir que has progresado.
Por ahora, pregúntate: ¿Cómo hago para convertirme en una persona más consciente de sí misma?».