Según ciertas encuestas, el dinero es uno de los temas que más preocupa a los seres humanos, después del tema de las relaciones interpersonales. La preocupación por la escasez, la insuficiencia, la inseguridad y la mala gestión del dinero son algunos de los problemas relacionados que pueden generar una gran cantidad de estrés y emociones en nosotros. Estos temas pueden movilizar una gran cantidad de energía y atención en nuestra vida diaria.
En su origen, el dinero era simplemente una herramienta práctica y neutral creada para facilitar el intercambio de bienes y servicios. Sin embargo, con el tiempo se ha convertido en un tema central que puede desencadenar nuestros miedos y preocupaciones más profundos. La forma en que manejamos el dinero y nuestra relación con él puede revelar mucho sobre nosotros mismos, nuestras heridas, creencias y valores. El dinero se ha convertido en un gran espejo que refleja nuestra psicología interna y nuestra relación con el mundo.
Para ilustrarlo con claridad, es posible explicar la relación entre las cinco heridas emocionales y el dinero.


Frenos con respecto a la relación con el dinero de cada una de las heridas
El Rechazo
Debido a la naturaleza de esta herida emocional, es común que las personas afectadas eviten responsabilidades y tengan miedo al dinero. En algunos círculos espirituales, estas personas pueden compensar este temor a través de prácticas espirituales «más profundas», utilizando la meditación como una forma de escapar de la realidad del mundo. Fingir tener el dinero para proyectos y engañarse a sí mismos sobre el tema es similar a cómo un fugitivo huye de la realidad. El dinero, que representa una energía muy «terrenal», puede ser un símbolo fuerte de todo lo que estas personas tratan de evitar, como la encarnación y la materialización. Cuando se ven obligados a enfrentar la realidad de que necesitan dinero, pueden sufrir y sentir que la vida es dura. Es común que estas personas no se ocupen de sus finanzas, ya que el dinero representa toda la esfera del primer chakra, que a menudo se rechaza debido a la creencia subconsciente de que no se tiene derecho a la vida.
SUGERENCIA: Para este tipo de herida, mas que para ninguna otra, le hará mucho bien ocuparse de todo lo que representa la encarnación, el cuerpo, la comida, sensualidad, las relaciones y por supuesto el dinero
El Abandono
Las personas con esta herida emocional pueden experimentar frenos con respecto al dinero, incluyendo una falta de autonomía y una tendencia a depender de otros para su sustento. Por ejemplo, las mujeres pueden depender financieramente de sus parejas y los hombres pueden depender de sus padres, lo que puede llevarlos a buscar parejas ricas en las que puedan apoyarse. En estos casos, el dinero se convierte en otro factor que los «ata» a la otra persona. Estas personas pueden tener dificultades para pedir ayuda y tienden a atraer situaciones en las que se sienten impotentes e incapaces de salir por sí mismos, ya que buscan inconscientemente la lástima de los demás para ser ayudados o para establecer relaciones basadas en la ayuda mutua. Como resultado, pueden sufrir estafas, malentendidos y quiebras.
Además, estas personas pueden tener dificultades para entender y participar en el sistema financiero, ya que lo ven como frío e impersonal y no les proporciona las emociones que buscan. Pueden sentirse desvalidos y, debido a su tendencia a inventar escenarios mentales que a veces están lejos de la realidad, pueden ser indecisos y tener dificultades para tomar decisiones y afirmarse. En general, esta herida emocional puede llevar a una relación problemática con el dinero y con la independencia financiera.
SUGERENCIA: Para superar esta herida, es importante buscar la autonomía financiera y desarrollarla. En un principio, puede ser útil buscar la ayuda de un experto financiero, pero el objetivo debe ser aprender a tomar decisiones financieras por cuenta propia.
La Humillación
Las personas con la herida de precariedad a menudo atraen situaciones difíciles y extremas, donde pueden encontrarse en serios aprietos económicos y sentir vergüenza de sí mismas. Lo hacen como una forma de castigarse porque no creen merecer nada bueno y el dinero se convierte en una manera de torturarse. Pueden aspirar a cosas que no pueden obtener y sentirse fuera de juego en relación al sistema financiero.
También pueden experimentar dificultades para estabilizarse financieramente, dejando que abusen económicamente de ellos, prestando dinero que nunca se les devuelve, trabajando sin sueldo o siendo estafados. Incluso cuando tienen dinero, en lugar de darles libertad, se sienten encarcelados por él. La herida de precariedad a menudo les impide disfrutar de su riqueza y encontrar la estabilidad financiera.
SUGERENCIA: Trabajar en la autoestima y en la sensación de merecimiento y dignidad. La persona con esta herida debe aprender a valorarse y a reconocer su propio valor, sin dejar que su autoestima dependa de factores externos como el dinero..
La Traición
Tiene un fuerte control sobre sus gastos y entradas de dinero, lo que puede limitar la fluidez y la liquidez. Esta necesidad de controlar todo puede indicar una falta de confianza en la vida y en la capacidad de adaptarse a situaciones imprevistas. La inseguridad y la ansiedad son comunes, y a menudo tiene dificultades para aceptar soluciones que no vienen de él mismo. También puede tener dificultad para recibir y pedir ayuda debido a su orgullo. Aunque el auto-sabotaje es común en todas las heridas emocionales, en la herida de la traición puede manifestarse como una tendencia impulsiva a cortar con personas y organizaciones que intentan ayudar. Es importante trabajar en la confianza en uno mismo y en la vida para permitir que la abundancia fluya naturalmente. Aceptar la ayuda de otros y aprender a pedirla puede ayudar a crear un equilibrio financiero más saludable.
SUGERENCIA: Trabajar en la confianza en sí mismo, en los demás y en la vida, permitiéndose fluir y desapegarse del resultado. Dejar de controlar y planificar cada detalle y permitirse vivir en el presente.
La Injusticia
Trabajar en la flexibilidad y la creatividad en la gestión del dinero, explorar nuevas formas de generar ingresos y soluciones innovadoras a los desafíos financieros, estar abierto a recibir y disfrutar de los frutos del trabajo, dejar de lado la creencia de que tiene que ganar todo con mucho esfuerzo y sacrificio, aprender a relajarse y disfrutar de los placeres de la vida sin culpa ni remordimiento, tener una actitud más positiva y confiar en sus habilidades para generar riqueza y prosperidad. Aprender a manejar el enojo de una manera constructiva y buscar apoyo cuando se sienta desbordado. Trabajar en la aceptación de las situaciones y en el perdón hacia sí mismo y hacia los demás.
SUGERENCIA: Darse permiso para no ser perfecto es fundamental para liberarse de la carga de la perfección, que puede ser una fuente de ansiedad y autoexigencia excesiva. Aprender a confiar en la justicia divina y en la sabiduría del universo puede ayudar a reducir la necesidad de control y preocupación excesiva por el resultado.


Los 3 pasos para mejorar las heridas emocionales que afectan tu abundancia
1. Aceptarse
Cuando experimentamos dolor emocional, es común que reaccionemos automáticamente. En esos momentos, es importante aceptar nuestros sentimientos y reacciones, y observar nuestros pensamientos y sensaciones físicas sin tratar de evitarlos o suprimirlos. Aceptar y observar nuestras emociones puede ayudar a sanar la herida y reducir el dolor. Es importante señalar que aceptar y observar nuestras emociones no significa que estemos de acuerdo con lo que las causó.
2. Comprender
Es importante tener en cuenta que todos los seres humanos experimentan dolor emocional y dificultades en algún momento de sus vidas. Como hay personas que dicen: «no hay personas malas, solo personas que están sufriendo». Al recordar esto, podemos empezar a sentir compasión y tolerancia hacia los demás y hacia nosotros mismos, sin juzgar ni culpar.
3. Reconocer
Cuando te encuentras experimentando una herida emocional y tu reacción es automática, tómate un momento para respirar profundamente y preguntarte: ¿Qué necesito en este momento?… ¿Necesito amor, protección, consideración, respeto, reconocimiento?… A menudo, estas necesidades no fueron satisfechas durante la infancia, lo que puede resultar en sufrimiento que se activa de vez en cuando en la vida adulta. Es importante recordar que ahora como adulto, tienes la capacidad de darte a ti mismo el reconocimiento, el respeto, el amor y la atención que quizás no recibiste durante tus primeros años de vida.