¿Qué haces cuando algo no te despierta interés, emoción o pasión? Es probable que no te sientas plenamente comprometido con lo que estás haciendo. Puedes experimentar sentimientos de tristeza sin comprender su origen, falta de conexión, dispersión mental, intranquilidad y una sensación de no estar disfrutando plenamente de tu vida. Es posible que sientas que lo que has vivido o estás viviendo carece de significado, lo cual puede generar ansiedad y una profunda sensación de agotamiento.

Cuando te encuentras en esta situación, es importante reflexionar sobre tus intereses, tus valores y tus metas personales. Pregúntate qué te apasiona realmente y qué te gustaría lograr en tu vida. Explora diferentes actividades y áreas que te despierten curiosidad y entusiasmo. Busca oportunidades de crecimiento y desarrollo personal que te permitan sentirte pleno y comprometido con lo que haces.

Lo que necesitas

Lo que no crece, decrece y se debilita. Cando nos estancamos en un estilo de vida que ya no nos emociona ni aporta algo nuevo y realmente desafiante, cuando vivimos con ideas o criterios que ya “no nos quedan” o son pequeños en función de lo que queremos lograr, empezaremos a debilitarnos espiritualmente, y esto nos provocara una falta de conexion con el presente.

Síntomas cuando no estás creciendo:

  • Irritabilidad e hipersensibilidad
  • Desconexión
  • Intranquilidad y falta de atención
  • Las cosas deseadas se tardan en llegar a tu vida, o no llegan
  • Cansancio y agotamiento
  • Depresión y tristeza sin causa aparente
  • No disfrutas con tus seres queridos
  • Sensación de estar atrapado en cosas que no se desean

Nuestra vida es como una caja de arena: si esta se vuelve predecible, o no sabemos cómo resolver ciertos desafíos con un criterio nuevo y fresco, y los problemas empiezan a crecer, es porque nosotros no lo estamos haciendo.

Crecer es reconectarte con lo esencial en ti, es encontrar una nueva profundidad en lo que haces.

Crecer significa que alcanzamos mayores alturas, y los frutos que anhelamos crear en nuestras vidas, comienzan a madurar y caer de nuestro árbol realidad, y esto no salimenta espiritualmente y nos dulcifica la vida. Y para una mayor altura se requieren raíces más profundas.

Si nuestra realidad no nos está nutriendo, es porque nuestra forma de ver e interpretar no nos está ayudando. Si hay intranquilidad y desconexión, sin duda nuestras creencias nos obligan a vivir y hacer ciertas cosas que no nos nutren ya.

Las creencias, paradigmas o actitudes viejas que nos atoran, enferman y desconectan, son dominantes sobre nuestra personalidad y a veces cuesta quitarnos de encima formas de ser que solo fugan nuestra energia y la dispersan.

No es necesario que dejemos la realidad que tenemos, así como un árbol no necesita dejar el lugar donde está sembrado para crecer. Lo que debemos hacer es aprender a nutrirnos de la realidad que tenemos con nuevas formas y un conocmiento que inspire, ayude o hasta empujen a experimentar lo qu erealmente anhela nuestro corazón y atraparia toda nuestra atención y amor.

Inyectar nuevos conocimientos hará crecer nuestro árbol realidad y extender su fuerza, dándonos los frutos que estamos buscando. Para reconectarte con lo esencial y empezar a darle fuerza a tu poder creativo y curativo, e ir comprendiendo porque te sientes como te sientes, te sugiero hagas esta breve meditación que te ayudara sin duda a ir poco a poco absorbiendo una energia de mayor frecuencia y despejando tu mente de creencias que obstaculizan y deterioran la vida, dándote un aire nuevo de conocimiento y enfoque creativo…

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