Causas Emocionales del Páncreas

Es en el páncreas donde se mantiene el porcentaje de insulina que ayuda a la estabilización del porcentaje de azúcar en la sangre. Si está en desequilibrio, se produce entonces la diabetes o la hipoglicemia (consultar estas enfermedades para más detalles).

El páncreas representa mi capacidad para expresar e integrar el amor dentro de mí y mi capacidad para transigir con los sentimientos opuestos (ejemplo: la ira) sin crear dolor. Frecuentemente se tratará de una situación que pone en causa a otro miembro de la familia y cuyo reto consiste en adquirir más poder o dinero (por ejemplo en el caso de una herencia).

Si vivo una situación que me cuesta mucho tragar y que me parece innoble, podré ir hasta desarrollar un cáncer del páncreas.

El páncreas está relacionado con la alegría de vivir y con el centro de energía (chakra) del plexo solar que está situado en la base de mi esternón, a algunos centímetros encima de mi ombligo.

Debo tomar consciencia de mis necesidades y poner las cosas en marcha para ir a buscar lo que quiero.

No necesito buscar estimulantes artificiales para “nutrirme” (drogas, alimento, sexualidad, etc., sólo he de aprender a amarme como soy.

Necesito brindarme algunos dulces”

SANGRE – DIABETES

La diabetes es una enfermedad del páncreas, glándula importante y con múltiples funciones en el cuerpo humano. Una de ella es producir insulina, la hormona necesaria para mantener una concentración normal de glucosa en la sangre. La diabetes es consecuencia de una deficiencia en la función endocrina del páncreas, que se manifiesta como un déficit de insulina. No obstante, algunos casos de diabetes se deben a una resistencia a la acción de la insulina, como también algunos tipos de obesidad.

El páncreas es la glándula que está ligada al centro energético del plexo solar. Todo problema en esta glándula indica que existe un trastorno en el nivel emocional. De hecho, este centro de energía administra las emociones, los deseos y la mente.

La persona que padece diabetes es emotiva y a menudo tiene muchos deseos.

Es del tipo de persona que desea algo para sí misma y también para todos sus seres queridos.

Quiere que todos reciban una rebanada del pastel. Sin embargo, puede ponerse celosa cuando alguien tiene más que ella.

En general, es una persona muy servicial, pero con muchas expectativas. Actúa con todos como madre y se culpa fácilmente si lo que desea para los demás no se realiza.

Existe en ella una gran actividad mental debida a una búsqueda intensiva de los medios necesarios para dar respuesta a sus expectativas.

El hecho de cultivar tantos deseos oculta una tristeza interior que proviene generalmente de un gran deseo de ternura y amor que nunca ha sido satisfecho.

La diabetes se manifiesta en el niño cuando éste no se siente suficientemente reconocido.

Su tristeza le ocasiona un vacío interior que busca una compensación. De este modo intenta llamar la atención.

Tu diabetes se presenta para advertirte que te sueltes y te des tiempo para dejar que las cosas sucedan en lugar de querer controlarlo todo.

Deja de creer que tu misión es disponer la felicidad de todos los que te rodean.

Eres el tipo de persona que logra lo que quiere, pero los demás no necesariamente desean las mismas cosas ni en la misma medida que tú.

Date tiempo para disfrutar las dulzuras de tu vida en su momento, en lugar de distraerte con lo que vas a querer mañana.

Hasta ahora has preferido creer que lo que deseas es siempre para los demás. Acepta la idea de que esos deseos son, antes que nada, los tuyos, y luego reconoce todo lo que has obtenido hasta este momento.

Acepta también que, aun cuando un gran deseo no se haya realizado en el pasado, ello no te impide apreciar los deseos pequeños que se hacen patentes ahora.

Si eres un  niño diabético, ha llegado el momento de que dejes de creer que eres el hijo perdido de la familia. Eres tú quien debe encontrar tu lugar.

La diabetes también llamada diabetes dulce, se manifiesta por una secreción insuficiente de insulina por el páncreas que resulta de una incapacidad de éste en mantener un porcentaje de azúcar razonable en la sangre. Un exceso de azúcar sanguíneo se produce entonces y la sangrees incapaz de usar adecuadamente los azúcares en el flujo sanguíneo. Estos azúcares en exceso causan un porcentaje demasiado elevado de azúcar en la orina que se vuelve dulce.

El azúcar corresponde al amor, a la ternura, al afecto, la diabetes refleja pues diversos sentimientos de tristeza interior. Es el mal de amor, una carencia de amor seguro porque necesito, a causa de mis heridas anteriores, controlar el entorno y la gente que me rodea.

Pues, sí! Si tengo diabetes, suelo vivir tristezas seguidas, emociones reprimidas teñidas de tristeza inconsciente y ausentes de dulzura. La dulzura desapareció dejando sitio a un dolor continuo. Empiezo entonces a comer azúcar bajo todas las formas posibles: pastas alimentarias, pan, golosinas, etc. para compensar.

El plano afectivo,  social o financiero puede resentirse. Intento compensar por todos los medios posibles.

Me limito en muchos campos.

Me vuelvo “amargo” (amargura) frente a la vida, es la razón por la cual encuentro mi vida “amarga” y compenso por un estado más “dulce”.

Al tener dificultad en recibir amor, me siento ahogado y sobrecargado, pillado en mi situación incontrolable y excesiva.

El exceso está eliminado en la orina.

Tengo pues una gran necesidad de amor y afecto, pero no sé actuar ni reaccionar cuando podría recibirlo.

Tengo dificultad en recibir el amor de los demás y la vida pierde gusto para mí.

Es difícil soltarme y expresar el amor verdadero.

Mis esperas son frecuentemente desmedidas (quiero que la gente realice mis deseos) y me atraen frustraciones, ira, frente a la vida y el repliegue sobre sí.

Vivo mucha resistencia frente a un acontecimiento que quiero evitar pero que me siento obligado a sufrir. Por ejemplo, puede ser una separación, un traslado, un examen, etc. A esta resistencia se añadirá un sentimiento de disgusto, repugnancia, desdén frente a este acontecimiento. La hiperglicemia aparecerá pues en ese momento. Necesito asumirme en seguida.

Necesito cambiar las situaciones que me afectan empezando a ver el amor y la alegría en todas las cosas.

La diabetes (o hiperglicemia, exceso de azúcar en la sangre) y la hipoglicemia (insuficiencia de azúcar en la sangre) (ambas vinculadas a la falta de alegría) están vinculadas directamente al amor que soy capaz de expresar para mí – mismo y los demás.

En el caso de la diabetes gestacional, que se produce habitualmente después de la segunda mitad del embarazo, debo preguntarme las mismas preguntas que las que pregunto a las personas afectadas de diabetes.

Puede que la tristeza profunda, repugnancia o resistencia se revelen a mi consciencia.

Este embarazo puede activar y ampliar en mí el recuerdo más o menos consciente de estos sentimientos que pude vivir en mi infancia y la consecuencia será la diabetes.

Después del parto, el regreso a mi estado normal me indica que estos sentimientos han desaparecido o que su importancia ha disminuido enormemente, lo cual trae un restablecimiento de la cantidad de azúcar en sangre. (Glucosa).

Hay tanto amor disponible; ¿soy realmente consciente del amor que la gente tiene para mí?

La gente me ama y debo verlo a partir de ahora.

Acepto el pasado de un modo desapegado, por lo que es.

¡Es abriendo mi corazón como se producen los milagros!

SANGRE – HIPOGLUCEMIA 

La hipoglucemia es una enfermedad del páncreas que se manifiesta cuando hay una disminución anormal de la concentración de glucosa en la sangre. Se reconoce principalmente por un insaciable deseo de algo azucarado, malestares, vértigo, calambres digestivos, palpitaciones, palidez y sudores fríos.

En metafísica, el páncreas está relacionado con las emociones, los deseos y la mente humana.

La persona hipoglucémica quiere ocuparse de los deseos de los demás en detrimento de sus propias necesidades.

No se siente libre.

Su cuerpo le dice que necesita recompensarse con «dulces» sin sentirse culpable.

Está demasiado ocupada queriendo que todo a su alrededor sea felicidad.

El enfermo con hipoglucemia también siente muchos miedos y tiende a sufrir agorafobia.

Es el momento de conservar tu energía para ti, de dejar de creer que debes ser la madre o el padre de tu prójimo.

Vuelve a establecer contacto con tu niño interior que desea jugar y divertirse.

En la infancia aprendiste que no tenías derecho a pensar en ti.

Como no te proporcionaste suficiente amor, querías que tus familiares te lo dieran, y aunque lo recibieras, no fue bastante. Por lo tanto, decidiste que el amor hace sufrir, porque nunca lograste suficiente.

La vida te hizo crecer mucho más rápido, pero todavía no es demasiado tarde para volver a empezar.

No debes creer que ocuparte de ti mismo significa ser egoísta. Una persona así es aquella que impone sus deseos a otros por propio interés.

Quien piensa en sí mismo antes de responder a las expectativas de los demás es una persona que se quiere.

Quiérete más y recibirás más amor de los demás.

La hipoglicemia se caracteriza por una disminución anormal de glucosa en la sangre. La parte del páncreas que secreta la insulina está sobre – activada. En consecuencia, las células y los músculos están privados de la glucosa energética. Esta situación está opuesta a lo que se encuentra en los diabéticos. Está causada por un exceso de insulina o de ejercicio. El azúcar representa una forma de premio, afecto, dulzura y ternura.

Es la manifestación del amor, según la metafísica.

Actualmente, ¿estoy buscando el amor?

¿Lo estoy esperando del exterior?

¿Cómo azúcar para colmar esta carencia?

Varias manifestaciones se vinculan a la hipoglicemia:

–   Puede manifestarse porque doy tanto a los demás que ya no tengo nada para dar. Esto me revela la necesidad de empezar por amarme, por respetarme en mis necesidades. Dándome más, luego puedo dar más y amar a los demás. No puedo dar a los demás lo que no me doy a mí – mismo.

–   Puede también brotar cuando vivo una tensión o una presión interior excesiva sobre la cual pienso que no tengo control alguno.

–   Procede de mis fuertes emociones, de una tristeza profunda, causándome angustia e incluso hostilidad frente a los demás. ¿Tengo yo esperanzas que aún están sin contestar (que no están satisfechas)?

–   También puedo vivir un miedo intenso frente a algo o a alguien que me asquea y que prefiero evitar. Debo resistir con todas mis fuerzas para intentar evitar esta cosa que me repugna. Tanto puede ser un objeto, un gesto como una palabra dicha que me provocó un “asco”.

–   Una alergia alimentaria también puede ser la causa “física” de esta caída del azúcar sanguíneo. Por lo tanto debo realizar las comprobaciones físicas que se imponen y hallar a quién o a qué soy alérgico.

Acepto lo que me sucede.

Decido hacer mi vida más alegre.

Respondo a mis esperas.

Mi cuerpo es un sabio, un amigo fiel al cual soy receptivo.

PANCREATITIS

La pancreatitis es un síndrome, que puede ser peligroso, y resulta de una inflamación del tejido pancreático y de los vasos. Véase la definición de diabetes, con la salvedad de que al bloqueo emocional es necesario agregar que esta enfermedad se manifiesta en alguien que dramatizó un acontecimiento vivido recientemente, el cual le hizo sentir emociones y enojo a causa de sus expectativas demasiado grandes.

En general, la pancreatitis se manifiesta en alguien que se preocupa demasiado por su familia. Ver también las explicaciones adicionales sobre las enfermedades inflamatorias. 

Vivo mucha rabia frente a la vida porque ya no me ofrece “dulces”. Quiero rechazarla. En vez de esperar que vengan a mí los “dulces”, he de brindármelos sabiendo que me los merezco.

ENFERMEDADES INFLAMATORIAS (con terminación itis)

¿Qué distingue a las enfermedades inflamatorias (aquellas que normalmente terminan en “itis”, como sinusitis, bronquitis, artritis, etc.)?

Tras conocer los trabajos del Dr. Geerd Hamer, encontré muy interesante el fruto de sus investigaciones en lo que él llama la NUEVA MEDICINA.

Según él, la enfermedad inflamatoria se produce después de la resolución de un conflicto biológico. Dice que en el instante en que el conflicto se aleja o se resuelve, el cuerpo (con ayuda del cerebro) inicia una etapa de curación y es entonces cuando aparece la enfermedad infecciosa o inflamatoria (por ejemplo: un hombre ya no soporta a su jefe y decide irse de vacaciones. Tan pronto llega al lugar de recreo, comienza a sufrir de sinusitis).

(Un conflicto biológico es un choque violento contra el cual uno se siente impotente e incapaz de reaccionar, y que es vivido en aislamiento. Es un choque difícil, que toma a la persona totalmente desprevenida. Los conflictos normales de la vida común no tienen un efecto tan brutal porque podemos prepararnos para ellos con un poco de anticipación).

Por otro lado, aun cuando el cuerpo esté en etapa de curación, ello no impide que el enfermo busque ayuda médica. Sin embargo, sugiero enfáticamente verificar bien si el conflicto ha sido verdaderamente resuelto (con el amor y el perdón) o si la solución es sólo temporal.

Según el Dr. Hamer, de las 1.000 enfermedades conocidas, la mitad son calientes y la otra mitad frías. Las enfermedades calientes (como la inflamación) indican que el conflicto se ha alejado o se ha resuelto y que el cuerpo está en vías de reponerse. Explica que las enfermedades son bifásicas, es decir, que 500 enfermedades, que en principio son frías (fase durante la cual el conflicto todavía está activo), se vuelven calientes después (fase durante la cual el cuerpo sana tras el alejamiento del conflicto).

Tanto en el hombre como en los animales, los dolores tienen fundamentalmente una finalidad biológica: la de inmovilizar al organismo o al órgano afectado a fin de que la curación se pueda realizar de una manera óptima.

También hay dolores durante la fase activa del conflicto (enfermedad fría), como en una angina de pecho o una úlcera estomacal. Durante la fase de curación (enfermedad caliente), los dolores son provocados por inflamaciones, infecciones, edemas o cicatrizaciones. 

Me parecen muy interesantes las investigaciones y los descubrimientos del Dr. Hamer, al igual que los de muchos otros médicos, como el Dr. Siegel, el Dr. Simonton, etc. Son médicos que nos incitan a abrirnos a nuevos horizontes. No puedo afirmarte que todo esto sea cierto, pues ¿cómo saber quién posee la verdad? Por ello, es mucho más sensato que lo verifiques en tu interior, para así descubrir tu propia verdad.

Por mi parte, conozco algunos médicos que trabajan según las leyes de la Nueva Medicina del Dr. Hamer y logran resultados excelentes. Han sabido hacer una amalgama entre la medicina tradicional y la nueva, consiguiendo la satisfacción y el bienestar de sus pacientes.

Tú decides lo que quieres creer. Por otro lado, el hecho de que el cuerpo esté en fase de curación no te impide buscar ayuda médica, pero sé consciente de que mientras la medicina se ocupa de tu cuerpo físico, tú debes ocuparte de tus cuerpos emocional, mental y espiritual.

Lo que quiero agregar a los trabajos del Dr. Hamer es que uno no sólo debe alejarse del conflicto, sino que debe resolverlo para evitar que regrese. Tomemos el ejemplo citado del hombre que tiene sinusitis tan pronto como se aleja de su jefe, a quien no soporta. La medicina le podrá resolver el problema temporalmente. Para zanjarlo definitivamente deberá pasar por las. Sólo así se evitará otras sinusitis. Por ello, es importante distinguir entre alejarnos del conflicto y resolverlo.

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