Si tienes interés en desarrollar tu habilidad para percibir la energía, es fundamental familiarizarse con los conceptos relacionados con el reino astral y la percepción extrasensorial (ESP).

La comprensión del reino astral te permitirá adentrarte en un nivel más profundo de percepción y conexión con la energía que nos rodea. Este reino se asocia con dimensiones más allá de lo físico, donde la energía fluye de manera diferente y es imperceptible para nuestros sentidos cotidianos.

Por otro lado, la percepción extrasensorial (ESP) es una capacidad que va más allá de los cinco sentidos tradicionales. Implica la habilidad de percibir información y energía a través de canales no convencionales, como la intuición, la telepatía, la clarividencia y la precognición.

Una vez que te adentres en estos conceptos, podrás comenzar a explorar y desarrollar tu propia percepción de la energía. Esto implica prestar atención a las sensaciones sutiles y a las corrientes de energía que pueden manifestarse en diversas formas, como cambios en la temperatura, vibraciones o corrientes energéticas.

Mujer con los ojos cerrados en la naturaleza practicando el percibir la energía

El reino astral

En el vasto y misterioso reino astral, la esencia misma de la existencia perdura y fluye en una danza infinita de energía. Aquí, todo lo que ocurre, sucede en un plano más profundo y auténtico, mientras que el mundo físico es solo una limitada representación material de esta realidad astral, donde la consciencia y la interacción coexisten en niveles significativos de energía.

Incluso las leyes físicas que rigen nuestro mundo cotidiano, como la transmisión del calor, encuentran su equivalente en el reino astral, donde la energía se manifiesta en formas inimaginables. Aquí, las restricciones de la física ceden ante la magnificencia de la existencia genuina. Nuestros cuerpos físicos, envolturas terrenales para nuestras almas, están equipados con sentidos únicos que nos permiten percibir el mundo energético en el que vivimos.

A través de la vista, el olfato, el tacto, el gusto y la audición, nuestro cerebro neural traduce y transmite las percepciones sensoriales a nuestra conciencia, conformando así nuestra realidad consciente.

Sumergirse en el reino astral y comprender su impacto en nuestra existencia es un viaje de expansión de la mente y el espíritu. A medida que exploramos estos conceptos, nos abrimos a un nuevo nivel de comprensión, más allá de lo físico y tangible, conectándonos con una realidad más profunda que trasciende las limitaciones que conocemos. En la búsqueda de esta verdad, descubrimos la maravilla de la vida y el infinito potencial que yace en el misterio del reino astral.

La percepción extrasensorial

A lo largo de la historia de nuestra existencia en este plano terrenal, se ha discutido y documentado casos de personas que parecen poseer capacidades perceptivas más allá de los límites impuestos por la ciencia y la física convencional. Tener un sentido adicional significa experimentar la realidad de una manera distinta, liberada de las restricciones impuestas por la estructura limitada de nuestra percepción física. Es como ver el mundo a través de un prisma diferente, utilizando las herramientas que nuestros cuerpos físicos nos brindan para comprender esta nueva dimensión de la existencia.

Similar a cómo algunas personas pueden escuchar frecuencias más altas que otras o ciertas especies animales perciben el espectro de colores de manera distinta, nuestro ser verdadero, que existe en el vasto reino astral y se conecta con nuestra mente consciente, también tendrá niveles variables de percepción. Algunos individuos podrían tener una agudeza excepcional en su «sexto sentido«, permitiéndoles acceder a información o dimensiones más allá de lo común, mientras que otros pueden tener una percepción más sutil pero igualmente significativa.

Tipos de brujas

Al considerar la noción de la percepción extrasensorial, nos adentramos en un territorio intrigante y enigmático, donde las barreras de lo conocido se desdibujan y el potencial humano se revela en su máximo esplendor. Al abrir nuestra mente a la posibilidad de una percepción más allá de lo ordinario, expandimos los límites de nuestra comprensión y abrazamos la diversidad y complejidad del universo que habitamos. Así como cada color del espectro es esencial para la riqueza de un cuadro, cada nivel de percepción contribuye a la compleja tela de la humanidad, permitiéndonos captar, de manera única, la magnificencia y misterio de la existencia en su totalidad.

Según el ámbito de estudio que se analice, este fenómeno puede ser denominado como el «nivel de fuerza en la red de chakras» de una persona. Por ejemplo, aquellos con un tercer ojo más prominente pueden percibir la energía de manera distinta y experimentar una mayor intensidad en sus percepciones conscientes.

Un individuo con un «Chakra del Corazón» fuerte, por ejemplo, es más propenso a tener tendencias empáticas y a sentir la energía circundante a un nivel emocional más profundo. Podemos comparar esta experiencia con alguien que posee un sentido del olfato extremadamente agudo o una visión perfecta, pero aplicado a la percepción del mundo en su aspecto puramente energético.

A lo largo de los años, se han llevado a cabo diversos estudios sobre fenómenos como la percepción extrasensorial (ESP), las comunicaciones psíquicas, la telepatía, la telequinesis, la capacidad de ver o comunicarse con espíritus, entre otros. Un denominador común en estos estudios es que las personas involucradas siempre han sido identificadas como individuos fuertes en el campo en el que han desarrollado una habilidad extra, o bien, pueden carecer de uno de los cinco sentidos estándar con los que nuestros cuerpos físicos están equipados.

En este sentido, tiene sentido que una persona con una visión deficiente que necesite gafas para ver, pero que posea un «chakra del tercer ojo» increíblemente poderoso, pueda percibir la energía de manera más auténtica, sin las limitaciones impuestas por el mundo físico en el que vivimos. Su percepción estaría más cercana a la realidad energética, sin las interferencias que podrían afectar a aquellos con una visión física más aguda pero menos desarrollada en el aspecto energético.

Mujer meditando en el mar y el despertar espiritual

Más teorías sobre el reino astral

Este tema abarca una amplia gama de consideraciones, desde aspectos cotidianos como la disipación de energía a través del calor y el ruido, hasta perspectivas espirituales relacionadas con seres de otro mundo, tradiciones de hadas y la noción del cielo.

Una creencia fascinante acerca del reino astral es que está moldeado por cada individuo de manera única, y su sección personal del infinito astral (libre de las limitaciones físicas, como recordamos) se define por su propia perspectiva, tanto de sí mismos como de su verdadera creencia. A través de esta noción, podemos inferir que al morir, cuando nuestro cuerpo físico deja de experimentar, retornamos a nuestra forma de energía, y nuestra vida futura se desarrolla en el reino astral. Aquí, si creemos que pertenecemos al cielo, será nuestro cielo personal.

Al reflexionar sobre las posibilidades de un mundo donde las limitaciones carecen de relevancia, comenzamos a comprender el significado de la famosa frase: «Hay más cosas en el cielo y en la tierra, de las que tu filosofía puede soñar«. Existen innumerables percepciones y realidades en nuestra existencia, más allá de las restricciones de este molde físico, y esta comprensión podría ser el punto de partida para una nueva concepción de la realidad.

En este vasto panorama, podemos explorar maravillas y misterios que van más allá de nuestra comprensión actual. Podríamos considerar que nuestro mundo físico es solo una parte de una realidad más compleja y rica, donde existen infinitas formas de percepción y experiencias. A medida que abrimos nuestra mente a la posibilidad de múltiples realidades y niveles de conciencia, nos permitimos contemplar la verdadera magnitud y belleza de la existencia.

Cómo desarrollé mi capacidad de percibir energía

Al igual que cualquier músculo o habilidad, la percepción de la energía requiere una práctica rigurosa y constante para desarrollarse. Cuando me di cuenta por primera vez de que mi capacidad natural para ver el aura no era algo común a todas las personas, me enfrenté a un desafío para poder ver la luz que rodeaba objetos y personas. Me tomó un esfuerzo significativo y varios años de práctica antes de que pudiera comenzar a asignar «colores» a lo que estaba percibiendo.

Al principio, mi percepción de la «energía» se limitaba a una vaga «luz» que rodeaba los objetos, y solo lograba enfocarme en ella tras un esfuerzo consciente. Durante mis días de aprendizaje, observaba a los maestros o a otros estudiantes, intentando concentrarme en sus auras de energía. A lo largo del primer mes de práctica constante, me resultó más fácil ver la energía cuando me esforzaba, y en los siguientes dos meses, ya ni siquiera necesitaba hacer un esfuerzo consciente para percibir la aura que emanaba de personas y objetos.

Con el tiempo, esta habilidad se volvió más natural y fluida, como si mis ojos internos se hubieran ajustado para captar estas sutiles manifestaciones de energía sin esfuerzo. Fue como aprender un nuevo idioma, donde al principio cada palabra requería un esfuerzo consciente para recordarla y pronunciarla correctamente, pero con la práctica constante, las palabras comenzaron a fluir naturalmente, sin necesidad de pensar en cada sílaba.

La práctica me permitió adentrarme en un mundo fascinante y enigmático, donde la energía se manifestaba en formas sorprendentes y reveladoras. Cada día, mi capacidad para percibir estas energías se volvía más aguda y rica en detalles. Comencé a ver cómo las emociones de las personas se reflejaban en su aura, cómo la energía de los objetos se transformaba y fluctuaba, y cómo incluso los lugares tenían su propia energía característica.

Este viaje de descubrimiento y desarrollo me enseñó que nuestras habilidades innatas pueden expandirse y transformarse con dedicación y esfuerzo. Así como el artista perfecciona su arte y el atleta entrena para alcanzar su máximo rendimiento, la percepción de la energía también puede ser cultivada y refinada con perseverancia y amor por el conocimiento. Cada día, la realidad se despliega ante mí en una sinfonía de colores y matices energéticos, recordándome que el mundo es mucho más que lo que nuestros ojos físicos pueden ver.

Las manos de un hombre y una mujer practicando el percibir la energía

Cómo comenzar a practicar la percepción energética

Comenzar a desarrollar esta habilidad puede parecer desafiante, pero hay ciertos puntos de partida que pueden ayudarte a obtener una base para practicar.

Para muchos, especialmente aquellos que han experimentado la estimulación constante de los sentidos en la vida cotidiana, puede ser un desafío inicial ver o sentir la energía. Sin embargo, no te desanimes, ya que la práctica y la paciencia son clave en este camino.

Un buen punto de partida es encontrar un fondo muy uniforme para enfocarte, como una pared puramente blanca con alguien parado frente a ella o un cielo azul perfectamente claro con árboles alineados en el horizonte. Al igual que cuando miras un libro de «ojo mágico», no te concentres en la página (u objeto/persona), sino trata de mirar a través de ella.

Tampoco debes enfocarte en el fondo, sino intentar mirar el espacio vacío entre las ramas o entre la cabeza y el hombro de una persona. Si logras desenfocar tus ojos físicos correctamente, tu «tercer ojo» comenzará a enfocarse y notarás una especie de neblina alrededor de lo que no estás mirando directamente. Una vez que hayas visto esto una vez y te hayas familiarizado con cómo se siente, comienza a observar objetos en movimiento y seguramente notarás la «energía que se arrastra» detrás de una persona mientras camina o se mueve en su entorno.

Con práctica significativa, te sorprenderás al ver que no solo la energía se arrastra, sino que, a veces, la energía realmente parece moverse delante del objeto o persona, como si estuviera «jalandolo» o guiando su cuerpo físico.

Una forma más de practicar

Es comprensible que no estés completamente seguro de si todas las personas pueden aprender a ver la energía, pero es cierto que la energía es una parte fundamental de la realidad en la que persistimos y en la que todo sucede. Cada uno de nosotros puede tener una forma única de percibir esta energía.

Permíteme compartir otro ejemplo que me fue explicado recientemente por una persona fascinante, quien siempre ha sido capaz de percibir la energía. Aunque no puedo proporcionar tantos detalles sobre su experiencia, puedo compartir un ejemplo que me dio. Ella mencionó cómo siente el calor de su propia energía reaccionando entre sus palmas cuando las acerca una de la otra.

Al principio, yo también era escéptico y consideré la posibilidad de que simplemente sintiera el calor de su propio cuerpo a medida que sus manos se acercaban. Sin embargo, entre mi capacidad de ver el color de la energía y su habilidad para sentirlo, nos demostramos mutuamente que no estamos imaginando cosas.

A medida que continuamos experimentando, ella pudo discernir dónde la reacción de la energía era más intensa entre nosotros, así como la interacción de nuestras energías, e incluso cómo la energía de otras personas reaccionaba a diferentes distancias. Sus observaciones coincidían perfectamente con lo que yo podía ver.

Este tipo de interacción nos recordó que cada individuo tiene una conexión única con la energía que nos rodea. Cada percepción y experiencia puede ser valiosa y enriquecedora a su manera. Alentados por nuestras habilidades complementarias, pudimos ampliar nuestro entendimiento de la energía y apreciar la diversidad de la percepción humana.

Mujer sentada meditando y con una mano en el corazón practicando el percibir la energía

¿Qué pasará cuando aprendas a percibir la energía?

A través de una práctica diligente y sabiendo cómo comenzar a desarrollar la percepción extrasensorial, me doy cuenta de que el mundo real, o reino astral, es mucho más complejo de lo que percibimos habitualmente. Aquí, la causalidad existe de formas más significativas y fascinantes.

Creo firmemente que estas habilidades son alcanzables mediante el esfuerzo y el trabajo duro. Nos brindan una comprensión diferente de la realidad y de nuestra existencia en esta tierra. Además, nos permiten establecer una comunicación más profunda con las personas que nos rodean y con quienes nos asociamos en la vida.

Después de dedicar años al desarrollo y perfeccionamiento de mi capacidad para percibir la energía, he aprendido a identificar cuándo una persona está enojada o exhausta simplemente al observar cómo fluye su energía. Es sorprendente cómo los cambios en su aura y el ritmo de su energía reflejan sus emociones y estados de ánimo.

Estas habilidades amplían nuestra comprensión del mundo y nos permiten conectarnos de manera más profunda con el tejido emocional y energético de quienes nos rodean. Al afinar nuestras percepciones, ganamos una comprensión más holística de la realidad y podemos interpretar los matices sutiles que a menudo pasan desapercibidos para los sentidos tradicionales.

El desarrollo de la percepción extrasensorial es un camino de crecimiento personal y espiritual. Nos desafía a mirar más allá de lo evidente y a explorar las capas más profundas de la realidad que normalmente ignoramos. A medida que expandimos nuestras habilidades en este ámbito, descubrimos una dimensión más rica y compleja de la existencia, lo que nos permite experimentar el mundo de manera más plena y significativa.

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