Existe un pulso a nuestro alrededor, que sin darnos cuenta, conecta con todos los seres vivos. Es el latido del planeta que se manifiesta a través de toda la vida. A este fenómeno se le conoce como Resonancia Schumann y resuena en todos nosotros. Cuando sintonizamos con estas frecuencias que se encuentran a nuestro alrededor, nuestra vida se vuelve más armónica. Sin embargo, la falta de sintonía con estas frecuencias naturales, pueden llevarnos a desequilibrios en nuestro cuerpo energético.
La resonancia Schumann desempeña un papel en la regulación de los ritmos biológicos de todos los seres vivos, incluidos los seres humanos y está relacionada con la actividad cerebral, el bienestar y la salud humana en general.
En este artículo vamos a explorar la relación entre la Resonancia Schumann y las ondas cerebrales, así como la forma de restablecer la armonía con las frecuencias naturales del planeta para mejorar la salud y el bienestar.
¿Qué es la resonancia de Schumann?
La Resonancia Schumann es un fenómeno natural que se produce en la atmósfera terrestre. Recibe su nombre en honor a Winfried Otto Schumann, quien predijo su existencia en la década de 1950. La Tierra y su atmósfera actúan como una cavidad electromagnética resonante, donde se generan pulsos de energía electromagnética a determinadas frecuencias.
Estos pulsos se generan principalmente por la actividad eléctrica en la ionosfera, una capa de la atmósfera compuesta por partículas cargadas eléctricamente. Los rayos y las descargas eléctricas asociadas con las tormentas en la Tierra generan una gran cantidad de energía electromagnética que se propaga por la ionosfera. Esta energía se refleja entre la superficie de la Tierra y la ionosfera, creando ondas estacionarias que se superponen y crean una frecuencia de resonancia predominante.
La frecuencia principal de la Resonancia Schumann se encuentra aproximadamente en el rango de 7.83 Hz, aunque también existen armónicos a frecuencias más altas como 14.3, 20.8, 27.3 y 33.8 hertzios. Es importante destacar que estas frecuencias están en el rango de las ondas cerebrales conocidas como «Ondas Alfa» (8-12 Hz), que están asociadas con un estado de relajación y bienestar.
El pulso o ritmo natural de nuestro planeta.
Las resonancia Schumann es el pulso que une a todos los seres vivos. Sin embargo, perdemos la armonía con esta resonancia cuando creamos en nosotros mismos un patrón que interfiere con nuestro campo electromagnético y el de la Tierra. Esto sucede cuando bloqueamos una parte de nuestra propia energía debido a emociones de baja frecuencia, como el miedo, la culpa, la vergüenza, la ira y patrones de creencias limitantes.
Estos obstáculos, temores y creencias que nos limitan pueden originarse en nuestras experiencias personales, en las relaciones que tenemos con otros, en circunstancias de la vida e incluso en el cómo nos percibimos físicamente. Estos factores también afectan a nuestro funcionamiento mental y a la actividad de nuestras ondas cerebrales. Cuando estos obstáculos se activan, envían señales a nuestro sistema endocrino para que nuestro cuerpo produzca ciertas hormonas.
Estos bloqueos nos desvinculan del ritmo natural del planeta y generan una alteración en nuestro campo electromagnético. Como resultado, nos apartamos de la alineación que mantenemos con el ritmo natural del planeta, lo cual tiene un impacto en nuestra fisiología, neurobiología y química corporal.
Ondas cerebrales y los diferentes estados de Conciencia.
Las resonancias naturales del planeta pueden cambiar la actividad de nuestras ondas cerebrales. Cuando nos relajamos en la naturaleza, permitimos que nuestro sistema entre en resonancia con el sistema más grande del planeta.
El simple hecho de «dejarnos llevar» por la naturaleza, nos abre a cambios en nuestra frecuencia de ondas cerebrales que pueden conducir a cambios a largo plazo en nuestro procesamiento mental. Recuerda, la resonancia de Schumann ocurre a 7, 14, 20, 27, 33, 39 y 45 Hz. Cada una de estas frecuencias se correlaciona con un estado de onda cerebral diferente y, por lo tanto, con un estado de conciencia diferente.
La Resonancia Schumann se correlaciona con nuestras ondas cerebrales. Cada longitud de onda se asocia con un estado de conciencia diferente.
- La onda cerebral Delta (0–4 Hz) está asociada con la mente inconsciente. Está relacionada con el sueño profundo y la relajación extrema. Las ondas delta están asociadas con la restauración física y mental, la liberación de hormonas de crecimiento y la regeneración celular.
- Las ondas cerebrales Theta (4–7,5 Hz) están asociada con la mente subconsciente y con el estado de sueño ligero o meditación profunda. Incluye el estado de sueño REM y está relacionado con la intuición, la memoria, la creatividad, la intuición, los sueños vívidos y la memoria a largo plazo.
- Las Alfa (7,5–12 Hz) se consideran la puerta de entrada a la mente subconsciente. Se asocian con la meditación ligera y profunda, la relajación y la visualización. Potencian la creatividad y el súper aprendizaje. Son ondas de frecuencia media que se producen cuando estamos en un estado de relajación y calma.
- Las ondas cerebrales Beta baja (15–18 Hz) también están relacionadas con el estado hipervigilante de la respuesta al estrés al «luchar o huir» de ciertas situaciones. Esta respuesta elimina la información de neustro alrededor, creando una visión de túnel y sentimientos de estrés, tensión y ansiedad.
- Afortunadamente también existe la frecuencia Aura dentro del rango Beta. La frecuencia del aura (20–21 Hz) es la frecuencia definitiva del «dejar ir«. La frecuencia del Aura libera ciertos bloqueos y afecta a todas las otras frecuencias aumentando generalmente la amplitud y la variabilidad. Funciona en asociación con la frecuencia de ondas cerebrales Gamma para traer la consciencia de unidad.
- Las ondas cerebrales Beta alta (23–38 Hz) están asociadas con los pensamientos y el estado de vigilia, en su mayoría cuando nos vamos del momento presente, ya sea hacia el pasado o preocupándonos por el futuro. Desafortunadamente, durante nuestra vida diaria la mayoría de nuestros pensamientos ocurren dentro de esta frecuencia de ondas cerebrales.
- Las Gamma (38–44 Hz) está relacionada con el aprendizaje, la recuperación de la memoria, la intuición, la concentración y el procesamiento rápido de la información. Es la frecuencia de unión del cerebro, que permite que diferentes funciones cerebrales se interconecten de una manera fluida. Genera una onda estacionaria que une todas las áreas del cerebro para generar sentimientos de unidad, bienestar y conexión.
Por lo tanto, cuando nos relajamos en la naturaleza, creamos la oportunidad para un avance en nuestra conciencia. A medida que las Resonancias de Schumann nos ayudan a que nuestro cerebro se sincronice y entre en armonía, naturalmente comenzaremos a tener más momentos de claridad y comprensión profunda. Además, cuando esto se combina con el ‘dejar ir‘ y el soltar de las situaciones estresantes diarias, se abre una puerta para salir de ellas.
Sincronización de vibración
Dentro de los numerosos efectos en la naturaleza, la sincronización es uno de los más comunes observados en diversos sistemas del planeta. La sincronización se refiere a la relación entre dos objetos que se unen y oscilan al unísono en el tiempo. Este fenómeno ocurre cuando existe una relación de fase constante entre ambos objetos.
Cada persona en este mundo emite su propia frecuencia de vibración, la cual se origina a partir de sus pensamientos y emociones. Cuando nuestra vibración es baja debido a emociones como la ira, el miedo, el estrés o la envidia, puede convertirse en un ciclo del cual es difícil salir. Es por eso que a veces nos quedamos atrapados dándole vueltas a un problema en nuestra mente y nos cuesta encontrar una solución. La mente genera emociones, estas emociones generan vibraciones y luego la mente se sintoniza nuevamente con esas vibraciones.
Cuando logramos que nuestras ondas cerebrales se sincronicen con la Resonancia Schumann, podemos experimentar un cambio en nuestro estado general. Esto nos permite generar ondas cerebrales que nos llevan a un estado de relajación profunda, y al mismo tiempo, nos conducen hacia vibraciones más elevadas en nuestra mente y emociones.
La desarmonía colectiva
Actualmente, el aura humana colectiva está fuera de la armonía con el pulso del planeta. Como especie, somos adictos al estrés, corriendo de una cosa a otra con una demanda urgente. Generamos un patrón de inferencia entre nuestra especie y toda la vida en la Tierra.
Es difícil encontrar un lugar en la Tierra que no se vea afectado por este campo colectivo. Sin embargo, podemos contribuir con frecuencias de alta vibración armoniosas para crear una onda a través de este campo en apoyo del todo.
La forma más rápida de salir del estrés es a través de la respiración. Nuestra mente sigue a nuestra respiración, y cuando nos encontramos estresados, muchas veces nos olvidamos del cómo respirar. A través de la respiración podemos cambiar el sistema nervioso simpático de un modo de lucha a una respuesta del sistema nervioso parasimpático de relajación. Una de las formas más rápidas de hacer esto es reducir la velocidad de la respiración, inhalando contando cuatro y exhalando hasta seis.
Además existen muchas herramientas para reconfigurar nuestra mente subconsciente y liberar bloqueos de energía y así apoyar la creación de una armonía colectiva. Además, independientemente de las herramientas que utilicemos, el proceso se mejora al realizarlo en un entorno en la naturaleza.
Respiración consciente de 3 minutos – Aliento de la naturaleza
Cuando estamos estresados, olvidamos el cómo respirar correctamente. Nuestra respiración se vuelve superficial, agitada y nuestras células se desoxigenan. Nos olvidamos de que somos uno con toda la vida. Podemos usar nuestra respiración y el poder de la naturaleza para restablecer nuestro sistema nervioso.
- Ve a un lugar en la naturaleza donde te sientas tranquilo y seguro. Un lugar que te inspire y te abra el corazón.
- Reconoce a todos los seres vivos que habitan en ese lugar y pide permiso para estar allí. Usa tu intuición para sentir, saber, ver o escuchar la respuesta de la Tierra. Confía en la respuesta. Si tu intuición te dice que te vayas, muévete a otro lugar. Si te sientes intuitivamente bien, quédate y ponte cómodo.
- Coloca tus manos sobre tu vientre y toma 3 respiraciones yóguicas grandes y profundas, inhalando contando hasta 4 y exhalando hasta 6. Pon el ritmo en el que te sientas mas cómodo. Deja que con cada respiración, se vaya un suspiro audible parecido a un silbido y deja que tu cuerpo se relaje y se hunda aún más profundamente en la Tierra.
- Haz que tu respiración regrese a su propio ritmo natural, como las olas del mar rodando suavemente sobre la arena de la playa. Deja ir los pensamientos a medida que surjan concentrándote en el sonido de tu respiración. Céntrate profundamente en tu vientre, en el centro de tu ser. Suelta, confía y permite.
- Pide una conexión energética consciente con la Tierra. Pídele que venga a ti. Puedes sentir un cambio de energía en tu cuerpo, ver algo, escuchar palabras, experimentar un hormigueo o un cambio de temperatura. Lo que sea para ti es perfecto. Permite que cualquier sentimiento o sensación se mueva a través de su cuerpo.
- Respira.
- Permite que la Tierra te sostenga. Siéntela en el espacio que te rodea. Estás a salvo. No estás solo. Inhala seguridad, exhala paz. Inhala amor, exhala gratitud.
- Mantén durante lo que creas conveniente, esta consciencia de ti y del planeta.
- Cuando acabes, agradece y sal de este trabajo de respiración consciente y union con el planeta.
Realiza esto regularmente y permítete reducir la velocidad en tu vida. Date el regalo de la respiración consciente en la naturaleza todos los días. La mente sigue la respiración y la conciencia es la luz de la transformación.