En el plexo solar quedan adheridas formas emocionales del pasado.
Comenzando desde la niñez, cada decepción vincular nos ha dejado una marca.
En el chakra del corazon, han quedado pegadas emociones no afrontadas, no expresadas.
Hoy podemos poner nuestras dos manos en el plexo
y haremos una demostración de amor.
Nos sonreiremos internamente.
Hoy podremos consolar con nuestra mano derecha
todo lo que ha guardado el corazón,
lo autosanaremos.
Con las repeticiones de este ejercicio comenzaremos a sentir con los días,
la fuerza de nuestra salud emocional, la pureza de nuestra mente,
dando base a que nuestra Alma se aposente, mansa, tranquila.
A una vida en paz, en equilibrio.
Autor: Bernardo Wikinski.
Fuente: http://larutadelailuminacion.blogspot.com.es/