Consejos para reducir el estrés
Generalmente el estrés surge como respuesta ante un determinado estilo de vida.
En muchas ocasiones pasamos muchas horas trabajando, lo cual hace que se tenga la sensación de que no hay espacio para el ocio y las relaciones interpersonales. Sin embargo esto es incierto, sí tenemos días de descanso laboral y horas de ocio al finalizar la jornada de trabajo. Lo que sucede es que llenamos el día de tareas “que tenemos que hacer” y no damos mucha importancia al hecho de que el ocio es para disfrutarlo y no para llenarlo de obligaciones adicionales.
La sociedad en la que vivimos nos enseña continuamente a ser competitivos y a hacer todas las cosas con mucha prisa, y la realidad es que el genoma humano no está preparado para afrontar el elevadísimo nivel de alerta que produce el estar sometidos a esa inmediatez con la que se supone, equivocadamente, que se vive mejor. Esto causa que no disfrutemos de las actividades porque no son tranquilas ni agradables, sino una continua competición por ser “el mejor”.
Aprender a gestionar el estrés es algo clave.
A continuación te muestro unos sencillos consejos para reducir el estrés:
– Aprende a ser consciente de tus reacciones frente al estrés, reconócelas y tómalas como un aviso.
– Averigua cuáles son las causas inmediatas de tu estrés. ¿Trabajo, familia, dinero? Puede que te estés exigiendo demasiado.
– Ten en cuenta que tal vez te estás estresando por cosas que en el fondo no son especialmente importantes y se olvidan pronto. No te dejes «acelerar» por pequeñas preocupaciones. Sólo son eso, son preocupaciones, no catástrofes. Relativiza.
– No te atormentes demasiado por los «y si…». En muchísimos casos, existe una excesiva preocupación por situaciones que nunca llegan a suceder.
– No dediques mucho tiempo ni atención a cosas que definitivamente no tienen remedio. Respira profundo, pon en práctica algún ejercicio para controlar la respiración, esto puede resultar muy eficaz.
– Compensa las diferentes facetas de tu vida. Por ejemplo, si lo estás pasando mal en el trabajo, busca apoyo en la familia; y recurre al trabajo si lo que está fallando es la vida familiar.
– Da y acepta apoyo social. Comparte las cargas.
– Abarca sólo hasta donde realmente puedas. Sé realista y evita exigirte más de lo que eres capaz de dar.
– Haz ejercicio físico para liberar la energía acumulada por el estrés. Evita el tabaco y los licores. Mantente en forma.
– Cambia lo que puedas cambiar. Acepta lo que no puedes cambiar, e intenta compensar la situación si relamente existe algún motivo especialmente serio o duradero.
– No permitas que el ritmo y el esfuerzo laboral sigan después de haber finalizado tus obligaciones.
– Vive de forma pausada y con mucha positividad.
Fuente: Psicólogo Kim
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