Se ha demostrado que el realizar sesiones diarias de meditación de una manera constante, ayuda a reducir los niveles de estrés, mejorar el bienestar general y a establecer una conexión profunda con nuestro Yo interno. Potencialmente impacta en todo nuestro cuerpo, desde la función del sistema inmune hasta la calidad del sueño. Para poder mejorar nuestra técnica, lo perfecto seria disponer de un espacio de meditación que nos induzca mas profundamente a nuestro trabajo interno.
Si trabajamos con la Ley de Atracción, es probable que también realicemos un tipo de ejercicio meditativo mas específico cada día. El proceso de visualización creativa a través del cual construimos una imagen detallada de la vida que deseamos. Cualquiera que sea el propósito de las meditaciones, obtener lo mejor de ellas requiere localizar y diseñar un espacio que funcione correctamente con nuestro trabajo interno. Sigue leyendo para aprender cómo puedes crear tu propio espacio de meditación.
Elige un espacio de meditación adecuado
Piensa detenidamente en dónde quieres meditar. Por ejemplo, a algunas personas les gusta simplemente acostarse en la cama para realizar su meditación, pero es probable que nos quedemos dormidos accidentalmente durante la sesión. Otros pueden pensar que es una buena idea sentarse en su silla favorita de la sala de estar, pero si es una habitación donde normalmente otros miembros de la familia suelen conversar o mirar la televisión, este espacio tampoco funcionará correctamente.
El lugar correcto debe ser tranquilo. Un lugar a donde puedas ir sin ser molestado y nos ofrezca algo de privacidad. Piensa por un momento en un rincón donde puedas estar tranquilo en tu habitación, o tal vez en un lugar de tu estudio o en la oficina de tu casa. Y el ruido no es la única consideración a tener en cuenta. La iluminación también juega un papel importante en el qué centrarnos para nuestro espacio de meditación.
Si el ambiente es demasiado brillante y luminoso, nos encontraremos entrecerrando los ojos y frunciendo el ceño. En el otro extremo, la oscuridad nos abre nuevamente la posibilidad de la somnolencia. La iluminación suave funciona muy bien (es decir, el tipo de iluminación que usaríamos para una cena de una cita), así que búscalo o descubre cómo crearlo. La luz de unas velas suele dar muy buenos resultados.
Encontrar la superficie idonea
Normalmente se tienen mejores sesiones de atención plena cuando se está sentado en el suelo, a ser posible en contacto con la tierra. Este tipo de contacto directo con la tierra puede mejorar el enfoque mental y perfeccionar la conciencia del cuerpo.
Sin embargo, si tienes dolor de espalda, dolor en las caderas o simplemente prefieres estar mas cómodo, nos podemos sentar en un cojín o en una silla. Incluso una esterilla de yoga puede ser una buena opción. El crear un área de meditación perfecta tiene mucho que ver con nuestras preferencias personales y la condición física de cada uno. El truco consiste en probar varias opciones a la hora de sentarnos, valorar con cuáles nos sentimos mas cómodos y ayudarnos a adoptar la postura requerida.
Elegir las decoraciones correctas para nuestro espacio de meditación
Si bien vamos a tener los ojos cerrados durante gran parte del tiempo de meditación, es común comenzar con ejercicios de respiración profunda que se pueden hacer con los ojos abiertos. En consecuencia, el aspecto del área de meditación personal puede ser muy importante.
Podemos elegir colores relajantes como azules profundos y verdes pálidos (en lugar de colores más agitantes como el rojo y el naranja), y piensa en agregar algunos objetos especiales que nos conecten con nuestros objetivos.
Los elementos para agregar al área de meditación personal pueden incluir:
- Cristales como cuarzos que asociemos con el amor y la compasión.
- Adornos de viajes especiales que hayamos disfrutado.
- Pinturas que nos evoquen sentimientos de paz.
- Elementos de la naturaleza, como hojas, piedras, plumas o conchas marinas.
- Una pequeña cascada o fuente de agua que nos ofrecerá un ambiente relajante.
Pensando en los sonidos correctos
Puedes hacer tus meditaciones con la ayuda de una grabación guiada, con sonidos de la naturaleza, con música relajante o puede que no quieras agregar sonidos. Cuando estés realizando la visualización creativa o la meditación, considera que es lo que mejor te funciona, si te sirve mejor el silencio o los sonidos relajantes.
Puede que escuchar una grabación con el sonido del océano, el de una tormenta o el de un ruido blanco, te ayude a entrar en la zona de meditación correcta. También hay ciertas músicas instrumentales que instantáneamente nos hacen sentir más tranquilos.
Agregando aromas
A algunas personas no les gusta agregar olores al espacio de meditación (por ejemplo, debido al asma o a alergias), pero ten en cuenta que un olor adecuado puede ser el toque final que haga que el área de meditación se sienta perfecta.
Muchos estudios demuestran que ciertos olores pueden ayudarnos a relajarnos. Considera agregar alguno de estos aromas en particular a tu área de meditación personal:
- Lavanda
- Manzanilla
- Áloe
- Aceite de rosa
Puedes usar un difusor de aceites, varillas de incienso o velas perfumadas. Solo asegúrate de que estén cuidadosamente colocados para garantizar la seguridad durante la práctica de la meditación.
Recordando los toques extra en el espacio de meditación
Si bien hay algunos consejos para el área de meditación que se aplican a casi todos nosotros, no olvides que puedes necesitar otros toques que sean específicos para tu personalidad o para tus objetivos. Por ejemplo, si tiendes a enfriarte fácilmente, agregar una manta puede hacer que el tiempo que pasemos meditando sea mucho más placentero.
¿A veces aguantas la respiración o te falta el aliento?…
Ya tenemos todo preparado para empezar, pero existe una dificultad bastante común en todos los que se inician en la meditación y es la respiración. Durante las prácticas debemos de respirar automáticamente de una manera regular, constante y profunda y superar la respiración superficial que causa ansiedad y pánico, para volvernos más tranquilos y relajados.
Si vemos que no somos capaces de relajar la respiración, podemos probar la siguiente técnica:
Relajación con la respiración diafragmática 4-7-8:
- Inhalación
Inhalamos hinchando el estomago y sin mover el pecho ni hombros, contando mentalmente hasta 4 a través de nuestras fosas nasales.
- Retención
Retenemos el aire contando hasta 7 al mismo ritmo que lo hicimos al inhalar.
- Exhalamos
Exhalamos el aire a través de nuestras fosas nasales si es posible contando hasta 8 repitiendo el mismo ritmo.
Si observamos que no nos es posible seguir un ritmo, aceleraremos un poco la cuenta mental.