Causas emocionales del Corazón
El corazón está vinculado al cuarto chakra o centro de energía.
Representa el amor (mis emociones, mi capacidad de amar), la alegría, la vitalidad y la seguridad.
La energía del corazón irradia en todo el cuerpo, sobre todo entre el cuello y el plexo solar.
El corazón es un tipo de bomba energética que hace circular la vida (la sangre) a través del cuerpo entero.
Esta circulación sanguínea distribuye la energía vital necesaria a la felicidad, al equilibrio, a la alegría de vivir y a la paz interior.
Es pues esencial que manifieste el amor dirigiendo la energía del corazón hacía las más bellas energías espirituales disponibles.
Cuanta más atención presto al amor, la compasión y el perdón, más mi corazón trabajará en la alegría, la paz y la alegría.
Mi corazón será afectivamente estable y protegido de cualquier decepción.
Un corazón de ritmo suave y armonioso indica una persona interiormente calmada.
Mi ritmo cardíaco varía cuando estoy desequilibrado, perturbado en amor o sensible a mis emociones.
Acepto abrirme al amor, entrego cualquier reproche al cuidado del universo, dejo de criticarme al punto de ponerme enfermo y sobre todo acepto perdonarme.
Es perdonándome cómo puedo aceptar mejor el amor de los demás.
ARRITMIA CARDÍACA – CORAZÓN
El corazón representa el amor y problemas de palpitaciones son para mí como una señal de alarma, una llamada de socorro en lo que al amor se refiere.
Un miedo profundo a perder o no tener el amor que necesito tanto hace que mis problemas de palpitaciones sean como un grito de socorro con relación al amor.
En el caso de que los ventrículos del corazón se contraigan de modo anárquico e ineficaz, se trata entonces de fibrilación ventricular.
Este estado puede proceder de un trastorno cardíaco, de una electrocución, de un momento de pánico en el caso del feto (al nacer).
Si este estado no está solucionado rápidamente, es la muerte repentina.
Esto denota una decisión importante que debo tomar en mi vida con relación al amor y que es vital.
Empiezo a darme todo el amor que necesito para sustituir mis inquietudes por más seguridad interior y hago confianza a la vida.
La taquicardia se caracteriza por la contracción rítmica irregular del corazón. Sus latidos se aceleran a más de 90 pulsaciones por minuto, y este estado es debido frecuentemente a emociones fuertes.
Una situación angustiosa, un esfuerzo físico o mental y el miedo provocan un desequilibrio afectando momentáneamente mi corazón que me lanza un S.O.S.
En cuanto a la bradicardia, es una disminución del ritmo de los latidos cardíacos.
La acumulación de penas profundas podrá traerme esta dolencia, como si mi corazón ya no pudiera sufrir más y decidiera dejar de latir.
En una u otra de estas situaciones, tomo consciencia que el amor está en juego.
Respiro calmamente y profundamente, estoy a la escucha de mi corazón.
ARTERIAS (Problemas de las….)
Las arterias son vasos sanguíneos que conduce la sangre que sale del corazón hacia los diferentes tejidos del organismo. Las arterias presentan problemas cuando algún factor impide su buen funcionamiento.
Las arterias son las vías que transportan la fuerza de la vida, tanto desde el punto de vista físico como simbólico.
La persona con problemas en las arterias suele ser del tipo que no deja que la alegría circule suficientemente en su vida.
Le falta circulación, comunicación en uno o varios aspectos de su vida. ¿Es la circulación social? ¿Es la circulación de pensamientos cargados de alegría?
A esta persona le cuesta trabajo dejar hablar a su corazón y no se atreve a generar situaciones que le produzcan alegría y contento.
Ha llegado el momento de que dejes de preocuparte por todo y dediques un tiempo a preguntarte qué te complacería.
No siempre tienes que oscilar entre los placeres físicos y los del espíritu, es decir, entre tus deseos y tus valores espirituales.
Concédete todos esos placeres, aunque al principio sean mínimos.
Debes aprender a dejar circular en ti toda forma de alegría de manera frecuente y no sólo en breves momentos.
La vida es demasiado importante para tomársela tan en serio.
Las arterias son los “vasos que conducen la sangre del corazón a los órganos”. Estos mismos vasos sanguíneos (así como todos los demás conductos sanguíneos, venas, capilares, etc.) son el medio para el amor de manifestar las cualidades divinas. Se ubican por todas partes en el cuerpo y comunican con cada parte de éste.
Las arterias están también vinculadas a todo lo que se llama la “vida”.
Hacen correr la alegría de vivir y me permiten comunicar, expresar mis emociones, guardar el contacto con el universo.
Si la tensión nerviosa sube más, provoca un desequilibrio emocional que puede resultar de un conflicto interior entre mi “mundo físico” y “mi mundo espiritual”.
Cuando tengo dificultad o cuando dejo de expresar mis emociones, me cierro (bloqueo) y a consecuencia de ello, pueden ocurrir diferentes enfermedades vinculadas con el corazón tales como la arteriosclerosis, la trombosis, la angina de pecho, las varices.
La alegría de vivir deja de circular en mí.
Puedo desvalorizarme frente a las acciones que cumplo.
Para que la energía fluya más regularmente e impida el desarrollo de ciertas esclerosis, representando bloqueos energéticos, debo hacer prueba de una apertura más constante a la alegría y a la circulación de esta alegría quedando abierto al nivel del corazón, aceptando cambiar de actitud y abrirme al amor, para que este amor se encamine por todo mi cuerpo.
INFARTO (en general) – CORAZÓN
En la mayoría de los casos, el infarto de miocardio proviene de un coágulo que tapona una arteria endurecida y ya estrechada por la arteriosclerosis. Véase problemas del corazón y problemas en las arterias, agregando que la persona ha formado un coágulo en un intento por detener las emociones que le despojan de la alegría de vivir. Si el infarto se produjo en otra parte del cuerpo (pulmón, riñón, intestino, cerebro), véase también la parte del cuerpo correspondiente.
De modo general, un infarto es la muerte de una parte de los tejidos de un órgano, también llamada necrosis, originada por la obstrucción de la arteria que traía la sangre en esta área. Aunque áreas como el intestino, el bazo, los huesos y las venas puedan estar afectadas, las áreas más expuestas son el cerebro, los pulmones y el miocardio que es una envoltura del corazón. Al estar interrumpida bruscamente la circulación sanguínea por un coagulo o un depósito de lípidos (una especie de grasa) en una arteria, esto implica que la alegría ya no circula en esta área, trayendo incluso la muerte de los tejidos.
Según la área afectada, puedo preguntarme lo que ha llevado mi corazón a decirme: “¡basta, ya no puedo más, una parte mía se está muriendo!”.
Debo comprobar cuáles son las necesidades que pude desatender y de qué modo podría volver a poner las cosas en orden en mi vida para ayudarme a vivir plenamente experiencias llenas de alegría y satisfacción.
INFARTO DEL MIOCARDIO – CORAZÓN
Cuando oigo hablar de alguien que tuvo un infarto, en el lenguaje popular, esto significa habitualmente que la persona tuvo un infarto del miocardio. También esto se llama “crisis cardíaca” o “achaque cardíaco”.
El órgano más frecuentemente afectado por un infarto es el corazón, el centro del amor en el interior de mí, el núcleo de mis emociones.
El achaque cardíaco es para el cuerpo un modo desesperado de enseñarme que voy demasiado lejos, que presto demasiada atención a los aspectos materiales, externos y anodinos de mi vida, mi estatuto social, en vez de volver a lo esencial de mi vida que es la alegría de vivir del corazón en familia, de expresar el amor, de amarse a sí – mismo, de saborear cada momento con intensidad.
Estoy tan atado a todo lo que forma parte de mi “territorio” (mi mujer, mi trabajo, mis amigos, mi casa, etc.) que si tengo la sensación de haber perdido o que estoy a punto de perder algo o a alguien en el interior de mi territorio, puedo resistir a lo que sucede y haré una crisis cardíaca.
Quisiera “con todo mi corazón” seguir siendo el jefe, el dueño a bordo.
Los achaques cardíacos también están vinculados a mis propios sentimientos y a lo que vivo con relación a éstos.
¿Hasta dónde soy yo capaz de sentir el amor y de expresarlo a los demás?
¿Hasta qué punto soy yo capaz de amarme y aceptarme tal como soy?
¿Me obligo yo a ser “alguna otra persona” y hacer demasiado para probar a los demás lo que soy y lo que valgo?
Es mi ira, mi frustración, mi agresividad que, demasiado tiempo contenidas, ya no pueden más y explotan.
El descubrimiento de los aspectos más importantes y significativos de la vida no se reduce a la cantidad de dinero ganado o al éxito que tengo.
El corazón puede estar asociado a la compasión y al amor pero también puede asociarse a su opuesto que es la hostilidad, el odio y el rechazo.
El achaque cardíaco se produce generalmente en un período de la vida en que, bien es demasiado fuerte la competición, bien viva una presión financiera aliada a la falta de cariño creciente de la familia y de mis seres queridos cercanos.
Es la separación entre mis sentimientos, mi implicación, mis relaciones y el Universo así como sus ritmos naturales que atrofian mi corazón.
Pienso rechazar a los demás pero en el fondo, me rechazo a mí – mismo.
Necesito ir con la corriente y tomar el tiempo de aceptar todo lo que la vida debe darme y comprender, para volver a hallar la paz interior y sentir en todo mi cuerpo la ternura, la dulzura, el amor que me habitan y que sólo piden nutrir mi corazón y conservarlo en buena salud.
PERICARDITIS – CORAZÓN
La pericarditis es una infección del pericardio, membrana que rodea el corazón. Sirviendo a proteger el corazón, habrá pericarditis si siento que mi corazón va a estar atacado, tanto en sentido literal como figurado.
En vez de manifestar ira, conservo la calma y pido a estar protegido en todo momento, sabiendo que todo lo que sucede es para lo mejor.
PROBLEMAS CARDÍACOS – CORAZÓN
El corazón es el motor de la circulación sanguínea, que funciona como una bomba aspirante y compresora. Las enfermedades cardiacas ocupan actualmente el primer lugar en las causas de mortalidad. También es interesante señalar que este órgano vital por excelencia está situado en pleno centro del cuerpo humano.
Cuando hablamos de una persona «centrada», hablamos de aquella que deja que su corazón decida, es decir, que vive en armonía, alegría y amor.
Cualquier problema del corazón señala una actitud contraria, o sea, que esta persona se toma la vida demasiado a pecho. Se esfuerza más allá de sus límites emocionales, lo cual la incita a hacer demasiado físicamente.
El mensaje más importante de los problemas cardíacos es: ¡ÁMATE A TI MISMO!
La persona con problemas de corazón olvida sus propias necesidades y quiere hacer demasiado para sentirse amada por los demás.
Como no se ama lo suficiente, busca que los demás la quieran por lo que hace.
Este tipo de problema te indica la urgencia de cambiar la percepción que tienes de ti mismo.
En lugar de creer que el amor sólo puede venir de los demás, sería más sensato que te lo dieras a ti mismo. De este modo, ese amor estará siempre presente en ti; no tendrás que recomenzar continuamente para recuperarlo.
Cuando alguien depende de los demás para cualquier cosa, siempre hay que rehacer.
Cuando sepas cuán especial eres como persona y tengas más autoestima, estará siempre presente en ti.
Te sugiero que te dediques al menos diez elogios al día para ayudarte a restablecer el contacto con tu corazón.
Cuando lo hayas hecho internamente, tu corazón físico se dejará guiar.
Un corazón en buen estado sabe soportar las decepciones amorosas y afectivas; no tiene miedo de no ser amado.
Esto no quiere decir que no hagas nada por los demás; al contrario, sigue haciéndolo, pero con una motivación diferente. Lo harás por el placer de hacerlo y no para comprar el amor de los demás ni para probar que eres digno de ser amado.
El corazón simboliza el amor, la paz y la alegría de vivir; por lo tanto, los problemas cardíacos proceden frecuentemente de una carencia de amor, de una tristeza, emociones inhibidas que volverán en superficie incluso después de varios años.
Mi corazón está endurecido por las heridas anteriores.
Creo sinceramente que la vida es difícil, estresante y que es una lucha de todos los instantes.
Me siento frecuentemente en posición de supervivencia, en un estado en que pienso que sólo mi esfuerzo aportará algunos dividendos.
Estoy inquieto, sobreexcitado, angustiado o demasiado frágil para conservar mi equilibrio emocional.
Ahogo inconsciente mi niño interior y le impido expresar toda esta maravillosa alegría de vivir.
El corazón está asociado a la glándula del timo; ésta que es responsable de la producción de las células -T del sistema inmunitario se debilita y resiste cada vez menos a las invasiones si vivo mucha ira, odio, frustración o rechazo de mí – mismo.
El corazón necesita amor y paz.
La vida está hecha para ser tomada con la actitud de un niño: apertura, alegría, curiosidad y entusiasmo.
Incluso si tengo necesidades afectivas por colmar, intento quedar en un equilibrio armonioso, con una apertura del corazón suficiente como para apreciar cada gesto de mi existencia.
Acepto amarme más, quedarme abierto al amor por mí y los demás.
Me divierto, me relajo, tomo el tiempo de ser.
Dejo de “tomarme en serio”.
Me siento libre de amar sin obligación, sabiendo que soy feliz a pesar de todo.
Existen varias expresiones para describir el corazón y sus diferentes estados: ser “sin corazón”, “tener corazón”, “escuchar su corazón”.
Si alguien me hace la observación del tipo “no tienes corazón”, compruebo este mensaje que la vida me envía.
Quizás es el signo de que tendría que cambiar algo.
¿Vivo un desequilibrio?
¿Tengo palpitaciones?
¿Estoy perturbado en el plano emocional?
Poco importa la respuesta, no espero a estar enfermo para comprender y aceptar los cambios en mi vida.
Me mantengo despierto, abro mi corazón a todo lo que es bueno para mí.
TAQUICARDIA – (Ver: ARRITMIA – CORAZÓN )
TROMBOSIS CORONARÍA – CORAZÓN
Una trombosis coronaria es la formación de un coagulo en una arteria coronaria (al nivel del corazón). Este bloqueo de la circulación de la sangre puede llevar a un infarto del miocardio. Este coagulo afecta el órgano principal que representa el amor, o sea el corazón.
Debo comprobar lo que en mi vida me impide amar libremente.
Esto puede ser un enfado, un resentimiento violento que pude tener frente a alguien a quien amo.
¿En qué me siento yo atacado en mi amor – propio?
¿Recibí una noticia que parecía quitarme mi razón de vivir, lo que me permitía manifestar mi amor?
Hago la paz conmigo mismo y con los demás.
Para arreglar esta situación, tomo consciencia de las fuerzas de amor que me habitan.
Me abandono y descubro que el Universo me aporta el sostén que necesito.
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