Recuerda: este símbolo indica una pausa. No sigas leyendo cuando llegues a esta pausa y date un tiempo de explorar tu propio darse cuenta, siguiendo las instrucciones.
La tienda abandonada y la casa de empeño
Quiero que imagines que estás caminando en una ciudad, de noche bajo la lluvia. Tú estás convenientemente abrigado y puedes ver las luces de la ciudad reflejadas sobre las calles mojadas…
Camina simplemente durante un rato y explora tu ciudad…
¿Cómo te sientes mientras caminas a través de esta ciudad?…
A pocos metros hay una callejuela lateral. Camina por esta callejuela y pronto verás una vieja tienda abandonada…
La vitrina está sucia, empañada y salpicada por la lluvia, pero si miras desde cerca, puedes ver algunas formas borrosas detrás…
¿Qué fue abandonado en esa vitrina?…
Acércate más y trata de ver que hay allí…
Limpia parte del vidrio que hay empañado y húmedo a fin de ver con mayor claridad…
Examina detalladamente esa cosa abandonada…
Conviértete ahora en esa cosa en la tienda abandonada ¿Cómo es tu existencia siendo ese objeto abandonado?…
Compenétrate todavía más en la experiencia de ser esa cosa abandonada…
Vuelve a ser tú nuevamente y mira muy detenidamente otra vez al objeto abandonado en la vitrina…
¿Adviertes algo que no notaste antes?…
Lentamente despídete de esa vitrina y de lo que hay en ella, y continúa caminando a través de las calles de la ciudad…
Continúa explorando tu ciudad durante un rato…
Justo allí delante hay otra extraña callejuela lateral. Mientras caminas por esa calle, verás una vitrina que tiene una increíble variedad de cosas: algunas viejas, otras nuevas, otras muy antiguas. Algo de esto son trastos y algo son preciosidades y tú nunca esperaste ver todas estas cosas en el mismo escaparate…
Mientras tú te encuentras mirando esa vidriera llena de cosas, un amigable viejecito sale a la puerta y te invita a pasar. Te explica que no es una tienda común. Dentro de su aparente pequeñez allí se encuentra todo lo que hay en el mundo. Todo el que encuentre el camino hacia esa tienda puede elegir algo y llevárselo. Sólo puede llevar una cosa. Tú no puedes llevar dinero ni puedes vender por su valor monetario aquello que elijas. Al margen de esto puedes tener cualquier cosa de la tienda. Elige cierto tiempo para recorrer el local y ver que hay allí…
Hay todo tipo de pequeños escondrijos y cuartos laterales, llenos de cosas que tú podrías querer…
Finalmente tú tendrías que decidir cuál de todas esas muchas cosas quieres llevarte…
Cuando hayas decidido cuál quieres llevarte, emplea cierto tiempo en conocer mejor el objeto elegido. Míralo cuidadosamente y observa todos los detalles posibles…
¿Cómo te sientes respecto de esa cosa?…
Mientras te diriges a la salida con el objeto, el encargado de la tienda vuelve a hablarte y te dice: “Tú puedes quedarte con eso, tal como te dije antes. Sólo hay una condición: Debes darme algo a cambio. Puede ser absolutamente cualquier cosa que tengas y no es necesario que la tengas aquí contigo ahora, pero debes darme algo en cambio de lo que llevas”.
¿Qué le darás al viejito? Toma cierto tiempo en decidirlo…
Dile ahora al viejecito que le darás…
Ahora sal de la tienda y echa un último vistazo a la ciudad…
Lentamente despídete de esta ciudad…
Ahora regresa a este cuarto y trae lo que tú hayas decidido tomar de la tienda…
Conviértete ahora en el objeto que encontraste en la tienda…
Siendo esa cosa ¿Cómo eres tú?…
¿Cuál es tu función o utilidad?…
Trata de compenetrarte realmente de todos los detalles de la experiencia de ser este objeto…
Vuelve a ser tú mismo nuevamente y mira el objeto…
Mira si puedes descubrir aún más acerca de él…
Lentamente despídete del objeto y guárdalo en algún lugar de tu memoria…
Y ahora descansa tranquilamente durante un rato…
(Una fantasía como esta, ambientada en una ciudad, es particularmente buena si tú estás en un lugar dónde se escuchan ruidos de tránsito etc. Estos ruidos son propios de una ciudad y se convertirán en parte de la fantasía sin producir molestias).