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Los Cuerpos sutiles inferiores y su relación con los Elementos

Estos tres cuerpos: etérico, mental y emocional, forman una sola unidad. Los hemos estudiado separadamente para entender su función, pero constituyen un solo cuerpo.

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El hombre es un ser de una naturaleza séptuple. Esta constituido por siete cuerpos, tres superiores y cuatro cuerpos sutiles inferiores. Estos cuerpos están relacionados con siete elementos y de acuerdo a la naturaleza de cada cual, van tomando diversas formas. En este artículo vamos a ver como se disponen los cuatro cuerpos inferiores en relación a los cuatro elementos.

Las 4 formas elementales

El elemento Tierra

El estado en que se encuentra el elemento tierra, es el solido. De igual forma, uno de nuestros cuerpos sutiles inferiores, está construido del elemento tierra. Este es nuestro cuerpo físico. Es el encargado de ejecutar nuestros actos en el mundo físico. Funciona a través de los cinco sentidos, vista, olfato, oído, tacto y gusto, y se desenvuelve en el mundo de la Materia, en la tercera dimensión.

El elemento Fuego

El fuego es donde tiene el origen y el fin de todos los procesos en el mundo de la Naturaleza. Hace posible la construcción del primero de nuestros cuerpos sutiles inferiores: El cuerpo etérico. El cuerpo etérico es la contraparte del cuerpo físico, es la figura verdadera del ser y está encargado de los procesos de restauración, mantenimiento y equilibrio del cuerpo físico. Contiene los siete chakras o siete generadores de energía, y se convierte a través de ellos, en un intermediario entre los mundos divinos y el mundo material del hombre.

El estado en que se encuentra el elemento fuego, es el estado etéreo.

El elemento Aire

Se encuentra en un estado gaseoso y el cuerpo del cual está constituido es nuestro cuerpo mental. Nuestro cuerpo mental se encarga de procesar todas las formas de pensamiento. El principal instrumento de la mente son los pensamientos y otro de sus instrumentos es la imaginación. Allí, en ese cuerpo mental, se encuentra la sustancia que está capacitada para albergar éstos pensamientos que tienen forma, color, duración y sonido, porque cada vez que generamos un pensamiento, éste sale al ambiente y si es bueno, lo iluminará, y si es malo, lo ensombrecerá. Todos los pensamientos positivos son de formas y colores bellos y hermosos. Tienen una alta velocidad y responden a las notas mas altas dentro de la escala musical.

En cambio, aquellos pensamientos negativos, como de crítica, de bajas pasiones, de orgullo, de ira, de codicia, son de formas y colores opacos y obscuros. Así mismo sus velocidades son muy lentas, y de igual forma, están conteniendo sonidos muy graves dentro de la escala musical, aquellos sonidos más bajos.

El elemento Agua

Se encuentra en el estado líquido. De éste elemento se construye la sustancia emocional, es decir, de nuestros cuerpos sutiles inferiores es el cuerpo emocional. El cuerpo emocional es aquel que tiene por finalidad, construir sentimientos y emociones bellos y hermosos y todas aquellas manifestaciones que dan felicidad como son la creatividad, la belleza, la armonía, la paz, el perdón, la misericordia y la comprensión. Todo aquello que produzca belleza y felicidad, es precisamente un producto de un manejo adecuado de nuestro cuerpo emocional.

Los cuerpos sutiles inferiores

cuerpos sutiles inferiores

El cuerpo Etérico

El cuerpo etérico está constituido del elemento fuego. Se encuentra en la cuarta dimensión. Es la contraparte del cuerpo físico y es la figura real del ser. Tal y como es ahora nuestro cuerpo etérico, es nuestro cuerpo físico. Es el cuerpo de las memorias. Allí se encuentran registradas todas las experiencias que el ser ha vivido en sus incontables vidas, a lo largo de toda su evolución.

Es el retroalimentador de la energía, ya que traduce los pensamientos y sentimientos del ser humano, en forma de líneas eléctricas energéticas, y éstas a su vez, son copiadas por las células físicas. De tal manera que si nuestros pensamientos son de angustia, de dolor, de odio, de preocupación, quedan registrados en el cuerpo etérico. Luego el cuerpo físico imita lo que ve en el cuerpo etérico, traduciendo ésa angustia, esa ansiedad, esa preocupación, en úlceras, en cánceres y en algunas otras enfermedades. Cada vez que el hombre genera resentimientos, remordimientos, o usa mal la energía en contra de sus hermanos, eso no se pierde, todo queda registrado allí. Luego, se van produciendo los efectos en el cuerpo físico, que finalmente es el que va a «pagar los platos rotos», a través de enfermedades, que son precisamente el efecto de ésos remordimientos, resentimientos, auto justificación, etc.

Contiene los siete generadores de energía, que operan como bisagras entre el cuerpo físico y el cuerpo etérico. Es el intermediario entre los mundos superiores, de donde viene la energía que se almacena allí, y el mundo físico de cada ser.

Debemos por lo tanto, cuidar nuestro cuerpo etérico. Y una manera de cuidarlo es no dejando que afloren los pensamientos del pasado, porque como allí se almacenan todos los recuerdos, no dejar que afloren todos éstos recuerdos discordantes, que a veces son precisamente, la charla principal de nuestras veladas donde hablamos del «accidente», «de la pérdida», «del juicio que me hicieron no se cuánto», «de la injusticia que se cometió conmigo», «del daño que me causaron», «¡no es justo que haya hecho esto!».

¿Por qué recordar el pasado?… ¿Qué sentido tiene, por algo que ya no podrá ser ahora en el presente?… ¡Lo que paso… ya paso!. Lo único que cuenta en éste momento es el eterno ahora. Igualmente, pensar en el futuro, preocuparnos, es decir, ocuparnos antes de…, tampoco tiene sentido, ¡Vivamos el presente!… resguardemos nuestro cuerpo etérico a través de la vida en el eterno ahora, en el presente que es lo único real y verdadero.

Otra forma de equilibrar nuestro cuerpo etérico, es a través de la meditación; a través de los ejercicios diarios, que estimulan nuestros chakras que se encuentran allí, en ése cuerpo. A su vez, a través de la respiración sana, de una respiración rítmica y consciente, de tal manera que no respiremos de una forma mecánica, sino que seamos conscientes de cada momento de nuestra respiración, y que aprovechemos ésa energía vital, que se encuentra en el aire, en el oxigeno, en los elementos ocultos, en el hidrogeno, que están presentes dentro de nuestra Atmósfera.

El cuerpo Mental

El cuerpo mental está constituido de la substancia mental… el elemento aire. También se encuentra en la 4ª dimensión. A través del cuerpo mental, son procesados todos los conceptos, opiniones y razonamientos tomados a través de nuestros 5 sentidos del mundo de las formas. Todas aquellas opiniones, conceptos sobre la vida, están almacenados allí. Alberga las formas de pensamiento.

Una manera de enaltecer nuestro cuerpo mental es comenzar a utilizar adecuadamente el gran principio del mentalismo, que afirma que «Todo es mente y el universo es mental».

Antes de que una edificación, por ejemplo, fuera construida, antes de que una ciudad amurallada tomara forma, fue concebida en la mente de un hombre, a través de imágenes, a través de ideas, a través de pensamientos, y a través de palabras. Pero fue precisamente por esos pensamientos que antecedieron, que fue posible que se convirtieran en una realidad.

De tal manera que la máxima casuística o el postulado más grande de la ley del mentalismo es: «¡Pensar es crear!… ¡Allí donde esta tu pensamiento, allí estas tu!… ¡En eso que tu piensas, en eso te conviertes!…».

Si tu piensas que vives de malas, que la suerte no te acompaña, que naciste con mala estrella, que tu destino está torcido, así será tu vida, porque aquello que pensamos es precisamente lo que se manifiesta en nuestra propia vida.

Así mismo, si pensamos que nadie nos quiere, que nos odian, que nos miran mal, estamos igualmente provocando ésa condición en nuestra propia vida. Sin embargo, si pensamos que somos felices, que somos saludables, que somos personas propensas a tener opulencia, habrá opulencia, habrá salud, habrá armonía en nuestro propio mundo. Si de pronto somos ricos, tenemos mucho dinero, y de pronto alguien nos convence que somos susceptibles a quedar pobres, y aceptamos ésa idea y la maquinamos día tras día a través de la duda, podemos verdaderamente llegar a la quiebra con toda seguridad.

Entonces a partir de ahí tratamos de auto justificarnos y decir que la quiebra se debe a que nos asociamos con una persona que nos fue deshonesta. También podemos auto justificar ésa quiebra diciendo de pronto que esa fue debida al problema de la guerra, o al problema de la inflación, o al caos económico o a la mala administración política, de todas maneras, nosotros hemos creado ésa condición.

A pesar de estar en la pobreza, si pensamos que podemos recuperarnos, y volver a alcanzar la libertad financiera, ¡Así será!. Mientras no haya dudas, porque la duda es energía reconcentrada, que de igual manera tiene la potestad de crear o de destruir, porque allí también se encuentra el pensamiento. ¡Pensar es crear!. Cada pensamiento que sale al ambiente, si es bueno lo iluminara, y si es malo lo ensombrecerá.

La mente es el pilar de quien aspira a la maestría, y es el pilar, porque la energía del universo solo obedece a la mente. Si pensamos que somos susceptibles de estar enfermos, si pensamos que nos duele la cabeza, ésa misma condición estaremos creando: «¡En eso que piensas, en eso te convertirás!».

El cuerpo Emocional

El cuerpo emocional, está constituido de la substancia emocional del elemento agua. Allí moran todas aquellas posibilidades que nos mueven para llevar una vida perfecta: la armonía, la paz, la belleza, la creatividad, el arte. Surgen como una vorágine de nuestro cuerpo emocional, inundan nuestro ser de paz y alegría.

Sin embargo, el ser humano en general está muy afectado grandemente por aquellas circunstancias que vienen del medio ambiente, de tal manera que su cuerpo emocional es el más susceptible. En el momento en que el que el hombre logre elevarse con una conciencia clara, y empieza a utilizar adecuadamente su mente, y no sea más su esclavo, sino que le hable y le diga: «yo soy tu dueño, de ahora en adelante yo soy el que voy a pensar por ti, y te voy a decir qué es lo que debes y vas a pensar».

Por ejemplo, vamos para el trabajo y decimos: «Se me va a hacer tarde, éste señor no se mueve» y es cuando podríamos afirmar: «Eso no es correcto, no lo puedo aceptar: el tiempo de dios es perfecto», y así será. Puede ser que ese tiempo de espera cuando no se mueve el señor, te lleve por unas situaciones distintas en ese día. Esa espera puede servir para encontrarte con alguien que hace años no veías por ejemplo.

El hombre está prácticamente supeditado al mundo de los deseos. Este cuerpo emocional es el cuerpo de deseos. Cuando el hombre se deja llevar por las cosas aparentes, se deja llevar por su cuerpo emocional a través del deseo, y por su cuerpo mental a través de pensamientos discordantes. Estos pensamientos discordantes de duda, temor, auto justificación o crítica y condenación, se denominan ilusiones mentales. Y éstos deseos o emociones discordantes, como de resentimiento, remordimiento, angustia, carencia, limitación, lujuria, se denominan hechizos. Estos forman cristalizaciones en el plano mental y en el plano emocional, que son traducidas a través del cuerpo etérico, en enfermedades, carencia económica, dolor, situaciones conflictivas.

Los unión de tres de los cuerpos sutiles inferiores o Ello

cuerpos sutiles inferiores

Estos tres cuerpos: etérico, mental y emocional, forman una sola unidad. Los hemos estudiado separadamente para entender su función, pero constituyen un solo cuerpo, que se conoce como el Ello y actúan en la 4ª dimensión. El cuerpo físico se denomina el yo y actúa en la 3ª dimensión. En el momento de la «muerte», el yo se separa del ello y éste vehículo vuelve a su elemento, el elemento tierra.

Sin embargo, nosotros seguimos vivos, en los cuerpos sutiles inferiores o cuerpo astral… en el ello. Y allí, en la cuarta dimensión, al faltar la energía del yo al ello, ocurre la segunda «muerte», donde nuestro cuerpo emocional y mental se desintegra, pasando a su propio elemento aire y agua, y el cuerpo etérico es revitalizado. Después de haber pasado por las aulas del karma y por las bibliotecas cósmicas, nos preparamos para la próxima encarnación.

Influencia de los cuatro elementos en los seres humanos

Las personas que pertenecen al elemento tierra, son seres prácticos, de gran capacidad de trabajo y de una gran resistencia. Tienden mucho hacia la comodidad, hacia la posesión de cosas materiales, luchan por conseguir el confort, llenarse de cantidad de cosas de tipo externo. Los más evolucionados logran superar todo ello, y canalizan su fuerza hacia la creatividad y el servicio.

Las personas que pertenecen al elemento agua, son de temperamento emocional, susceptibles, que fácilmente pueden caer en la sensiblería. Son personas muy afectuosas y cariñosas, que le faltan manos para dar. Cuando no canalizan esto, muchas veces, al dar y no recibir, se sienten incómodos y desarrollan algunas enfermedades como la diabetes, porque son demasiado dulces, pero se sienten mal al no recibir una recompensa por el servicio que prestan.

Las personas que pertenecen al elemento aire, por lo general tienden hacia la poesía, el arte, el teatro. Están más allá que aquí y viven en las nubes. Tienden más hacia las cosas abstractas y son filósofos. Sin embargo, cuando logran canalizarse adecuadamente, se colocan con los pies en la tierra y pueden dirigirse hacia una meta definida, con gran inteligencia, poder de creación, capacidad de análisis y de trabajo, y verdaderamente crean verdaderas obras de arte en sus labores.

Quienes pertenecen al elemento fuego, son seres en verdad apasionados. Estos seres del elemento fuego, por lo general, son los grandes gobernantes y líderes del mundo. Son apasionados por excelencia aunque pueden caer fácilmente en la ira, el orgullo y el deseo de competencia. Pero cuando logran canalizar ésa fuerza, se vuelven hombres modelos, en verdaderos testimonios para sus hermanos, y pueden conducir al hombre a través de su propio ejemplo.

Creado por Juan Martin Gonzalez.

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