Técnicas para pensar en positivo
Pensamiento positivo, ¿eso qué es? Pues ni más ni menos que lo que te separa de estar siempre enfadado, o triste, o infeliz… Sí, se puede elegir si ver el vaso medio vacío o medio lleno, aunque en realidad da igual, la cantidad es la misma, ¿verdad? Los optimistas lo ven medio lleno, valoran lo que todavía tienen por disfrutar; mientras que los pesimistas lo ven medio vacío y solo piensan en lo que ya no tienen. Esta es una clara forma de pensar en la escasez en lugar de pensar en la abundancia. Y es que pensamiento positivo y abundancia están muy relacionados. Pero hoy vamos a ver técnicas para pensar en positivo.
Te recomiendo nuestro artículo de ayer para conocer a fondo todo lo que te contamos sobre qué es el pensamiento positivo y cómo incorporarlo a tu vida. Si ya estás decidido a hacerlo hoy te vamos a explicar algunas técnicas que puedes ir usando poco a poco para ir cambiando la forma de pensar que tienes. Lo ideal es que seas optimista, uses el pensamiento positivo y pienses de forma abundante. Es imposible que así te vayan las cosas mal y que no seas feliz.
Pero pensar en positivo no siempre es fácil y menos si lo que esperas es encontrar la felicidad ya que necesitas entender algunas claves para aprender a ser feliz. Aunque todos nacemos preparados para ello, la sociedad nos crea necesidades que se interponen en nuestro camino de la felicidad (dinero, trabajo, posesiones…) y la vida tiene sorpresas negativas para todos, pero a veces es realmente dura. Y aún y así se puede ser feliz. Porque la felicidad no depende de tu dinero, ni de tus posesiones, ni tampoco de tu salud. Y de eso el autor de nuestro curso Cómo ser feliz y disfrutar la vida sabe un rato. La felicidad es un modo de pensar, y muchas otras cosas que te contamos en el curso y que te aseguro que están al alcance de cualquiera.
Sonreír.
Sí, es lenguaje corporal. Y funciona. Si vas por la vida con el ceño fruncido pasan varias cosas. La primera de ellas es que actúas con el estado de ánimo de la cara que llevas. Y la segunda que se dirigirán a ti como si estuvieras enfadado o que ni siquiera se acercarán a ti. Si vas por la vida con una sonrisa y en cada uno de los momentos de tu vida te paras a sonreír antes de hablar o de pensar nada, la sonrisa te llevará a pensar en positivo.
Si eres capaz de controlar tus pensamientos y lo que dices, sé consciente, y no digas o pienses nada que te borre la sonrisa. Siempre (casi siempre) ve con la sonrisa puesta. Es la mejor forma de pensar, dar y recibir en positivo.
Ser agradecido.
Parece una tontería, pero en cuanto empieces a practicarlo verás los beneficios que tiene. Sé agradecido siempre, con todo. Alguien me dijo una vez que debía ser agradecida con la ropa que tiraba. No suelo tirarla siempre la dono a alguien que pueda aprovecharla o la envío a una aldea en Senegal, donde vive la familia de alguien que ya forma parte de mi propia familia. El caso es que apenas tiro nada de ropa. Y cuando lo hago es porque está rota y no se puede aprovechar. Y me hace sentir culpable. Mal. Mi amiga de Senegal me dijo que tendría que estar agradecida a la ropa de haberla podido usar tanto, del servicio que me prestó, y también agradecida hacia mi propia persona, que evito conscientemente aumentar los residuos del planeta y le doy una segunda oportunidad a casi todo.
Ser una persona agradecida con la ropa me ha hecho llevar mejor aquellas épocas en las que no tenía dinero para comprar nada nuevo y llevaba ropa demasiado vieja como para regalarla. Pero me sentía agradecida por el servicio que me prestaba y porque a parte de eso no tenía otras carencias importantes en mi vida. Ser agradecido implica saber ver la parte buena de las cosas. Buscarla para poder agradecer. Si no tienes práctica en ser agradecido, guarda un rato cada día para escribir una lista de las diez cosas del día que tienes por agradecer. Verás como poco a poco encuentras muchas más razones para ser agradecido. Se te ocurrirán a todas horas y te encontrarás agradeciendo mentalmente su servicio o lo bien que he hacen sentir cosas materiales. Pero también lo harás con los momentos, con las personas…
Compartir
Compartir es otra acto que te hace ver las cosas en positivo. Compartir lo que tienes, los buenos momentos, compartir los malos momentos de otra persona, compartir tu felicidad, tu mundo. Intentar que el mundo de las personas que te rodean sea un poco mejor gracias a ti. Si vives para compartir no estarás solo y podrás compartir la felicidad. La felicidad no es algo que uno tenga que quedarse para uno mismo. Se puede ser perfectamente feliz estando solo y disfrutarla solo, pero créeme, la felicidad, como casi cualquier otra cosa, es mejor compartida.
La clave de todo esto es que te esfuerces al máximo en ver siempre la parte positiva de todo, enfoca tu mirada, concentra tu pensamiento en las cosas buenas y bonitas que te ocurren. No hace mucho hablamos del pensamiento de la abundancia, ponlo en práctica. Lo mejor es que no pienses en lo que te falta ni en lo que no te sale bien sino que te centres en lo que sí consigues. Aunque sean cosas pequeñas y que creas que no tienen importancia. Así se empieza a pensar en positivo. No lo dejes para mañana, empieza hoy mismo.
Fuente: Revista Digital Verdadera Seducción