La poesía que libera el alma
“Dicen que para ser poeta hay que bajar alguna vez al infierno. La primera vez que entré en la cárcel no me sorprendió ni el ruido de los candados, ni las puertas que se iban cerrando, ni las rejas, ni nada de todo lo que yo me había imaginado».
La poesía que libera el alma es un escrito de Cristina Domenech coordina talleres de escritura en una cárcel argentina. Esta historia nos cuenta la conmovedora historia de ayudar a las personas encarceladas a expresarse, a entenderse a sí mismos… y a regocijarse en la libertad de la palabra. Atención con una lectura muy intensa de uno de sus estudiantes, un interno, ante un público de 10 000 personas.