Si vivimos la vida pensando en los sucesos del pasado y en lo que nos deparará el futuro nos perderemos todo lo bueno que puede tener estar en el presente. John Lennon decía: «La vida es lo que pasa mientras estás haciendo otros planes». Tienes una sola vida aunque a veces te empeñes en dividirla en tres y cargar a tus espaldas la vida que tuviste, la que tienes y la que tendrás.
La que tuviste es importante porque de ella has sacado la experiencia, aprendido de tus errores y es el baul de los buenos momentos vividos. Pero no te sirve si te culpas por lo que pudiste haber hecho y no hiciste. Esas piedras en tu mochila no te permiten avanzar.
El pasado es el instante anterior a todo lo que haces. Es la vivencia que no se repite. Por ello sólo tiene valor en tu presente si es para que el recuerdo te reconforte. Nada de lo que has vivido o dejado de vivir tiene ahora cabida.
El pasado ya pasó
La vida que tendrás, es la que está por venir y sólo puedes construir un presente que te acerque a ese futuro que deseas. Pero nada está garantizado, porque el futuro es siempre lo que aún no ha sucedido. No puedes vivir aún en ese futuro porque es lo que se va construyendo de la suma de todos tus momentos presentes, dónde tienen peso propio tus decisiones.
Estar en el presente es lo único que te permitirá vivir plenamente, disfrutando todo lo que de bueno, y menos bueno, la vida te ofrece.
No dejes pasar la vida esperando a vivirla
Por eso es importante que comprendas que sólo tienes tu ahora, este presente absolutamente tuyo y de ti depende aprovecharlo a tu favor.
Dejar de hacer las cosas que deseas, esperando a que las circunstancia sean favorables, es dejar pasar la vida mientras haces planes.
Si a cada día de tu vida le das el privilegio inmenso de lo que no se va a repetir y lo vives con la consciencia total de que será único, podrás darle todo el valor que se merece. Te ocuparás de estar atento para poder sacarle el mayor partido a estar en el presente, en tu «ahora».
Las emociones negativas no nos dejan ver las oportunidades
Aunque no puedas detener el calendario, tienes la capacidad de estar en el presente de una manera especial. Podemos dar una oportunidad a la oportunidad que se te ofrece en cada momento.
El grado de confianza que tengas en ti, la ausencia de miedo y la ruptura con las creencias que te limitan, te ayudará a saber qué hacer en cada instante. Esta inversión del tiempo presente a tu favor tiene el efecto del ladrillo que hace posible una preciosa casa.
Las emociones negativas y los pensamientos dolorosos son el lastre. Te enganchan en el pasado y en el futuro, mientras te ahogas en el mar de las indecisiones. Dejas de estar en el presente y de aprovechar todo lo que se te ofrece.
Quiero darte una pauta que puedes aplicar a todas las tareas de tu día para disfrutar cada minuto.
Rescatar la capacidad de tomar conciencia del estar en el presente
Te invito a hacer el ejercicio del presente absoluto. Este consiste en centrarte en lo que estás haciendo en este momento. Te ayudará a gestionar mejor el estrés y te dará claridad mental que son las dos claves para ejecutar con éxito en tus tareas diarias.
Comienzas un día normal. Te despiertas y tomas consciencia de que ya estás en otro estado, pasas de dormir a despertar. Si tu ritual es ir a la ducha, aunque tu tiempo sea limitado, siente el agua y disfruta del privilegio que supone poder hacerlo. Una vez que termines, al salir del baño, suponte que pasas a la cocina a preparar tu desayuno. Ahi la energía es otra. Tu presencia tiene que ser plena porque la atención que prestes a tu primera comida, te predispone para el resto del día.
Una vez sales a la calle, cierra la puerta de tu casa y siéntete en el exterior. Ya estás fuera, otro estado otra energía. Presta atención a cada momento que hace que vaya tomando forma tu día, y sobre todo ten en cuenta que cada vivencia se puede reconducir para darle la vuelta y que acabe bien. Sólo es cuestión de ejercitarte emocionalmente y no engancharte al dolor, a la rabia o a la frustración.
Motivos para ser feliz aquí y ahora al estar en el presente
Tienes muchos motivos para estar alegre. Sólo tienes que darte cuenta y el bienestar que produce lo cotidiano, como el simple hecho de estar viviendo ese día. A partir de ahí puedes seguir creando tu felicidad.
Como todo lo que se quiere cambiar, es mejor ir incorporando esta manera de vivir de forma paulatina. Tu subconsciente tiende siempre a hacer que te quedes en esa zona de confort, dónde vuelves a funcionar con las viejas costumbres que no siempre te aportan salud física y emocional. La fórmula es desear hacerlo, ponerse en acción y sembrar buenas semillas en este absoluto irrepetible y único presente.
Marta Sergiani
Fuente: En buenas manos
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