Cuando el cuerpo físico se enferma, es importante hacer ejercicios conscientes de cerrar el aura. La enfermedad a menudo es el resultado de procesos psicosomáticos que ocurren en primer lugar en nuestros cuerpos sutiles. Son pensamientos y energías densas que permitimos que entren a través de nuestros sentimientos y emociones.
La energía vital fluye a través de nuestra aura, nutriéndola y manteniéndola activa, pero cuando nuestros chakras no giran a la velocidad adecuada debido a emociones negativas, se produce un desequilibrio interno que puede llevar a la fisura del aura. En este estado, nuestra aura puede actuar como una puerta dimensional a través de la cual pueden entrar energías indeseadas, tales como parásitos y egregores, que se alimentan de nuestras energías. Por lo tanto, es importante cerrar nuestra aura conscientemente para evitar la entrada de estos invasores.
También es importante no tener miedo a los movimientos que experimentamos en los planos sutiles, pero es necesario entender lo que ocurre en esos niveles. El aura es el campo energético en el que el cuerpo vive. Somos seres espirituales encarnados, y el aura es la forma en que se manifiesta nuestro campo energético, extendiéndose a un metro o dos alrededor de nosotros.
En esencia, somos seres energéticos, y nuestra energía es nuestra conciencia. Somos seres de conciencia, y cuando enfermamos, lo hacemos primero en nuestro cuerpo energético, de forma mental y luego emocional.
Los sentimientos de culpa y enojo pueden afectar negativamente nuestra aura y, en consecuencia, a nuestra salud. Podemos sanarnos al comprender qué es lo que irradia nuestra aura, ya que somos seres de conciencia que vivimos nuestras creencias.
Las depresiones pueden estar relacionadas con la presencia de parásitos energéticos en nuestro campo áurico. Estos parásitos pueden haber encontrado un hogar en nuestro ser debido a pensamientos y emociones negativas que hemos permitido. Es importante trabajar en nuestra salud energética para liberarnos de estos parásitos y recuperar nuestro equilibrio emocional.
Decreto para Cerrar el Aura
«En este momento, voy a realizar una práctica de protección energética para mi bienestar. Deseo cerrar mi aura y mis puertas astrales a cualquier creación o circunstancia humana que pueda tener intenciones de dañarme. También voy a cerrar mi aura y mis puertas astrales a cualquier ser encarnado o desencarnado, entidad, espíritu, demonio o ser elemental que pueda tener la intención de dañarme, controlarme o vigilarme.«
«Declaro que mi aura y mis puertas astrales permanecen abiertas a todo lo positivo y beneficioso. Me abro a la armonía, al amor, a la paz, a la salud, a la sabiduría y a la prosperidad. Además, durante las próximas 24 horas del día, estoy protegido por mis ángeles guardianes, guías y protectores.«
«Gracias porque esto ya esta hecho.«
«Que así sea«
Intentar repetir varias veces al día
¿Que es el Aura?
El aura es un campo de energía sutil que rodea a todos los seres vivos en forma de óvalo, compuesto por el cuerpo etéreo, emocional y físico, así como por la información de nuestras almas. Aunque no es perceptible a simple vista, el aura refleja todos nuestros pensamientos, sentimientos y experiencias, así como la energía que atraemos de nuestro entorno.
El alma es un reflejo de nuestra energía y atrae la energía de otros cuerpos y ambientes, lo que destaca la importancia de cerrar el aura en ciertos momentos para no ser afectados por energías negativas.
El aura es un campo vibracional que responde a otras vibraciones, incluyendo pensamientos, sentimientos y la interacción con otras energías. Incluso los objetos inanimados tienen una energía que los rodea, que es una combinación del entorno y de las energías de las personas que han estado en contacto con ellos.
El aura no es estática y cambia con el tiempo, la evolución personal y espiritual y el entorno. También podemos cambiarla a través de la intención, visualización y rituales de purificación.
Parte de lo que refleja nuestra aura es el reflejo de nuestro cuerpo físico, que también emite energía. Algunos expertos en auras dicen que pueden detectar problemas físicos en una persona al ver su aura.
Los colores del Aura
El campo electromagnético o aura que rodea a una persona está compuesto por distintas capas y colores que reflejan su energía y esencia. Cada color tiene un significado y refleja una cualidad, mientras que los tonos de ese color indican la cantidad o carencia de dicha cualidad en la persona.
Nuestras auras actúan como imanes, atrayendo ciertas energías y repeliendo otras según su salud y fortaleza. Auras más puras atraen energías similares, mientras que las más densas atraen lo opuesto.
Aunque todos podemos aprender a ver auras con práctica, también existen máquinas Kirlian que capturan la imagen del aura de personas y objetos y se utilizan para diagnosticar la salud energética de la persona en cuestión.
El aura se extiende a uno o tres pies de distancia del cuerpo físico en todas las direcciones, formando un «huevo de luz» de múltiples capas.
Los cuerpos sutiles del Aura
El aura consiste en siete capas o cuerpos sutiles que se interconectan y se afectan mutuamente constantemente. Cada una de estas capas tiene su propio color y vibración, y refleja diferentes aspectos de la persona. Algunas fuentes sugieren que hay más de siete capas, y que la cantidad varía según la tradición o la enseñanza espiritual.
El cuerpo etéreo es el más cercano al cuerpo físico y se relaciona con nuestra energía vital. Es el cuerpo que se encarga de la conexión entre el cuerpo físico y los otros cuerpos sutiles. Por lo general, se manifiesta con un color azul o plateado suave. Sin embargo, si existe un desequilibrio en esta capa, puede manifestarse en forma de manchas o de un color más oscuro. Esto puede ser un indicador de que algo no está funcionando correctamente en el cuerpo físico o en otras capas del aura.
La capa del aura conocida como cuerpo emocional refleja el estado anímico y las reacciones emocionales de una persona ante situaciones y otros individuos. Debido a esto, es una capa altamente variable y en constante cambio según el estado de ánimo de la persona.
No obstante, los restos de emociones intensas, como el miedo y la rabia, pueden permanecer almacenados en esta capa durante un tiempo prolongado. Con el tiempo afectar tanto la salud emocional como la física de la persona. Cada emoción genera una gama de colores diferentes en el cuerpo emocional del aura. Esto significa que esta capa puede manifestarse en una amplia variedad de tonalidades y combinaciones de colores. En general, los colores brillantes y puros suelen estar asociados a emociones elevadas y a la paz, mientras que los colores oscuros y turbios suelen estar vinculados a emociones violentas o instintos bajos.
El cuerpo mental del aura está estrechamente relacionado con la consciencia del individuo. Esta capa refleja los pensamientos e intenciones conscientes de la persona. Los tonos predominantes en esta capa son el amarillo y el naranja.
Se dice que las personas con una alta capacidad intelectual suelen tener un cuerpo mental de color amarillo brillante. Sin embargo, es importante recordar que el color del cuerpo mental no es una medida absoluta de la inteligencia de una persona. Más bien es una indicación de su capacidad para procesar y utilizar la información de manera efectiva.
El cuerpo astral se encuentra conectado al cuerpo físico a través de un cordón plateado, y es una representación de nuestros deseos más elevados y nuestro crecimiento espiritual, el cual se puede medir en términos de amor incondicional. Esta capa se considera un portal a otras dimensiones, y se cree que se puede separar del cuerpo físico en las llamadas proyecciones astrales, lo que permite explorar libremente otros planos de existencia.
La fuerza de voluntad de una persona también se relaciona con el cuerpo astral. En cuanto a su aspecto, el cuerpo astral puede presentarse en una amplia gama de colores que van desde el rosa puro hasta una combinación de todos los colores del arco iris. Es importante destacar que cada color tiene un significado y una vibración específica, y que puede indicar distintos aspectos del estado espiritual de la persona.
El cuerpo espiritual se relaciona con la conexión y la comunicación, tanto con los demás como con nosotros mismos y nuestro propósito superior.
La conexión entre nuestra consciencia humana y el plano espiritual se manifiesta en el cuerpo mayor o celestial. Esta capa del aura a menudo alberga sueños, recuerdos de vidas pasadas o experiencias extracorporales.
El cuerpo divino o espiritual es la conexión con el plano superior y la sabiduría divina, y se manifiesta en un rayo de luz dorada brillante. La oscuridad o el bloqueo en esta capa del aura pueden indicar una desconexión del individuo con su propósito supremo y su camino espiritual.
