Actualizado el 21 diciembre, 2015 a las 07:08 pm
Las semillas que nos quitamos
Hoy me crucé con una pequeña niña en un pequeño festival de artistas, me sonrió, me miró y me dijo con una confianza plena: Yo voy a a ser una Superestrella cuando sea mayor!.
Que genial es eso!!!
Me puse a meditar del como aparecen nuestros sueños… antes de que la vida nos de varios golpes y por ellos suframos, y llegue un momento que nos olvidemos de lo fuertes y poderosos que realmente somos… de lo que influyen nuestras propias decisiones guiadas por nuestros pensamientos en el transcurrir de nuestra vida.
El estrés no nos ocurre cuando nos dejamos confundir por la velocidad que lleva la vida, sino mas bien cuando nos olvidamos de nuestra fuente, de nuestro centro, de lo fuertes que somos en realidad.
En todo momento, tenemos la capacidad de elegir hacia donde enfocamos y dirigimos nuestros pensamientos. Podemos elegir centrarlos en todos aquellos acontecimientos externos maliciosos que nos molestan y que suceden a nuestro alrededor y que por lo tanto, influyen en nuestra vida diaria, en nuestro animo, en nuestras emociones… o podemos elegir centrarlos en nuestro propio camino. Nuestra actitud y nuestras acciones diarias van de la mano. Cuando nos dejamos llevar por estos sucesos, también estamos retirando nuestra capacidad de crear. Estamos dando la espalda a nuestra capacidad de tomar decisiones que pueden llevarnos al lugar que deseamos.
Cuando pensamos, sentimos y realizamos actos que no apoyan nuestros sueños, nos crean mas estrés interno. Vamos colocando pequeños topes a lo que estamos intentando crear. Se necesita mucha energía y esfuerzo el primero poner una semilla para luego quitarla nosotros mismos, y así una y otra vez.
Pero para el resto de nosotros muchas veces no lo tenemos tan claro. Es muy importante que nuestros actos diarios nos lleven hacia nuestras metas.
Nuestro primer paso a de ser preguntarnos…. Cuales son mis metas y mis sueños?… Que acciones puedo dar para apoyarlos y darles alas?…
«Tú eres una criatura del universo, no menos que los árboles o las estrellas. Tienes TODO el derecho de estar aquí» (Max Erhmann)
Todos nosotros somos hijos del universo… lo que todavía no lo sabemos.
