Ejercicio para liberar emociones bloqueadas
Hay situaciones en nuestras vidas y en las de nuestras familias que nos generan tanto dolor, miedo. desesperación, angustia, etc. que muchas veces, al no saber qué hacer con ellas, las negamos y reprimimos. Pero resulta que ahí siguen estando, no por negarlas desaparecen; al contrario, aquello que rechazamos toma fuerza y poder sobre nosotros.
Pero hoy podemos hacernos cargo de ello, y hacer algo para liberarnos de estos bloqueos emocionales, volviéndonos conscientes, soltando y entregando al Gran Campo del Espíritu de Dios.
De esta manera, no solo nos estamos liberando nosotros mismos, sino que, por resonancia, otros también lo harán. Especialmente nuestra familia; con quienes estamos unidos por hilos inviables, de alma a alma.
Ejercicio
Observa tu vida, mira el pasado, recordando todos aquellos sucesos que te hayan causado dolor:
Obsérvate a ti mismo visualizándote delante de ti: “¿cómo te sientes? ¿hay alguna molestia o algún dolor? ¿no puedes olvidar a aquella persona que te causo tanto daño? ¿no puedes olvidar aquel lugar en el que sufriste?”.
Quédate en esa situación concreta que aparece, permítete sentir profundamente los sentimientos que surgen de esa vivencia.
Respira profundamente, inhalando y soltando conscientemente.
Ahora recibimos eso que bloqueamos y negamos porque nos dolía demasiado.
Sentimos conscientemente y respiramos como tomando de un Campo más Grande, el Campo del Espíritu de Dios, nuevas energías de liberación de estas emociones bloqueadas.
Una vez que has tomado conciencia de esas emociones, ahora vamos a soltarlas conscientemente a esas emociones concretas.
Ponle nombre a esas emociones y vas a visualizar a cada una de ellas como si fuera un globo, y lo sueltas, lo dejas ir, expresando, por ejemplo:
«suelto la pena, suelto la tristeza, suelto la depresión, suelto la ansiedad, suelto la angustia, suelto el rechazo, suelto la frustración, suelto la inseguridad, suelto la ira, suelto la rabia, suelto el odio, suelto la impotencia, suelto la desconfianza, suelto el miedo, etc. Lo suelto todo… lo entrego a Dios…
Por favor Padre, libera estas memorias de dolor de mi propia vida y la de mi familia, Gracias, Por Favor, Si…»
Lo suelto todo, lo entrego todo, dejo el pasado atrás, ahora soy libre, miro hacia adelante y me abro a la Vida tal como es…Gracias, Por Favor, Si…»
Puedes repetir este ejercicio las veces que lo percibas necesario, pues vamos liberando viejas emociones y suelen presentarse nuevas emociones para liberar; las cuales pueden ser producto de nuestra propia historia de vida, la de nuestra familia y ancestros, y hasta de nuestra familia humana. Este es un gran trabajo espiritual que todos podemos hacer al servicio de la Vida. Así sea!
Adelante! Hay mucho por liberar! en uno mismo, en nuestras familias, en la familia humana!
Fuente: Iluminar nuestros Vínculos