El Perdón y la Redención

Durante años he estado escribiendo sobre el perdón y de como éste es enérgico y no emocional, de como es necesario el perdón para cruzar el puente de 4ª dimensión hacia dimensiones superiores, y de como nos permite liberar a nuestros socios kármicos, y los contratos con almas cercanas y ciclos kármicos. Pero todos nos quedamos atascados en alguna parte de ese proceso, ya que comenzamos con intenciones poderosas que se desvanecen cuando nos encontramos cara a cara con nuestros socios kármicos y revivimos el dolor de nuestro karma. A pesar de que entramos en estas situaciones queriendo perdonar y liberar, nuestras emociones se apoderan y queremos la redención, para saber que se arrepienten de sus acciones y están dispuestos a expiarel dolor que nos han causado. Queremos confiar en ellos, queremos una nueva verdad acerca de nosotros mismos, la cual pensamos que ellos nos pueden dar, y nos conformamos con una solución de compromiso mientras nuestro perdón adquiere condiciones que nos mantienen en nuestros ciclos kármicos.

No es fácil perdonar a alguien que nos ha herido, y liberar toda la situación sin mirar hacia atrás en lo que podría haber o hubiera sido si ellos hubieran sido diferentes. Dependiendo de qué tan involucrado emocionalmente estamos, o lo mucho que esperamos de esa persona, la línea entre el perdón y la redención se desdibuja pues nos paramos en la posibilidad del perdón queremos darles una oportunidad más para ‘hacerlo bien’ o adoptar la superioridad moral, antes de dejarlos ir. Pero estamos haciendo esto para nosotros, no para ellos, porque queremos el reconocimiento de nuestra propia verdad – que merecíamos de ellos algo mejor.

Pero esta vida es como todas las otras vidas, donde nuestros socios kármicos se adhieren a su propósito, para hacer lo que haya que hacerse para crear el espacio energético para nuestra sanación y transformación, conduciéndonos a nuestra liberación del karma a través del perdón. Pero ignoramos este potencial porque nuestro ego herido desea validación, quiere que ellos jueguen bien, sean amables, y muestren consideración por nuestros sentimientos. Queremos ser capaces de confiar en ellos y por eso, necesitan redimirse, ser agradables y no hacer lo que sea que hicieron en el pasado. Así creamos oportunidades de redención y hacemos nuestro perdón condicional de si alguien está dispuesto a cambiar.

La necesidad de redención es real y poderosa, basada en nuestra profunda herida y en nuestro deseo de saber que somos dignos de amor, bondad y compasión. No vamos a encontrar esas cosas a través de la redención, pero podemos crear sanación y liberación a través del perdón. La energía polar del perdón es el resentimiento; la energía polar de la redención es la aceptación. Si somos capaces de construir nuestro amor propio y valía hasta el punto en que podemos ser energéticamente “a prueba de balas”, aceptar las acciones de nuestros socios kármicos como su verdad, y dejarnos ir, el amor, la alegría, la paz, la bondad, la compasión, y la validación que buscamos será nuestra, en las nuevas relaciones con nuevos socios libres de karma.

Por Jennifer Hoffman

16 de Noviembre 2014
http://enlighteninglife.com

Traducción: Marcela Borean

Fuente: Soy Espiritual

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