Aprender a Visualizar y Crear nuestra Realidad Conscientemente

Cómo podemos comenzar a Aprender a Visualizar y Crear nuestra Realidad de forma Consciente

La visualización es fundamental para atraer a nuestras vidas aquello que queremos, nos hace conectar con nuestra verdadera esencia, con esa parte divina que nos recuerda que ya somos poseedores de todo lo que necesitamos en nuestras vidas, y que podemos reclamar este derecho divino cuando queramos para sentirnos plenamente desarrollados, felices y completos; para ello nos puede servir de gran ayuda el imaginar todo aquello que deseamos conseguir para el mayor bien, como si ya lo hubiésemos logrado, sea en el aspecto que queramos de nuestra vida, con cuanto más lujo de detalles mejor, y de esta manera estaremos realmente mandando al Universo el mensaje de que aquello que estamos visualizando lo tenemos ya, y por la Ley de Atracción será lo que el Universo nos brinde.

Sin embargo, el tema de la visualización e imaginación, suele ser complicado y costoso para algunas personas, por lo que comparto con vosotros este ejercicio que pertenece al libro «Visualización Creativa» de Shakti Gawain, en el que la autora propone un ejercicio básico y sencillo para poder ir tomando contacto con el tema de la visualización y así poder crear de una manera consciente esa realidad que queremos atraer para nuestra vida. Después cada persona conforme vaya acostumbrándose a visualizar, irá haciéndolo de la manera más personal y beneficiosa que considere para sí misma, y acompañada quizás también de afirmaciones positivas que le ayuden a reforzar su intención consciente de crear esa realidad que para el mayor bien desea.

EJERCICIO:

En primer lugar, pensemos en algo que nos gustaría conseguir. Para este ejercicio elija algo sencillo, algo cuya consecución pueda imaginar fácilmente. Puede ser un objeto que le gustaría poseer, un acontecimiento que desearía que sucediese, una situación en la que le gustaría encontrarse o bien algún aspecto de su vida que le gustaría mejorar.

Póngase cómodo, sentado o acostado, en un lugar tranquilo donde no puedan molestarle.

Relájese completamente, empezando por los dedos de los pies y ascendiendo hasta la cabeza. Concéntrese en relajar todos los músculos de su cuerpo dejando que desaparezca toda la tensión.

Respire profunda y lentamente desde la zona abdominal.

Cuente hacia atrás de diez a uno, relajándose cada vez más a medida que vaya contando.

Cuando se encuentre profundamente relajado, empiece a imaginar lo que desea, exactamente como le gustaría que fuese.

Si se trata de un objeto, imagínese utilizándolo, admirándolo, disfrutándolo, enseñándoselo a sus amigos.

Si es una situación o un acontecimiento, imagínese en el lugar de los hechos viendo que todo sucede exactamente como lo desea.

Puede imaginar lo que la gente dice, o cualquier detalle que lo haga más real.

Puede pasar mayor o menor cantidad de tiempo imaginándoselo, según lo prefiera.

Disfrute haciéndolo.

Debe ser una experiencia completamente placentera, como la ensoñación de un niño que piensa en lo que le gustaría que le regalasen por su cumpleaños.

Luego, conservando la idea o imagen en su mente, haga algunas afirmaciones totalmente positivas (en voz alta o en silencio, como prefiera) acerca de la circunstancia imaginada:

Aquí me tienen, pasando un maravilloso fin de semana en la montaña. ¡Qué días más maravillosos!

O: Me encanta la vista que se contempla desde mi amplio piso nuevo.

O: Estoy aprendiendo a amarme y aceptarme tal como soy.

O bien: Paz en la Tierra

Estas afirmaciones son una parte muy importante de la visualización creativa, y más adelante las comentaremos con mayor detalle.

Si lo desea, concluya su visualización formulando esta rotunda afirmación:

«Esto, o algo mejor, se manifiesta ahora ante mí de un modo totalmente satisfactorio y armonioso, para mayor bien de todos a quienes afecta».

Esto deja lugar para algo distinto e incluso mejor de lo que en principio había deseado que sucediera, y le sirve como recordatorio de que este proceso sólo funciona para beneficio de todas las personas a las que implica.

Si le asaltan dudas o pensamientos contradictorios, no se resista a ellos ni trate de evitarlos, porque de esa manera no conseguiría más que concederles un poder que de otro modo no tendrían. Déjelos fluir por su conciencia y vuelva a sus imágenes y afirmaciones positivas.

Puede permanecer en este estado mientras le parezca placentero e interesante, ya sea durante cinco minutos o durante media hora. Repítalo cada día o tan a menudo como pueda.

Como habrá comprobado, el proceso básico es relativamente sencillo. Sin embargo, para llevarlo a cabo de un modo verdaderamente eficaz es preciso, por lo general, adquirir cierta práctica y poder de captación.

Espero que este ejercicio os haya podido servir de ayuda, pero recuerda que esto es una guía, el mejor ejercicio será el que tú mismo vayas desarrollando y que resuene contigo, conforme vayas experimentando la maravillosa aventura de la visualización.

2 COMENTARIOS

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí