El chakra del tercer ojo se sitúa en la región del entrecejo, y constituye uno de los siete chakras fundamentales: el sexto chakra, conocido como Ajna. Este chakra se vincula estrechamente con la intuición, la mente, la imaginación y la clarividencia. Su principio espiritual fundamental reza como «Persigue únicamente la Verdad». Cuando este chakra o punto energético se encuentra obstruido, es factible que no logremos percibir la auténtica verdad y realidad que se manifiesta ante nuestros ojos.
Despertar el Tercer Ojo
En los últimos años, se ha generado mucha discusión acerca del despertar del tercer ojo. Se han desarrollado diversas técnicas de meditación, entre las que se incluyen las técnicas de observación propuestas por Osho, así como otras prácticas y ejercicios similares. Sin embargo, en esta ocasión, no nos centraremos en una técnica o meditación específica, sino en la práctica diaria de descorrer el velo de la ilusión y contemplar la realidad en su verdadera naturaleza. El tercer ojo tiene la capacidad de percibir lo que los ojos físicos a veces prefieren ignorar; es capaz de ir más allá de la mera apariencia.
Todos los chakras pueden ser trabajados con el fin de lograr su equilibrio y permitir que la energía fluya sin obstáculos ni bloqueos. No obstante, es esencial tener en cuenta que, aunque este chakra funcione de manera óptima, no garantiza una «visión» completa. Otros factores, como las expectativas, los condicionamientos y los miedos, pueden obstaculizar una visión integral. Estos elementos constituyen el velo de la ilusión o maya, que influye en nuestra percepción.
Maya, el velo de la ilusión
El término maya, que se traduce como ilusión, es empleado por los hindúes para describir el estado en el que erróneamente caemos al identificarnos únicamente con nuestro cuerpo físico. Desde la perspectiva hinduista, la verdadera esencia radica en el alma espiritual, una entidad imperecedera e inmutable que alberga todo el conocimiento, la sabiduría y el amor puro.
Con respecto al potencial de visión asociado al tercer ojo, según la filosofía hindú, somos capaces de percibir a través del tercer ojo o Ajna con la mirada del alma. La premisa consiste en cultivar este chakra (idealmente todos los chakras para mantener nuestras energías en equilibrio) para contemplar la auténtica verdad sin la interferencia de la mente y sus complicaciones, como las expectativas, los miedos y otros elementos que obstruyen la percepción real de la realidad en su estado puro.
Ejercitando el Tercer Ojo
La práctica más enriquecedora para liberar la energía del tercer ojo es abrazar la verdad fundamental del chakra: «solo busco la verdad». Si bien la meditación, el reiki, las técnicas de observación y otros ejercicios resultan sumamente beneficiosos para abrir el tercer ojo, es crucial que al enfrentarnos con la realidad en su autenticidad, no eludamos las situaciones que podrían causarnos dolor. Hacer caso omiso de tales circunstancias únicamente contribuirá a mantener bloqueada nuestra percepción. Cada uno de nosotros posee el potencial de visión a través del sexto chakra Ajna; tan solo necesitamos activar la energía necesaria para permitir el flujo de este chakra.
¿Qué tipo de visión se obtiene?
La percepción a través del tercer ojo puede adoptar diversas formas. Se sostiene que esta capacidad nos permitirá percibir personas, lugares y otros aspectos, aunque esto no siempre se presenta de manera uniforme. La forma en que esta visión se manifiesta varía según la persona, el nivel de desarrollo de este chakra y otros factores. Sin embargo, no se debe anticipar una percepción idéntica a la de ver una película. En ocasiones, esta visión puede provocar una experiencia de «audición», proporcionar una claridad visual sobresaliente o manifestarse en sueños específicos.
Si deseamos lograr la percepción, efectivamente la alcanzaremos. No obstante, el cómo se manifieste es otro aspecto que no podemos controlar directamente. No obstante, lo que sí podemos hacer es practicar a diario y en cada situación el uso de afirmaciones poderosas como «busco exclusivamente la verdad» o «que la verdad se revele ante mis ojos». Estos mantras ejercen una influencia significativa, especialmente al comienzo del proceso, y con el tiempo suelen dejar de necesitar acompañamiento, fluyendo de manera natural.
¿Nos puede Beneficiar Ver a través del tercer ojo?
Desde mi perspectiva personal, considero que siempre es beneficioso, sin importar si concordamos o no con lo que estamos percibiendo, si nos resulta favorable o no, e incluso si nos provoca dolor o no. No obstante, observar la verdad en su estado puro siempre será más propicio. ¿Por qué?… Porque la mente ya está sumida en un cúmulo de confusión, intrincados pensamientos, expectativas y proyecciones, que en conjunto conforman el velo ilusorio que obstaculiza nuestra visión de la realidad.
Exclusivamente al observar la realidad en su autenticidad, tendremos la capacidad de emprender acciones dentro de nuestras posibilidades para aceptarla y, si es nuestro deseo, modificarla. Esta modificación puede aplicarse a nosotros mismos, a situaciones particulares, a nuestra vida en su totalidad o a cualquier otra faceta.
Nuestra consciencia, alma o corazón, sin importar cómo elijamos denominarla, se comunica con nosotros, nos orienta y nos muestra el camino. No obstante, en ocasiones cerramos la puerta a esta comunicación, mientras que la mente, siempre dispuesta, tiende a engañarnos con los recurrentes «autoengaños», perpetuando así el ciclo de autoengaño en el que nos encontramos.
Meditación para Desbloquear el Tercer Ojo…
¿De qué manera influyen las Técnicas de Observación en el Tercer Ojo?
Osho fue preguntado acerca de la conexión entre los dos ojos y el tercer ojo, así como el impacto que las prácticas relacionadas con la observación tienen sobre el tercer ojo.
Para entenderlo adecuadamente, se requiere considerar dos puntos clave. En primer lugar, la energía que fluye en el tercer ojo es en realidad la misma que circula en los dos ojos convencionales: es una única energía. No obstante, esta energía empieza a moverse hacia un nuevo centro, el tercer ojo. Aunque este tercer ojo ya está presente, no funciona de manera activa hasta que los ojos convencionales se vuelvan inoperantes en términos de visión.
La misma energía que se encuentra en los dos ojos debe ser redirigida hacia el tercer ojo. Cuando esta energía no fluye en los dos ojos, tiene la oportunidad de ingresar al tercer ojo, y al hacerlo, los dos ojos convencionales se vuelven ciegos. Están presentes, pero no pueden ser usados para ver. La energía que permitía ver a través de ellos ahora se dirige a través de un nuevo centro, situado entre los dos ojos convencionales. Este centro ya está plenamente desarrollado y puede funcionar en cualquier momento. Sin embargo, requiere de energía para operar, y es precisamente esa misma energía la que necesita ser redirigida.
En segundo lugar, cuando empleas tus dos ojos para ver, estás experimentando la realidad a través de tu cuerpo físico. El tercer ojo no es realmente parte del cuerpo físico; en cambio, es un componente del segundo cuerpo, el cuerpo sutil o sukshma Sharir.
Aunque existe una correspondencia entre el tercer ojo y una ubicación en el cuerpo físico, el tercer ojo no es parte intrínseca de este cuerpo físico. Por esta razón, la fisiología no puede reconocer su existencia, ya que no se encuentra una entidad física en el cráneo que pueda ser identificada como el tercer ojo. En cambio, el tercer ojo pertenece al cuerpo sutil, el sukshma Sharir.
Cuando llega el momento de la muerte, el cuerpo físico fallece, pero el cuerpo sutil, el sukshma Sharir, perdura y se traslada contigo. Este cuerpo sutil experimenta un nuevo ciclo de nacimiento. La liberación del ciclo de nacimiento y muerte solo es posible cuando el cuerpo sutil también muere. De lo contrario, el ciclo de nacimiento-muerte y renacimiento continúa.
El tercer ojo pertenece al cuerpo sutil
El tercer ojo está intrínsecamente ligado al cuerpo sutil. Cuando la energía fluye a través de los ojos físicos, es cuando el tercer ojo comienza a activarse. Esta es la razón por la cual, a través de los ojos físicos, solo puedes observar lo que es tangible, lo material. Los dos ojos son componentes físicos de nuestro ser. Mediante los ojos físicos, solo puedes percibir aquello que tiene una manifestación física.
Solo cuando el tercer ojo está en funcionamiento es posible acceder a una dimensión distinta. En este estado, puedes visualizar aspectos que resultan invisibles para los ojos físicos, pero que son discernibles para los ojos sutiles. Al emplear el tercer ojo en funcionamiento, al mirar a una persona, observas su esencia, su espíritu, no su cuerpo físico. Del mismo modo en que con los ojos físicos ves el cuerpo físico, pero no eres capaz de percibir el alma. Esta dinámica se replica cuando utilizas el tercer ojo para observar: lo que ves no es el cuerpo, sino el ser interior que reside en él.
Es esencial retener estos dos conceptos. En primer lugar, es fundamental permitir que la misma energía fluya a través de un nuevo camino, desviándola de los ojos físicos tradicionales para que atraviese el tercer ojo. En segundo lugar, el tercer ojo no es parte del cuerpo físico en sí. Su lugar es en el cuerpo sutil, el segundo cuerpo, que reside en nuestro interior. Dado que es parte del cuerpo sutil, cuando empleas el tercer ojo para percibir, accedes al mundo sutil. Imagina estar sentado aquí. Si hubiera un espectro a tu lado, sería invisible para tus ojos físicos, pero si el tercer ojo estuviera en funcionamiento, serías capaz de percibirlo, ya que solo a través del ojo sutil es posible ver lo que pertenece a la esfera sutil.
¿Cómo se Relaciona el Tercer Ojo con esta Técnica?
¿De qué manera guarda relación el tercer ojo con la técnica de observación?… Esta conexión es profunda y directa.
De hecho, esta técnica se dirige a la apertura del tercer ojo. Cuando logras que tus dos ojos permanezcan completamente inmóviles, estáticos como piedras, sin ningún rastro de movimiento, la energía cesa su flujo a través de ellos. El movimiento y la vibración en los ojos son el resultado de la actividad de la energía. Si la energía deja de fluir, tus ojos adoptan la apariencia de aquellos de una figura inerte: inamovibles, sin vida.
Mirar un punto fijamente
Enfocar la mirada en un punto específico, sin permitir que tus ojos se desplacen hacia otro lugar, generará una sensación de inmovilidad. De repente, la energía que solía fluir a través de tus dos ojos quedará en reposo. Sin embargo, la energía es intrínsecamente móvil; no puede permanecer estática. Aunque los ojos puedan mantenerse inmóviles, la energía no puede hacer lo mismo. Cuando esta energía, que previamente fluía a través de tus ojos, se encuentra cerrada, busca una vía alternativa. El tercer ojo se encuentra a proximidad, justo entre las cejas, a una profundidad de aproximadamente doce milímetros. Es muy cercano, es el punto más próximo.
Si la energía no puede fluir a través de los ojos actuales, es probable que se dirija hacia el tercer ojo. Esto se asemeja a cuando el agua fluye y se bloquea una salida; encontrará otro camino, aquel que presente la menor resistencia. Este camino se hallará automáticamente, sin necesidad de un esfuerzo directo. Al cerrar el paso a la energía a través de los ojos físicos, la propia energía buscará su recorrido y se desplazará a través del tercer ojo.
Este movimiento a través del tercer ojo provoca una transformación hacia un mundo distinto. Comienzas a vislumbrar cosas que jamás habías visto, a experimentar sensaciones desconocidas, a percibir aromas que no habías olido. Un nuevo mundo, un reino sutil, empieza a tomar forma. Aunque ya existe, permanece velado; el ojo y el mundo sutil están presentes, pero aún no se han revelado.
Apertura Visual del Tercer Ojo
Una vez que accedes a esa dimensión, numerosos aspectos se vuelven perceptibles ante ti. Por ejemplo, si alguien está destinado a fallecer y tu tercer ojo está activo, podrás percatarte de esta situación de manera inmediata. Ningún diagnóstico físico tiene la capacidad de afirmar con certeza que alguien morirá. En el mejor de los casos, las declaraciones médicas se refieren a posibilidades. Quizás mencionen que es probable que ocurra el fallecimiento, y esta evaluación es condicional: «Si sigue por este camino, es posible que muera; si se toma cierta medida, tal vez pueda evitarlo».
Las afirmaciones de los diagnósticos médicos aún carecen de la precisión necesaria en lo que respecta a la muerte. ¿Por qué persiste tanta incertidumbre sobre un fenómeno fundamental?… A pesar de los avances, la ciencia médica todavía está intentando deducir y comprender la muerte a través de síntomas físicos. Sin embargo, la muerte es un evento sutil, no físico. Es un fenómeno invisible, enraizado en una dimensión distinta. No obstante, cuando el tercer ojo está activo, puedes sentir de manera repentina que alguien está en proceso de fallecer. ¿Cómo se siente esto?… La muerte emana una influencia. Si la muerte se avecina, su sombra ya ha comenzado a proyectarse, y esa presencia se vuelve discernible en cualquier momento mediante el tercer ojo.
Cuando un niño nace, aquellos que han practicado de forma profunda con el tercer ojo pueden vislumbrar el momento de su muerte en ese mismo instante. No obstante, en ese instante, la sombra es apenas perceptible. Cuando el fallecimiento de alguien está programado para ocurrir en seis meses, incluso las personas cuyos terceros ojos están solo ligeramente activos pueden vislumbrar la muerte con medio año de anticipación. La sombra se torna más oscura. De hecho, una oscuridad se asienta a tu alrededor, y esta presencia puede sentirse, pero no a través de estos dos ojos físicos.
Viendo Auras con el Tercer Ojo
Mediante el tercer ojo, comienzas a percibir auras. Cuando una persona se acerca a ti, no puede engañarte, ya que lo que expresa carece de sentido si no se alinea con su aura. Aunque afirme que nunca siente enojo, un aura roja podría indicar que está cargado de ira. No puede engañar en relación con su aura, ya que está completamente inconsciente de ella. Cualquier cosa que diga puede ser evaluada a través de su aura, para determinar si es veraz o no. A través del tercer ojo, empiezas a vislumbrar radiaciones, las auras.
En el pasado, este era el método empleado para la iniciación de individuos. A menos que su aura fuera adecuada, el maestro esperaba, ya que satisfacer el deseo del discípulo no era la consideración principal. Aunque alguien quisiera ser iniciado, eso no bastaba a menos que su aura indicara que estaba preparado. Por tanto, durante años el discípulo podía tener que esperar hasta que su aura estuviera lista; su deseo de ser iniciado carecía de relevancia, ya que era un esfuerzo vano. En ocasiones, incluso podría ser necesario esperar a lo largo de varias vidas.
Por ejemplo, Buda resistió durante mucho tiempo la idea de iniciar a mujeres. Pese a las múltiples presiones que enfrentó, mantuvo su postura. Finalmente, cedió y accedió a iniciar a mujeres, pero advirtió: «Ahora mi religión no perdurará más allá de quinientos años; he hecho concesiones. Pero ya que estáis insistiendo, iniciaré a mujeres».
¿Cuál fue el motivo subyacente?… Fue este: la energía sexual masculina puede ser regulada con relativa facilidad. En cambio, el control de la energía sexual en el cuerpo de la mujer es más complejo, dado que la menstruación es un fenómeno regular e involuntario. La eyaculación del semen puede ser controlada, pero la menstruación no puede serlo. Intentar controlarla puede tener efectos adversos en el cuerpo.
Cuando una mujer entra en su período menstrual, su aura experimenta un cambio radical: se torna sexual, agresiva y melancólica; todo lo que posee connotaciones negativas rodea a la mujer, y este proceso ocurre mensualmente. Fue precisamente debido a esto que Buda optó por no iniciar a mujeres. Explicó que resultaba desafiante debido a que la menstruación forma un ciclo recurrente y no puede ser influenciada voluntariamente. Aunque es posible tomar ciertas medidas, en la época de Buda estas resultaban difíciles de implementar. No obstante, en la actualidad es factible.
Por su parte, Mahavira rechazó rotundamente la idea de que una mujer pudiera alcanzar la liberación dentro de su cuerpo femenino. Sostenía que una mujer debía renacer como hombre para lograr la liberación. Por lo tanto, para Mahavira, toda la labor debía centrarse en propiciar el nacimiento futuro en un cuerpo masculino. ¿Por qué? La cuestión giraba en torno al aura.
Iniciar a una mujer conllevaba el riesgo de que cada mes regresara a su estado inicial, invalidando así todo el esfuerzo. No se trataba de una cuestión de igualdad o desigualdad entre hombres y mujeres; esta distinción carecía de relevancia. Para Mahavira, la cuestión central era: ¿cómo brindar ayuda?… Por lo tanto, encontró una solución más sencilla: orientar a la mujer hacia el renacimiento como hombre. Esto se consideraba más sencillo. Significaba que la mujer debía esperar otra vida, y todos los esfuerzos debían centrarse en asegurar su renacimiento en un cuerpo masculino.
Esta opción pareció más viable para Mahavira que iniciar a una mujer, ya que cada mes la mujer retornaba a su estado original y se perdía todo el progreso. Sin embargo, estos dos mil años han impulsado grandes avances, especialmente en el ámbito del tantra.
El tantra ha revelado enfoques distintos y es el único sistema en el mundo que no establece diferenciación alguna entre hombres y mujeres. En lugar de ello, afirma que una mujer puede alcanzar la liberación de manera más accesible. La razón subyacente es la misma, simplemente vista desde una perspectiva diferente.
¿Cómo afectan al Tercer Ojo las Técnicas de mirar?
El tantra sostiene que debido a la regulación periódica del cuerpo femenino, la desconexión de la mujer de su cuerpo es más fácil que en el caso del hombre. La mente del hombre está más conectada con el cuerpo, lo que le permite controlar su sexualidad.
En contraste, la mente de la mujer no está tan entrelazada con el cuerpo. El cuerpo funciona como un autómata en un nivel distinto, y la mujer tiene poco control sobre ello. Es como un mecanismo automático que sigue su curso. El tantra argumenta que esta desconexión le permite a la mujer separarse de su cuerpo con facilidad. Si este desapego, esta fisura, se logra, entonces no hay problema.
Paradójicamente, si una mujer opta por el celibato y se desconecta de su cuerpo, puede mantener su pureza con mayor facilidad que un hombre. Una vez que se logra la desconexión, puede olvidarse completamente de su cuerpo. Aunque el hombre puede desconectarse y controlar fácilmente, su mente está más involucrada en su cuerpo.
Así, aunque puede ejercer control, debe hacerlo constantemente, día tras día. Dado que la sexualidad femenina es pasiva, resulta más sencillo para una mujer relajarse en relación con el sexo. La sexualidad masculina es activa, lo que facilita su control, pero dificulta la relajación.
El tantra ha explorado diversas vías y es el único sistema que afirma que no hay diferencia, que incluso la estructura femenina puede ser aprovechada. En este sentido, el tantra es el único camino que otorga a las mujeres una posición igualitaria. En contraste, la mayoría de las religiones, sin importar sus declaraciones, subyacen en la creencia de la inferioridad de las mujeres.
Ya sea en el cristianismo, el islam, el jainismo o el budismo, esta creencia subyace en el diagnóstico mediante el tercer ojo y el aura: la configuración del aura durante el periodo menstrual.
A través del tercer ojo, eres capaz de ver cosas que existen pero que no son perceptibles por los ojos comunes. Todos los métodos relacionados con la observación impactan el tercer ojo, ya que mirar implica que cierta energía emana de ti hacia el mundo.
Si esta energía se bloquea, encontrará otra vía, y el tercer ojo está justo al lado, listo para participar.
El Tíbet y el Tercer Ojo
En el Tíbet, se practicaban procedimientos quirúrgicos para el tercer ojo. En ocasiones, puede ocurrir que tu tercer ojo esté obstruido y tus ojos se detengan; esto puede generar cierta incomodidad debido a que la energía está presente pero no tiene una vía a través de la cual pueda fluir. En el Tíbet, se desarrollaron ciertas intervenciones quirúrgicas para abrir el pasaje bloqueado. Esta práctica es posible, y si no se lleva a cabo, pueden surgir diversas consecuencias.
Hace apenas dos o tres días, una sannyasin –quien está aquí– se acercó a mí y comentó: «Siento un calor intenso en el tercer ojo». No solo experimentaba la sensación; su piel se había quemado como si alguien la hubiera abrasado desde el exterior.
La sensación de calor, el ardor, se encontraba en su interior, pero había afectado la piel. Se había quemado considerablemente. Ella sentía temor: ¿qué había sucedido? Aunque la sensación era agradable y la calidez era reconfortante, como si algo se estuviera derritiendo, algo había ocurrido; sin embargo, incluso el cuerpo físico había sufrido consecuencias, como si un fuego real lo hubiera tocado.
¿Cuál era la causa? El tercer ojo había comenzado a funcionar; la energía comenzó a fluir hacia él. Durante incontables vidas, el tercer ojo había permanecido inactivo y frío, la energía nunca había circulado a través de él. Cuando la energía comienza a moverse por primera vez, produce calor. Cuando la energía comienza a fluir por primera vez, se manifiesta una sensación de ardor. Debido a que el pasaje debe ser creado y forzado, este proceso puede asemejarse al fuego. Es como energía concentrada que martillea en el tercer ojo.
La India y el Tercer ojo
En la India, se ha empleado polvo de sándalo y otros ingredientes, así como mantequilla purificada y otros elementos, en el área del tercer ojo. A esta marca se le conoce como «tilak». Se coloca justo en el punto del tercer ojo para brindar un frescor externo, de modo que si la temperatura interna aumenta y surge el calor, este no afecte la piel superficial.
No solo existe el riesgo de que la piel pueda quemarse por esto; en ocasiones, incluso se han reportado perforaciones en el cráneo.
Recientemente, me encontraba sumergido en la lectura de uno de los libros más perspicaces acerca de uno de los misterios más profundos de la existencia humana en la Tierra. A menudo se ha planteado la hipótesis de que el ser humano pudo haber llegado de otro planeta, ya que parece improbable que el ser humano evolucionara repentinamente en nuestro planeta.
Resulta poco plausible que el ser humano pudiera haber surgido directamente del mandril o el chimpancé. Además, no existe evidencia de eslabones intermedios, pues si el ser humano evolucionó a partir del chimpancé, debe haber eslabones que ocupen un lugar intermedio, algo que conecte al hombre y al chimpancé. Sin embargo, hasta la fecha, a pesar de los datos y descubrimientos disponibles, no hemos encontrado ninguna estructura corporal, cráneo u otro indicio que funcione como un eslabón entre el chimpancé y el ser humano.
La evolución implica transiciones graduales. Un chimpancé no puede transformarse de manera súbita en un ser humano; debieron haber existido fases intermedias. No obstante, no existe evidencia concluyente, por lo que la teoría de Darwin sigue siendo una hipótesis. La ausencia de un eslabón intermedio sigue siendo una incógnita en la teoría de la evolución.
En el transcurso de la historia, se han planteado propuestas extraordinarias que sugieren que el ser humano pudo haber emergido de manera abrupta en la Tierra. Se han hallado cráneos humanos que datan de tiempos remotos, hace incluso cien mil años. Sin embargo, al compararlos con otros cráneos, no presentan diferencias significativas. Mantienen la misma estructura cerebral y características. En lo que respecta a la estructura del cerebro, parece que la evolución ha sido mínima.
De este modo, da la impresión de que el ser humano surgió repentinamente en el planeta Tierra. Algunos han propuesto que quizás el ser humano proviene de otro planeta. A modo de ejemplo, en la actualidad exploramos el espacio, y si hallamos un planeta habitable, podríamos colonizarlo; en tal caso, el ser humano aparecería súbitamente allí. Me he sumergido en la lectura de un libro que respalda esta sugerencia, y el autor ha encontrado evidencia para sostener su hipótesis.
En relación con este tema de la mirada, existe algo que quisiera compartir. El autor ha descubierto cráneos en México y el Tíbet, ambos con perforaciones en el área del tercer ojo. Estas perforaciones son de tal naturaleza que solo podrían haber sido causadas por una bala de pistola. Estos cráneos tienen una antigüedad de al menos medio millón a un millón de años. Si hubieran sido impactados por flechas, las perforaciones no serían circulares.
Estas perforaciones son tan redondas que es improbable que hayan sido creadas por flechas; solo una bala de pistola podría generar agujeros de esa forma. El autor intenta argumentar que las balas existían hace un millón de años a partir de esto. De lo contrario, ¿cómo habrían sido asesinados estos dos individuos?
Sin embargo, en realidad, esto no prueba la existencia de balas en ese momento. Cuando el tercer ojo está completamente bloqueado y la energía surge repentinamente, puede generar estas perforaciones. La energía se comporta como una bala que surge desde el interior, de manera similar a una bala de fuego concentrado, creando un agujero. Estos cráneos con agujeros no confirman que estos individuos fueran asesinados con balas, sino que simplemente indican un fenómeno relacionado con el tercer ojo. El tercer ojo estaba completamente bloqueado, y la energía se concentró.
Para evitar que ocurrieran incidentes de este tipo, en el Tíbet idearon métodos para crear perforaciones que permitieran que la energía fluyera con facilidad.
Consejos para esta Técnica
Por lo tanto, cada vez que te embarques en esta forma de mirar, ten en cuenta esto: si experimentas una sensación de ardor, no te alarmes. Sin embargo, si sientes que la energía se convierte en un fuego intenso, como si una bala viva estuviera tratando de penetrar en tu cráneo, detén de inmediato el método y ven a verme. No sigas adelante. Si percibes que hay una sensación de una bala viva intentando penetrar en el cráneo, detente. Abre los ojos y muévelos en todas direcciones.
La sensación cesará de inmediato; la energía se dirigirá hacia los ojos. A menos que yo te indique lo contrario, no continúes, ya que en ocasiones se ha presentado la ruptura del cráneo.
No hay nada incorrecto ni siquiera si eso ocurre. Incluso si uno fallece en este proceso, no hay problema, porque uno habrá alcanzado algo que va más allá de la muerte. Sin embargo, como precaución, detente si sientes que podría ocurrir algo adverso.
Hoy en día, en India, se están enseñando numerosos métodos y muchos buscadores espirituales enfrentan dificultades innecesarias, ya que los instructores ni siquiera son conscientes de los peligros. Y aquellos que siguen estos métodos lo hacen de manera ciega, sin entender hacia dónde se dirigen ni lo que están haciendo.
Hablo específicamente de estos ciento doce métodos por esta razón: para que tomes plena conciencia de todas las técnicas, todas las posibilidades y los riesgos, de modo que puedas identificar cuál es el más adecuado para ti.
Así, si te dedicas a algún método, estarás completamente consciente de lo que puede ocurrir, de lo que debes observar y de cómo enfrentar cualquier situación que surja.
El chakra primordial que debes abrir primero al abordar una práctica de meditación kundalini es el tercer ojo, también conocido como el Chakra Ajna. Este chakra garantiza la sabiduría, la intuición y las energías psíquicas. La razón detrás de enfocarse en la apertura de este centro inicial es permitir que la dirección interna comience a fluir, lo que a su vez contribuirá al resto de tu práctica y evolución espiritual.
Existen varias técnicas de meditación efectivas para abrir el tercer ojo, y en este artículo me gustaría presentarte tres de ellas. Estas tres técnicas han demostrado su eficacia durante siglos para abrir y equilibrar el tercer ojo, proporcionando así los beneficios inherentes a su activación.
1. Mantra de AUM Que canta
La primera técnica de meditación para abrir el tercer ojo es la meditación con el mantra AUM. Este enfoque se basa en el uso del sonido de la semilla para activar un centro específico. El sonido de la semilla correspondiente al Chakra Ajna es el sonido AUM. Entonar este sonido tiene un impacto directo en el centro y provoca su activación y apertura.
Para llevar a cabo esta técnica, siéntate cómodamente, cierra los ojos y canta en voz alta el sonido AUM. Pronuncia una prolongada «AAAOoooooooo» y concluye con un «Mmmmmmm» más breve. Además de entonar este mantra, dirige tu atención hacia el centro de tu frente. Esta es la ubicación del tercer ojo y al enfocarte en esta región, aumentarás la eficacia de esta meditación.
2. El Golpear ligeramente De plata Del Martillo.
Otro método altamente efectivo para abrir el tercer ojo consiste en utilizar la técnica del «martillo de plata». En esta meditación, nuevamente emplearás la energía de tu atención focalizándote en el centro de tu frente y combinarás esto con el siguiente patrón de respiración.
Para llevar a cabo esta meditación, descompón tu inhalación en dieciséis inhalaciones diminutas, y con cada inhalación visualiza un pequeño martillo de plata que golpea suavemente el centro de tu frente. Haz que las inhalaciones sean muy breves para que puedas realizar dieciséis de ellas en una sola inhalación completa. Después de completar la inhalación, exhala en una sola exhalación y luego repite el patrón.
El número dieciséis está asociado con el centro, por lo que es importante ajustar tu respiración para realizar dieciséis inhalaciones.
3. Respiración Alterna De la Ventana de la nariz
Otra técnica que puede emplearse para activar este centro es el método de la respiración alterna a través de las fosas nasales. Siga el patrón de respiración que se describe a continuación.
Bloquee la fosa nasal derecha y realice una inhalación larga y profunda a través de la fosa nasal izquierda. Visualice la respiración viajando en línea recta desde la fosa nasal hasta el centro de la frente. Luego, cierre la fosa nasal izquierda y exhale lentamente por la derecha, visualizando el aire saliendo desde el centro de la frente y a través de la fosa nasal derecha. Mantenga la fosa nasal izquierda cerrada y, ahora, inhale por la derecha. Después de eso, cierre la fosa nasal derecha y exhale por la izquierda. Durante todo este proceso, continúe con la visualización.
Puede comenzar con diez rondas inicialmente y luego aumentar gradualmente. Recuerde que esta es una técnica muy potente y no debe exagerar al principio. Asegúrese de no hacer más de lo que pueda manejar cómodamente en cualquier momento.
MEDITACION
- Acomódese en una posición cómoda, ya sea sentado o acostado, y cierre los ojos.
- Inicie con una serie de diez respiraciones abdominales lentas, permitiendo que una sensación de calma y completa relajación lo envuelva.
- Imagine su Tercer Ojo como un ojo abierto dentro de un triángulo, ubicado entre sus cejas y en la base de su nariz.
- Mantenga su enfoque en la imagen de su tercer ojo mientras continúa respirando con tranquilidad desde el abdomen. Si pensamientos surgen en su mente, déjelos pasar sin aferrarse a ellos y regrese a la visualización del Tercer Ojo.
Comience practicando esta técnica durante unos diez minutos diarios, preferiblemente por la mañana al despertar o por la noche antes de acostarse.
Con el tiempo, puede incrementar la duración a 15 o 20 minutos. Esta última duración es el máximo diario para lograr una apertura efectiva del Tercer Ojo.
Al principio, es posible que experimente una avalancha de pensamientos que puedan perturbar su práctica. Con el tiempo, esta corriente se calmará gradualmente, permitiéndole alcanzar una tranquilidad mental y la activación de su Tercer Ojo.
Conclusión:
El potencial reside en tu interior. Todos poseemos el poder de la visión. Si desean percibir la verdad en su forma más genuina, abran sus ojos sin temor. Cultiven el tercer ojo mediante prácticas como la meditación, ejercicios respiratorios que son beneficiosos en diversos aspectos, el reequilibrio de los chakras y, también, algo esencial: manteniendo la máxima objetividad posible. Observen la situación como si estuviera sucediendo a otra persona, tomen un paso atrás para no involucrarse emocionalmente y así analizar objetivamente. Inhalen profundamente, conectándose con su esencia, y pidan internamente: «Busco solo la verdad».
Esperamos que esta información les resulte útil para ampliar su capacidad de percepción a través del tercer ojo. Recuerden que, como todo en la vida, la práctica y la constancia son clave. Si dedican tiempo a ello, estarán percibiendo mucho antes de lo que puedan imaginar.
Una vez que hayas activado este centro, obtendrás la energía para percibir lo imperceptible y comprender lo desconocido…