La práctica de la meditación puede ser muy beneficiosa para todos. Enseñar a meditar a niños desde una edad temprana puede marcar sus vidas en muchos aspectos. No solo les ayuda a ser más conscientes de sus emociones y a controlarlas, sino que también puede fomentar su empatía y comprensión hacia los demás. Además, la meditación puede reducir los niveles de estrés y mejorar su capacidad para concentrarse en el momento presente.
Beneficios de la meditación en los niños
- Mejora la concentración y la atención: La meditación puede ayudar a los niños a mejorar su capacidad para concentrarse y prestar atención a las tareas y actividades que realizan.
- Reduce la ansiedad y el estrés: La meditación puede ayudar a los niños a reducir su nivel de ansiedad y estrés, lo que puede ser especialmente beneficioso para aquellos que experimentan problemas emocionales o de comportamiento.
- Fomenta la empatía y la compasión: La meditación puede ayudar a los niños a desarrollar habilidades sociales, como la empatía y la compasión, lo que les permite relacionarse mejor con los demás.
- Mejora la calidad del sueño: La meditación puede ayudar a los niños a dormir mejor y a tener un sueño más reparador, lo que puede ser especialmente beneficioso para aquellos que experimentan problemas de sueño.
- Fortalece el sistema inmunológico: La meditación puede ayudar a fortalecer el sistema inmunológico de los niños, lo que puede ayudarles a combatir mejor las enfermedades.
- Fomenta el autocontrol: La meditación puede ayudar a los niños a desarrollar habilidades de autocontrol y a gestionar mejor sus emociones y comportamientos.
- Mejora el rendimiento académico: La meditación puede ayudar a mejorar el rendimiento académico de los niños, ya que puede mejorar su capacidad para concentrarse y prestar atención en clase.
A los niños, especialmente a los jóvenes, la idea de permanecer en silencio durante media hora no les es exactamente algo atractivo. Afortunadamente, existen algunas formas fáciles de presentarles los beneficios de la meditación. Sigue estos pasos y darán los primeros pasos hacia la práctica de meditación que les ayudara sin saberlo en su edad adulta y adolescente.
10 Consejos de como enseñar a meditar a niños
1. Desmitificar el proceso
Si quieres enseñar a tu hijo a meditar, es importante dar un buen ejemplo. Deja que te vea meditar y explícale cómo te sientes después. Si no haces esto parte de tu propia rutina diaria, ¿Por qué debería él hacerlo?… Siempre es importante practicar lo que se predica.
2. Introducir conceptos simples de conciencia
Una de las mejores formas de introducir el concepto de meditación y así enseñar a meditar a niños, es a través de actividades lúdicas que fomenten la atención plena. Por ejemplo, puedes acostarte con tu hijo y observar juntos las nubes en el cielo, convirtiéndolo en un juego y animándolo a concentrarse en las formas cambiantes de las nubes, tratando de no distraerse con nada más.
Otra actividad que puedes hacer es introducir la conciencia del sonido. Haz que tu hijo cierre los ojos y se concentre en escuchar los sonidos que hay a su alrededor. Pídele que describa los sonidos que puede escuchar y que intente identificar de dónde vienen. También pueden notar la ausencia de un sonido cuando este se detiene. Esta actividad ayudará a tu hijo a desarrollar gradualmente la atención plena y a disfrutar de momentos de tranquilidad y silencio.
3. Obtén una guía en los famosos
Muchas celebridades han adoptado la práctica de la meditación como parte de su rutina diaria. Desde Kobe Bryant hasta Katy Perry y Kourtney Kardashian, hay músicos, deportistas y actores de todo tipo que reconocen los beneficios de la meditación. Puedes investigar si alguna de las celebridades favoritas de tu hijo medita y compartir esta información con él. Si tus hijos son lo suficientemente mayores, puedes hacer que descubran por sí mismos quiénes son las celebridades que meditan. Esto puede convertir la meditación en algo interesante y atractivo para ellos.
4. Crea un rincón de meditación
Una vez que tu hijo esté interesado en probar la meditación, puedes ayudarle a crear un espacio en su habitación dedicado a la meditación. A los niños les gusta encontrar objetos especiales o tesoros de la naturaleza para colocar en su pequeño altar de meditación. Puedes ayudarle a conseguir estos elementos y, si lo desea, puedes comprar o crear una almohada especial para que la use solo durante la meditación. Esto ayudará a que tu hijo se sienta cómodo y en paz mientras medita.
5. Busca un buen momento
Es importante elegir cuidadosamente el momento para las primeras sesiones de meditación de tu hijo. No tiene sentido ponerlos en una situación de estrés o ansiedad al sugerirles que mediten cuando estén emocionados o apurados. Un buen momento puede ser justo antes de acostarse, cuando están más tranquilos, pero también puedes elegir cualquier momento del día en el que tu hijo generalmente esté relajado y calmado. De esta manera, tu hijo podrá concentrarse en la meditación y disfrutar de los beneficios que esta práctica puede ofrecerle.
6. Crear una rutina
Al igual que con cualquier otro hábito, establecer una práctica de meditación requiere un poco de esfuerzo y compromiso, pero será más fácil si tu hijo sabe cuándo esperar el tiempo de meditación. De esta manera, tu hijo podrá anticipar y esperar la meditación, lo que aumentará su motivación y compromiso con la práctica. No debemos olvidar tampoco que son niños.
7. No crees unas expectativas demasiado altas
Al principio, unos pocos minutos de meditación son suficientes para empezar. No esperes que tu hijo se siente durante mucho tiempo y evita mostrar desilusión si no lo hace. La práctica de la meditación es un proceso gradual y debe realizarse con paciencia. Es importante que elogies y animes cualquier momento de meditación en el que tu hijo participe, sin tratar de forzar la práctica. Con el tiempo, tu hijo irá aumentando la duración de la meditación de forma natural.
8. Sé imaginativo
A muchos niños les encantará si los guías en un viaje de meditación. Como guía, podrás crear algunos viajes hermosos y divertidos para que emprendan juntos, y permitirles que sus mentes se eleven. Con el tiempo, si tu hijo tiene la edad suficiente, podrá crear sus propios viajes de meditación guiada. Esto les permitirá expresarse y explorar su creatividad, mientras practican la meditación.
9. Elija algunos audios de meditación guiada para los niños
Si prefieres usar audios de meditación guiada para niños, hay muchas opciones disponibles en internet para elegir. Elije algunas que creas que tu hijo disfrutará y agréguelas a su repertorio de opciones de meditación. También puedes considerar la posibilidad de crear tu propia pista de meditación guiada, ya que esto puede ser una actividad divertida y creativa para compartir con tu hijo.
10. No limite las opciones de su hijo
Es importante recordar que puede que tu hijo no este cómodo con la meditación sentada. A los niños les encanta moverse, por lo que puedes animarle a encontrar momentos de meditación en movimiento. Por ejemplo, mientras está en el columpio o caminando por el patio. La meditación en movimiento puede ser igual de efectiva que la meditación sentada, y puede ser una excelente manera de ayudar a tu hijo a encontrar la calma y la atención plena.
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Si seguimos estos diez consejos, podremos iniciar de una manera suave los beneficios de la enseñar a meditar a niños , incluso al más pequeño. Nunca es demasiado temprano para comenzar. Compartir un momento de meditación con ellos es algo que nos unirá. Recuerda que la meditación puede ayudar a los niños a desarrollar una mayor conciencia de sí mismos y de sus emociones, lo que puede ayudarles a tener una mejor calidad de vida en general. No olvides tampoco que son niños.
Con el tiempo, es posible que observes una disminución en los niveles de estrés de tu hijo, un sueño más reparador, mayor capacidad de atención y un comportamiento mejorado. Los beneficios de la meditación son amplios y valiosos para tu hijo, por lo que… ¿Por qué no empezar a practicar hoy mismo?